En el viaje de regreso, por más que ambos se sentaron en el asiento de atrás, Felix parecía apartado, miraba a la ventana, ignorando completamente a Chan.
El castaño no se iba a quedar así, así que pasó al medio del asiento, tomando la mano de Felix, haciendo que este se sobresaltara, se giró hacia él y tardó un momento en dejarlo entrelazar sus dedos.
—Siento que debo pedirte perdón— murmuró Chan—. No supe qué hacer, Felix, lo siento.
El castaño menor sonrió un poco, conmovido por el gesto de su novio.
No estaba enojado, simplemente se sentía mal consigo mismo, y quería estar apartado.
Pero sabía que no podía liberarse de su sobreprotector novio.
Felix asintió, abrió la boca para hablar pero la cerró, alzó la mano e hizo una seña.
“Está bien”.
Chan pasó la vista de la mano de Felix hacia su rostro, viendo cómo lentamente los ojos de Felix enrojecen mientras él intentaba aguantar el llanto.
—No, bebé— dijo, aunque su tono fue un poco brusco—. Tú puedes, lo sabes.
Felix negó, mordiendo su labio con fuerza, su mirada bajó hacia su regazo.
Chan tomó con suavidad su rostro, alzándolo, los brillantes ojitos de su novio lo miraron, quebrándole un poco el corazón.
—Esto ya te pasó una vez, Lixie, ¿recuerdas? Cuando volvimos del campamento— el castaño esperó hasta que el chico asintió—. Esto es como cada ves que vuelves a hablar en las mañana, ¿sí? Cuando me das los buenos días, ¿está bien?
Felix sólo lo miraba, sus ganas de llorar se habían ido a pesar de que sus lágrimas seguían en sus ojos.
—Sólo te pusiste nervioso, bebé— dijo Chris, refiriéndose a lo que le había contado la fonoaudióloga—. Nos pasa a todos, está bien, pero sabes que puedes, ¿lo dices? ¿Por mí?
Felix sonrió un poco, cerrando sus ojos un momento, buscando, como todas las mañanas, el punto exacto en su pecho donde sentía esa voz.
Tomó aire, lo logró:
—Bu-Buenos días.
Felix rió un poco, los labios de Chris sobre los suyos lo interrumpieron, dejando un beso corto pero con ganas, haciéndolo sonreír.
La señora Lee los miró con ternura por el espejo, sonriendo ampliamente mientras estacionaba el auto frente a su hogar.
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