—Lixie, ya lo practicaste tres veces, te vas a cansar antes de la presentación— dijo el rubio, bajando la tapa que protege las teclas del teclado.
Felix respiraba algo agitado, sus nervios sólo habían aumentado con esas prácticas y el reloj en la pared tampoco ayudaba.
—Cariño— Chris colocó una mano sobre su cintura, rodeándolo por detrás, Felix dió un pequeño salto por el toque, se encontró con los ojos atentos de su novio—. ¿Quieres comer algún dulce? ¿Para tranquilizarte?
Felix negó, su estómago se había cerrado por los nervios, buscó la mano de Chan para tomarla, presionándola entre las suyas, sintiendo que su bebé lo necesitaba, el mayor lo abrazó, el peligris escondió su rostro en su cuello.
—¿Por qué tan nervioso, bebé?— murmuró Chris, aunque el menor sólo se encogió de hombros—. MinHo me mandó un mensaje, ya están aquí, ¿quieres ir con ellos?— Felix asintió, separándose del abrazo y caminando de la mano juntos comenzaron a buscar a sus amigos.
No fue difícil encontrarlos, siempre habían usado el método de buscar a JiSung primero, era reconocible desde lejos, y a su lado iba a estar MinHo.
Cuando se encontraron, no faltaron los comentarios de que no habían dicho a dónde estaban y de que no contestaban los mensajes, que podía ponerle pausa al sexo por su amistad, lo esperaban en parte.
Pero lo que Chan no se esperaba fue la pregunta de MinHo, cuando iban camino hacia el lugar donde sería la presentación, que usaban como gimnasio y que tenía un escenario.
—¿Le dijiste a tu madre de la presentación?
El rubio frunció el ceño.
—La señora Lee no, tu madre biológica— aclaró el peli-naranja.
Chris negó.
—No, para nada— dijo—. Tuve que bloquearla de todos lados porque no dejaba de mandar mensajes y llamarme, no tengo contacto con ella desde hace meses.
—Está aquí.
—¿Qué?— miró a MinHo sin creerlo, el chico asintió—. Mierda, ¿qué hace aquí?— comenzó a ver alrededor para intentar encontrar una cabellera rubia, pero ninguna de las que veía parecía ser su madre.
—Esa mujer está loca, Chan— dijo MinHo—. Perdón por decirle así, pero-
—Está bien, tienes razón, Min, no me ofende.
MinHo suspiró y se encogió de hombros.
—Y... ¿si cam-bió?— preguntó Felix, quien hasta entonces había escuchado en silencio mientras caminaba de la mano con Chan.
—¿Crees que la gente así pueda cambiar?— preguntó MinHo.
Felix asintió.
—Quizá se dió cuenta de que no tienen remedio y viene a hacer las pases— dijo JiSung, de encogió de hombros.
“Eso quisiera creer” pensó Chan.
—¡¿Qué hacen ustedes ahí?!
La voz histérica de HyunJin hizo a los cuatro voltear con miedo, el rubio se acercó a ellos a paso apresurado.
—Los tortolitos tienen un dúo, tienen que estar atrás del escenario, empezamos en diez minutos.
Los ojos de Felix se abrieron de más al escuchar el poco tiempo que le quedaba, apretó con más fuerza la mano de Chan, quien devolvió el apretón para demostrar su apoyo.
Apenas murmuró unos “Sí, sí” mientras caminaban apurados hacia la puerta que daba hacia bambalinas, sin querer escuchar al estresado y nervioso director.
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