¿Como un Anderson?
Pestañeé varias veces y me recosté de la pared asimilando la información que acababa de darme Ryan. No podía ser posible, Jonathan había vivido con nosotros desde siempre, habíamos crecido prácticamente juntos y... No, no era posible.
—¿Ryan, estás seguro? Tal vez todo lo que sucedió anoche te tiene algo paranóico, hemos pasado por mucho, amor —dije y él me miró achicando los ojos, casi pude sentir que no le gustó para nada que le defendiera.
—¿Alguna vez le has visto transformarse en bestia?
—No, ni siquiera he visto a mis hermanos y él ha vivido fuera de Nighthall desde hace años.
—Ves, esos son más motivos para sospechar, no me da buena espina que sea un Anderson.
—También está la posibilidad de que no lo sepa, Ryan. —Él frunció el ceño ante mis palabras y apreté los labios desviando la vista. Tal vez era ingenuo de mi parte, pero era mi primo, convivimos juntos desde pequeños hasta que se fue para América, no podía ser un Anderson.
—¿Por qué le defiendes tanto, West? —preguntó y ya podía oler los celos a kilómetros.
—No es lo que crees, no es por eso, ya te dije —le aclaré y miré hacia un lado—. Solo que estoy segura de que si es como dices, él no lo sabe. Confía en mí, los padres de Jonathan incluso están vivos y les conozco.
—¿Y dónde están? Porque no los veo por aquí.
—Ellos viven en América, Ryan.
—Pues en unas horas es la luna de sangre y no están aquí. ¿No te parece sospechoso? Todas las bestias quieren cenar.
—Ellos son Moon, Ryan, es distinto.
Él bufó alejándose de mí, le había frustrado, lo sabía, pero no podríamos seguir la conversación porque vi pasar a mis hermanos menores por enfrente del pasillo. Les llamé rápidamente haciéndoles detener.
—Ni una palabra de lo que les conté sobre Ryan a nadie, ¿entendido? —les advertí con severidad y ese par de gemelos me miraban como si estuviera loca, les sonreí despeinando a ambos—. Solo déjenme esto a mí, hablamos luego pero ni una palabra a nadie más que a nuestros hermanos y padre, ¿bien?
—Como quieras, West, a veces te pones extraña —asintió Caleb, siguiendo de largo pero Justin se quedó mirándome mal, sabía que de este ratonzuelo no me escaparía.
—¿Por qué no quieres que Jonathan sepa de lo de tu esposo? —preguntó arqueando una ceja.
—Ryan dice haber olido algo, y aunque dudo que sea cierto, no me quiero arriesgar.
—¿En serio crees que él no asesinó a tu madre? —preguntó y no pude evitar mirar hacia el pasillo nuevamente, Ryan no estaba pero podía apostar que nos escuchaba.
—Por supuesto que sí, Just, jamás estaría con él de no saber plenamente que no es el culpable.Mi hermano miró hacia un lado con un mohín en los labios como pensándolo y luego me vio de vuelta. —Está bien, creo que tu esposo tiene razón en sospechar de Jonathan, nunca me ha caído bien.
Sonreí cuando dijo eso y le vi marchar, Justin para ser tan joven es bastante inteligente, no por nada siempre ha sido mi hermanito más apegado.
Emprendí mi camino en busca de mi esposo y cuando estaba a punto de llegar a las escaleras para subir al segundo nivel...
—Westley —di un brinco cuando escuché a Jonathan detrás de mí y me giré para verle con una sonrisa nerviosa—, hace rato te fuiste demasiado rápido, quería hablar contigo.
—Lo siento, Jonny, es que tenía algo que hablar con Ryan.
—Pues no veo a tu esposo por aquí —dijo, acercándose y mirando alrededor, luego puso sus ojos en mí—. Me dijeron tus hermanos que llegaste aquí en muy mal estado ayer. ¿Sucedió algo?
—Nada, solo que un psicópata me secuestró y casi me mata, pero Ryan me salvó a tiempo —mentí sobre lo de quién me salvó, aunque no creo haberle convencido mucho.
—¿En serio confías en él? Sé que me puse de su parte aquel día, pero admito que no fue porque creyera en que es verdad lo que contó, lo hice porque te creo a ti. —Acarició mi cabello y yo me aparté incómoda.
—No hagas eso, no le gusta —dije y le vi sonreír.
—Tiene suerte de que seas tan atenta a lo que le gusta o no —comentó con un deje de tristeza y me sentí ligeramente mal porque sabía lo que sentía por mí.
—Tal vez si te hubieras fijado, habrías notado que hace unos años yo estaba atenta a ti.
—Lo sé, pero en aquel entonces era joven y no entendía, tal parece que llegué algo tarde. —Suspiró mirando hacia el suelo—. En serio me gustaría creer que aún tenemos una oportunidad, Westley. —Llevó sus ojos a los míos—. ¿De veras ya no sientes nada por mí?
—Jonathan, yo... Yo lo siento mucho, de veras, en otro tiempo me haría feliz saber que sentimos los mismo, pero lo que siento por Ryan en nada se compara a lo que alguna vez sentí por ti. Le amo como jamás creí que se podría amar en este mundo y él también me ama, aunque quisiera, ya no puedo querer a nadie más, mi corazón es suyo.
—Comprendo —asintió con una sonrisa triste—, supongo que no me queda más nada que aceptar mi derrota y ayudarte a que seas feliz. —Me tomó de la mano—. Puedes confiar en mí, Westley, estoy dispuesto a todo por ti, a todo.
Asentí con la cabeza y Jonathan se marchó. Iba a volver a mi habitación pero supuse que Ryan podría estar en la de Edice, y no erré en ello, allí estaba. Toqué la puerta haciendo acto de presencia y él se despidió rápidamente para luego teletransportarnos hasta la mía.
—Amor, sé que escuchaste lo que dijo Jonathan —le dije yendo hasta él que se había alejado—. Por favor, no es necesario que estés molesto conmigo.
—No estoy molesto, West, solo no confío en él y veo que tú sí.
—Es mi primo, Ryan.
—Si es un Anderson puede que no lo sea.
—Es igual, crecimos juntos, es de la familia.
Él suspiró y me tomó de los hombros. —Escúchame, West, ¿es que acaso no entiendes lo que significa que sea un Anderson? —Pestañeé varias veces y creo que notó con mi silencio el que no tenía ni idea de lo que quería decirme, por lo que continuó—. Si Jonathan no es un Moon y es un Anderson, entra dentro de la lista de sospechosos, puede haber sido él quien asesinara a tu madre.
—No, eso es imposible, Ryan. —Me alejé—. Jonathan no pudo haber sido, a penas y tendría quince o menos.
—Yo tenía esa edad también, Westley —dijo exaltado—. A los quince años una bestia está en todas sus capacidades físicas y mentales para decidir, podría haberla matado, incluso eso podría ser un factor. Cuando eres joven te cuesta controlar tus impulsos, tal vez mató a tu madre porque no pudo con...
—Ya para, Ryan, no quiero escucharlo —le detuve aturdida por todas sus conjeturas, no podía ser Jonathan, era más que obvio que fue alguien de su familia, no de la mía.
—Westley, en el fondo sabes que él puede ser...
—¡En el fondo no sé nada, Ryan! —volví a pararle y le miré molesta—. Jonathan no fue quien mató a mi madre, él y yo crecimos juntos, le conozco y sé que no lo hizo. Sé que te debe costar admitirlo, pero no tienes derecho a culpar a nadie de mi familia solo porque no quieras involucrar a alguno de la tuya.
Él rió molesto cuando y se alejó, pasándose las manos por el rostro mientras me daba la espalda. —Bien, Westley, si quieres confiar más en él que en mí, que soy el hombre que te ama, que daría hasta mi propia vida por ti, que ya la di —Se giró para verme—; entonces no tengo nada que hacer en este lugar...
Iba a irse pero yo le detuve. —No te vayas, Ryan, espera...
—No, Westley, no pienso quedarme aquí cuando prefieres confiar en él antes que en mí que soy tu esposo.
—No tiene nada que ver el que seas mi esposo o no, Ryan, él es mi familia.
—Y creí que yo lo era también —dijo áspero, soltándose de mi agarre—. Pedir que esté todo el tiempo como tu sombra es fácil, pero no me escuchas, Westley. Para ti es simple que siempre te proteja, pero a la hora de la verdad me sales con esto, ellos son tu familia y yo no soy nadie para decir absolutamente nada en su contra, ¿verdad?
ESTÁS LEYENDO
Moon
FantasyCinco grandes familias dominan todo Nighthall, el patriarca de una de ellas es engañado y pierde todo lo que posee por ello. Nada de esto es casualidad... las demás familias le han tendido una trampa... La pregunta es... ¿Por qué? ¿Y qué tiene...