𝐒𝐔 𝐂𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐒𝐎𝐍𝐑𝐈𝐒𝐀

SESENTA.

Sh: bella durmiente, es hora de despertarse -dijó acariciando mi cabello.

Poco a poco fui abriendo los ojos encontrándome con su bella sonrisa.

- tengo sueño -cerré los ojos otra vez.

Sh: hay que desayunar -siguió acariciando mi cabello.

- pero no me quiero levantar -hice puchero.

Sh: mm...¿Quieres pedir servicio a la habitación? -dejo de acariciar mi cabello y se sentó.

-eso suena bien -sonreí.

Seoho agarro el teléfono que estaba en mesita de luz y pidió servicio a la habitación. Yo me senté en la cama y arreglé mi cabello como pude. Anoche no pude dormir mucho. Creo que no hace falta decir la razón.

Sh: ¿Dormiste bien? -me miro.

- si -

Sh: ¿Segura? Anoche estabas muy inquieta y tu cara parece decir que apenas pudiste pegaste el ojo -entrecerró sus ojos.

- tranquilo, descanse bien, al principio me costó un poco acostumbrarme a la cama pero nada que no se solucione -sonreí.

Sh: ¿Te molesta el colchón o que yo duerma junto a ti en la misma cama? -

La pregunta hizo que su cara cambie completamente. Si le llegó a decir que fue por él seguro le dolerá.

- por el colchón tonto, la verdad es que me gusto dormir junto a ti -acaricie su mano.

Sh: ¿Pero no son todos lo mismo? -

- el otro era un poco más blando, debe ser porque estaba más usado -

Sh: es muy probable -

- iré al baño antes de que llegue el servicio a la habitación -sonreí.

Sh: si tardas no te esperare para comer, no se tu pero si que tengo hambre -rió.

- ten cuidado con lo que haces Lee Seoho -lo amenace con mi dedo.

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- ¿Cuál me quedará mejor? ¿El rojo o el rosa? -pregunté mirándome al espejo.

Sh: la rosa! -gritó desde afuera del baño.

Reí. Creo que escucho todo mi debate sobre que enteriza ponerme. Me siento un poco avergonzada. Un poco mucho.

Le hice caso. Me puse la enteriza rosa. Me gusto mucho como me quedo. Arriba me puse un cubridor. Esta vez blanco para que combine mejor. Me hice una trenza y salí del baño. Seoho ya estaba listo. Me estaba esperando.

Sh: eres rara -dijo mientras yo agarraba mis lentes que estaban en la cama.

- ¿Ah? -lo mire confundida.

Sh: ¿Tu me harás lucir mi color de piel o no? -dijo imitando mi voz, la cual cabe aclarar que no le salió.

Otra vez me largue a reír. Estoy muy avergonzada. Tenía la esperanza de que él no halla escuchado nada pero si lo hizo. La próxima hablaré más bajo.

- lo siento...costumbre -me encogí de hombros sonriendo.

Sh: no importa, de igual manera te seguiré amando -sonrió de lado.

Esas palabras fueron tan sorpresivas. Me tomaron muy desprevenida. Quede congelada. Los nervios no dejaban salir ni al más mínimo sonido.

Sh: llamaré a la verdulería para avisarles que se escapó un tomate -se burló.

De repente el nerviosismo fue remplazado por un ataque de risas. En verdad este chico siempre sabe que decir. Me encanta.

- ya vámonos tonto, seguro nos están esperando -negué con la cabeza aún riendo.