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📌 ESPECIAL DE 14 DE FEBRERO


Habían pasado ya dos semanas desde que el rey se había ido y no se tenían noticias de él ni de el gran duque.

Toda la corte estaba expectante por saber que pasaría si el rey alfa moría a manos de ladrones o si fue tomado como rehén en alguna emboscada.

No tenía herederos, su madre había sido exiliada y el único familiar cercano era su primo, que había salido con el señor Park, JongIn y un séquito de caballeros a buscarlos por los caminos una semana atrás y tampoco habían regresado.

Y aunque no le había dicho a nadie sus inquietudes, JiMin era el más preocupado.

Su Omega estaba triste, se la pasaba en la ventana mirando todo el día los carruajes que entraban o salían, esperando que alguno fuera del rey.

Ese día precisamente se sentía inquieto. No pudo dormir más allá de las cinco de la madrugada.

Se levantó y salió a la enorme sala en su camisón a sentarse en la ventana. Se sentía asfixiado en la habitación.

Pidió en silencio a la Luna que el rey regresara con vida. A cambio, obedecería siempre a su padre, al rey y a su alfa, no haría preguntas indebidas ni reprocharía nada.
Sería un buen Omega como su madre lo había educado.

Luego de limpiarse las lágrimas, se levantó y caminó un poco, buscando algo con que distraerse.

Justo iba a tomar su libro cuando escuchó el murmullo de los sirvientes en el pasillo.

Unos minutos después, entró Lisa al lugar.

-Mi señor...

-Qué pasa?

-Los encontraron!

-¡Qué alegría! ¿Cuándo vuelven?

-Amo, el rey está muy herido. No saben si sobreviva... cuando lo encontraron estaba inconsciente.

-Qué? Dónde está? Dónde lo tienen? Por qué no lo han traído?

-Ya vienen con él en el carruaje. Parece que alguien les tendió una trampa...

-Por la luna... trae mi abrigo!- pidió.

La Omega corrió a traer su abrigo y pidió a los sirvientes que acomodaran la habitación para cuando el rey llegara.

El doctor lo atendería ahí.

Sin importar que estuviera descalzo, corrió con lisa detrás suyo, persiguiendolo.

Llegó hasta el patio de carruajes y espero preocupado. Aún no amanecía. Todo estaba oscuro pero su oído era bueno.

Luego de una hora el sonido de los caballos se hizo más fuerte y corrió de nuevo a alcanzar el carruaje.

Su padre llegó en un caballo delante de dónde iban el rey y el gran duque.

-Papá... que pasó? Está bien?

-Lo siento mucho cachorro. No creo que haya algo más por hacer. Está muy mal herido y...

-No... no appa... Él es muy fuerte!- aseguró aguantando las lágrimas.

El pequeño Omega corrió hacia el carruaje y caminó escoltadolo sin importarle que los alfas y betas lo mirasen en camisón de dormir, descalzo y despeinado.

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-Ji~min... JiMin... por favor...- balbuceaba el alfa.

🤴El cortesano y el rey!  ⚜️ Kookmin Omegaverse🛡️  EDICIÓNPAUSADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora