𝐒𝐔 𝐂𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐒𝐎𝐍𝐑𝐈𝐒𝐀

SETENTA Y SIETE.

Me desperté por que mi teléfono no paraba de sonar. Mire la pantalla y Seoho me estaba llamando pero no llegue a atender así que mire los mensajes. Tenía recientes y de hace como una hora diciéndome que estaba en la puerta de mi casa. Rápidamente me levante y corrí hacia las escaleras. Baje y abrí la puerta. Ahí estaba él con una campera gigante y con su teléfono en la mano. Cuando me vio lo primero que hizo fue entrar y cerrar la puerta bruscamente. Me agarro de la cintura apegándome a él y me beso. Yo quede algo sorprendida pero igualmente le seguí el beso. No entendía a qué venía todo esto.

Sh: dime que me amas Lee Hyujin, dilo, dilo en voz alta y déjame escuchar esas malditas dos palabras -dijó desesperado aún estando a centímetros de mi.

No dije nada. Realmente no podía. No entendía nada. No entiendo por que de repente viene y me dice todo esto. Sentía como el temblaba. Sus labios estaban algo morados ya que afuera hacia mucho frío.

Sh: ayer dijiste que ya no me querías, que odiabas todo lo que estaba haciendo, que te estaba lastimando demasiado, también dijiste que yo era un egoísta y despiadado, ¿En verdad piensas eso de mi? ¿Tanto daño te estoy haciendo Hyujin? -me miro a los ojos.

Oh por dios. ¿Realmente dije eso?. Estaba muy ebria. No lo puedo creer.

- y-yo...-las palabras no salían de mi boca.

Sh: dame una señal, una sola para que me de cuenta de que solo lo dijiste por el alcohol...-rogó.

Lo único que hice. Fue abrazarlo. Supongo que esa fue señal suficiente para que se de cuenta.

Sh: gracias -susurró.

- no recuerdo nada, en verdad si dije algo más perdóname...seguro estaba fuera de mi -me separé de él y le sonreí.

Sh: Leedo me dijo lo mismo, pero si lo dijiste fue por que en algún momento lo pensaste -acaricio mi mano.

- Yeri me hizo pensar mucho eso...pero me di cuenta de que no puedo huir así, si tengo que esperar lo haré, no seré cobarde y lucharé hasta el final...tú siempre estás ahí, de alguna u otra manera siempre me salabas de mis estupideces -reí algo avergonzada.

Sh: yo hablé con Leedo y me dijo muchas cosas que me hicieron pensar bastante...asi que...quiero que me acompañes a un lugar -sonrió.

- está bien, pero tiene que ser hoy por que en la semana no tendré mucho tiempo -le devolví la sonrisa.

Sh: prepárate que yo te espero -bajo el cierre de su campera.

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- ¿Ya llegamos? -pregunté con los ojos vendados al escuchar que el auto se detuvo.

Sh: si, pero aun no puedes quitarte la venda -respondió bajándose del auto.

Unos segundos después escuché como Seoho abrió mi puerta. Me ayudo a bajar del auto mientras tomaba mi mano. Caminamos unos cinco minutos. El piso no era estable. Al parecer era pasto. Nos sentamos en algo un poco frío y entonces hablo.

Sh: ¿Lista? -dijo desatando el nudo de la venda.

- si -respondí algo emocionada.

Omg. Esto es hermoso...