Twilight:

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    Era ya media noche, el bosque parecía tranquilo y la luz de la luna llena bañaba las hojas de los árboles dejando algunas pocas cosas a la vista. Esa noche yo estaba cazando, alimentándome de alguna que otra criatura que cayera en mis garras y entonces, sentí esa escencia, el olor que nos desquiciaba a todas las bestias, el olor de la princesa de la luna. Es raro, pero siempre sabía cómo encontrarla, el aroma que desprendía su piel era inconfundible, apetecible, suculento, pero tenía más que claro que ella sería nuestra cena el día de la luna de sangre, ni antes, ni después, solo aquel día.

    Aún así no pude resistirme y corrí para observar a la tan suculenta princesa de la luna aunque fuera de lejos, para verla y comprobar si era tan bella y agradable como su olor. Seguí su aroma hasta que la encontré, pero lo que vi fue terrible.

   Una bestia estaba devorándola y lo que era peor, Westley, la niña de la cual estaba perdidamente enamorado, se encontraba en el asiento trasero viéndolo todo. No habría intervenido, ya a esa bestia le darían su merecido por asesinar a la princesa antes de tiempo; pero le vi mirar a Westley con deseo, con un brillo de hambre en sus ojos, con ganas de devorar a la niña más bella que jamás había conocido, y aquello no lo soporté.

   Me abalancé contra la bestia y la ataqué con todas mis fuerzas, no hizo mucho esfuerzo por luchar, ya había obtenido todo lo que quería y huyó sin que me diera tiempo a verla lo suficiente como para identificarla. Me acerqué al auto y vi el cuerpo destrozado del la princesa, cuyo olor me tentaba a probar de su carne, pero no lo hice, solo podía pensar en que Westley se encontraba allí detrás.

   La miré, sus ojos de niña me dejaban ver lo conmocionada que estaba y las lágrimas que rodaban por sus mejillas me destrozaron. Cuando traté de acercarme para ayudarla ella gritó de terror y salió corriendo del auto.

   Fui detrás, no podía dejarla andar por ahí, quién sabe qué bestia salvaje podría atacarla. Ese fue mi error... Olvidé que yo, en ese momento, también era una bestia frente a sus ojos.

   La alcancé en un claro un rato después porque le había perdido de vista y casi muero con lo que mis ojos vieron. Ella estaba allí, tirada en el suelo y una bestia le estaba devorando el corazón. Enfurecí, corrí hacia la bestia quien huyó al verme y no la perseguí porque le dolor me consumía. Dejé mi transformación y volví a ser yo, volví a ser humano. Ahora ella estaba ahí, muerta entre mis brazos y no había podido protegerla, no pude cuidarla. Lloré, lo hice hasta que no pude más y di gritos hasta no tener fuerzas en mi garganta. Y entonces miré a la luna suplicando piedad, supliqué porque me llevara a mí y no a ella, quería que me la devolviera.

   —¿Tanto la amas? —escuché una voz de mujer a mis espaldas y me giré buscando con desesperación quién era, pero no había nadie; aunque no me importó, si alguien me escuchaba, entonces debía de responder.

   —¡Sí, la amo! —grité y miré el rostro de Westley—. La amo.

   —¿Cuánto estás dispuesto a hacer por ella? —preguntó y ahora sí alcé mis ojos a la luna que parecía ser quien hablaba.

   —Mi vida, daré mi vida solo para que ella viva...

🌕 🌕 🌕

Holaaaaa, amoress❤

¡Feliz San Valentín!

Empezamos con un crepúsculo lleno de amor🙃

¿Qué nos deparará está infame escritora en esta historia?

Jijijiji
(risita maquiavélica)

No se desanimen y sigan leyendo que les regalaré el primer capítulo por el día del amor❤

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