Me desperté por la alarma. 5:33 am. Hoy me desperté más temprano. Me levante de la cama fregándome los ojos. Entre al baño y abrí la regadera. Me quite la ropa y me metí. Moje mi cara para poderme despertar mejor. Unos 20 minutos después salí. Me envolví en la bata y fui a mi closet. Busqué ropa para ponerme unos 5 minutos. Cuando me decidí me vestí.
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Me peine el cabello y me puse perfume de rosas. También me maquille un poco. Algo natural. Nada exagerado. Me mire al espejo unos segundos. Me pregunté a mi misma por que me arreglaba tanto. ¿Que estas haciendo Hyujin?. Siempre voy arreglada. Pero hoy. Hoy sentía que me había preocupado por cómo iba vestida. Algo tonto. Algo que hacen las niñas para gustarle a su crush. Algo que una hace cuando quiere llamar la atención de un chico. Y si. Creo que lo hacía por eso. No lo sé. Dejémoslo en un creo. Tal vez no debería pensar tanto las cosas. Solo dejar que las aguas fluyan.
Baje a la cocina y busqué frutas. Agarre un durazno. No son de mi preferencia. Pero hoy se me antojo uno. Me lo comí mientras tomaba un vaso de agua. Cuando termine subí a buscar mi bolso. Metí mis cosas allí y salí al balcón. Me senté en un sillón individual que estaba en una esquina y esperé. Esperaba a Seoho. Esperaba que él llegara para llevarme a la universidad.
Tenia un poco de ansiedad. Estaba nerviosa. Pero no por él. Sino por ver cómo estaba mi auto. No es que no le tenga confianza. Simplemente que es a la primera persona que se lo presto. Ni siquiera a mis amigas se los dejo. Apenas Eunbi manejo una vez. Es mi bebé protegido. Por decirlo así. Es mi primer auto. Jamás he chocado. Jamás tuvo ni un raspón. Casi tres años cuidándolo.
Estaba en mi celular chequeando mi Instagram. Sw me dio por mirar mi cuenta. Entre a mis publicaciones archivadas y encontré una foto mía. Ni siquiera me acordaba de eso. Es una publicación de hace cinto años. Estaba yo en el espejo de mi antigua habitación. La que está en la casa de mi padre. La mire atentamente. Tenía 897 likes. Me sorprendi mucho. Allí fue cuando recordé que me había emocionado mucho cuando la subi. En una semana había superado los 500 likes y había subido mucho los seguidores. Fue una pequeña etapa de cuando era adolescente. Me gustó mucho que la gente me alabe tanto.
- que tonto -reí para mi misma.
El sonido de la bocina de mi auto llamo mi atención. Vi cómo lentamente Seoho estacionaba en la puerta de mi casa. Sonreí. Él volvió a tocar la bocina. Baje al living y me puse la cartera. Salí de la casa. Cerré la puerta con llave y comencé a acercarme al auto.
Lo miré detenidamente. Él sonreía. Sus ojos tenían ese brillo. Me miraba como si fuera la más grande obra de arte. Por un momento me sentí tímida. Creo que hasta me sonroje un poco. Me gusto sentirme así.
Me sentí querida y deseada. Sentí que ante los ojos de un hombre yo era la única mujer. El sentimiento era realmente hermoso. Al igual que él. Al igual que los momentos que tenía a su lado. No lo comprendo. ¿Como alguien en tan poco tiempo puede hacerme sentir así?. ¿Cómo alguien en tan poco tiempo puede lograr que me sienta tan cómoda a su lado?.
Subi al auto en el asiento de acompañante y me puse el cinturón.
- buenos días -sonreí.
Sh: buenos días -se acomodo.- como veras tu querido hijo esta completito, ni un raspón y limpio -rió.
- impecable -reí con él.
Sh: no se a que tanto le tenias miedo, ya ves que si lo cuide bien -arrancó el auto.
- si existe una próxima, sabré que mi auto esta en buenas manos -la mire.
Sh: cambiando de tema...¿Dormiste bien? -
Nos pasamos todo el camino hablando. Había mucho trafico. Pero no fue muy notable. Por suerte. Llegamos a tiempo a la universidad.
