La mánager ━━Haikyuu!!

20. El campamento de entrenamiento comienza.

(Quédate hasta el final que tengo algo que contarte :3)

Kuroo.

El gran letrero oscuro del Metropolitan Nekoma High se alzaba frente a nosotros a escasos metros de la entrada. Era bastante temprano pero al ser los anfitriones debíamos estar allí los primeros para recibirlos. O al menos así lo había indicado ella la tarde de antes.

Habíamos vuelto a coincidir como cada vez que íbamos a clase. Lucía perfecta. Como si el hecho de haberse dejado la piel en este evento durante toda la semana anterior nunca hubiera pasado. Muy despierta para estas horas de la mañana y con una energía que se comprendía por lo entusiasmada que debía sentirse.

Porque entusiasmada era poco para describir cómo se sentía y eso lo podía confirmar yo con solo recordar el tono de su voz la noche de antes cuando hablábamos como hacíamos a menudo en llamadas que solían superar la medianoche.

Su tono ansioso. Conversaciones donde solo hablaba ella sobre lo que tenía planeado hacer durante el campamento. Todas las observaciones que me contaba que había obtenido tras ver grabaciones de partidos de los equipos invitados. Derrochando ilusión en cada insistencia suya para comprobar que le estaba haciendo caso cuando hablaba y no le contestaba. Pero no le contestaba porque estaba disfrutando de verla tan contenta por la actividad que tanto se había molestado en preparar.

Y más de una vez me había quedado mirándola embelesado y sonriendo como un idiota que escucharla tan emocionada le parecía lo mejor que había podido comtemplar en su vida. Y me di cuenta de eso en las varias veces que se quedó en silencio, mirándome, esperando que reaccionara porque se había callado mientras me ocultaba el rubor que había teñido sus mejillas. Intentos en vano que siempre alcanzaba a ver.

Pero eso solo había sido a través de la pantalla cada vez que nos animábamos a hacer videollamada. Ahora todo era distinto. Presenciar su inquieta felicidad era capaz de animar a cualquiera. Porque ella tenía la capacidad de levantarle el ánimo a quien fuera cuando estaba muy contenta.

Me retrasé un poco, pero no fue por error, sino porque quería. Me quedé mirándola. Iba al lado de Kenma. Hablaban como dos personas que se conocían de toda la vida. Al mismo tiempo que también bromeaba con Shibayama. Quien cada vez disfrutaba más de la compañía de aquella chica que apareció ante nosotros de la nada y decidió quedarse, reforzando todos los lazos que había en el equipo.

Ya habían pasado varios días desde aquel momento, semanas incluso, pero sus palabras no dejaban de hostigar mi mente cada vez que la veía. Dándome mucho de qué pensar. Causando un incómodo y amargo sentimiento dentro de mí:

Tal y como me indicó la noche de antes, me preparé rápido para bajar a hablar antes de que ella terminara de alistarse para ir a clases.

No miento al decir que estaba muy nervioso.