—“Chan está contigo sólo porque le das lástima, siempre das lástima, por mudito, por gordo, por ser un fracaso, ¿por qué crees que te hacían bullying? ¿Nunca se te ocurrió que lo merecías? Mi Christopher es tan bueno que quiso ayudarte, pero tú lo enfermaste”.
La señora Lee estaba furiosa mientras leía el testimonio de su hijo.
—Aquí Felix dice, “Chan me ama” y-
—Y la perra seguía y seguía— dijo MinHo, quien estaba igual de furioso que la mujer y que los demás.
La señora Lee asintió.
—“Christopher tiene apenas dieciocho años, él no sabe lo que es amar”.
—Ella tiene cuarenta y no sabe qué es amar.
—Necesita una buena verga esa mujer— acotó MinHo.
—¿La tuya?— preguntó Chan, sólo para molestarlo.
—Esa es mía— dijo JiSung, su tono sonó molesto.
—¿No pueden estar serios un puto momento? Gracias— HyunJin habló alterado, primero una presentación importantísima, luego uno de sus estudiantes fue golpeado por una madre desquiciada.
La señora Lee suspiró cansada, le alcanzó el papel a HyunJin mientras se frotaba sus ojos.
—Sigue leyendo tú— dijo la mujer.
El rubio tomó la hoja y buscó unos segundos para continuar donde lo había dejado la mujer.
—“¿Cómo crees que él pueda amarte de verdad? Yo sé lo que crié, y mi hijo no amaría a alguien como tú... Tú y esos amigos hicieron a Christopher algo que no es, son un montón de egoístas y de enfermos”— negó—. Y aquí Felix dice “Chan es libre, él es él, siempre fue así”... Y dice que entonces lo abofeteó y lo hizo callar.
»“Christopher será libre cuando ya no estés con él, por su bien, déjalo y no vuelvas a verlo”— HyunJin suspiró—. Felix cuenta “Estaba llorando, pero negué, entonces, me tomó del cuello, caminé hacia atrás para escapar pero estaba la pared del baño, me estaba asfixiando y no podía respirar, me obligó a prometer que terminaría con Chan... No pude aguantar. Lo último que me dijo era que se llevaría a Chan y nunca volvería a verlo”.
HyunJin alzó la vista del papel, Felix y la señora Lee dejaban caer lágrimas en silencio.
—Quiero golpearla— murmuró MinHo, rompiendo el silencio.
Chan se levantó de su asiento, su cabeza estaba baja, para ocultar su llanto, se acercó a Felix y lo abrazó con firmeza, cada uno escondió el rostro en el hombro del otro y los presentes se sorprendieron cuando el mayor tembló para luego quebrar en llanto mientras se aterraba a su novio.
Fue Felix en esta ocasión que abrazó su cintura, sintiendo al mayor tan débil y frágil, lo atrajo hacia él para sentarlo en su regazo, mientras el rubio seguía llorando, escondiéndose en él.
—Ellos se aman— dijo la señora Lee, su voz sonó rota—. Esa enferma no lo entiende...
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