VEINTIOCHO.

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- Seoho ya deja de mojarme o me agarrará un resfriado! -dije riendo.

Sh: oh venga! Ya te has mojado casi todo el día, un poco más no te hará daño, no te enfermaras y aunque lo hicieras yo te cuidare, seré tu doctor privado -sonrió.

- contigo no hay caso -negue con la cabeza.

Sh: toma -

Seoho se sacó el saco y me lo puso. Me dio pena aceptarlo ya que él quedaría en camisa. Pero no iba a aceptar un no como respuesta. Así que no me quedó de otra que agradecerle con una sonrisa. El me miro a los ojos y acomodo un mechón de pelo que tenia suelto tras mi oreja. Debo admitir que eso provocó en mí un pequeño escalofrío.

Sh: si quieres podemos salir para que no te resfríes -dijo sin borrar su sonrisa.

- no, podemos quedarnos un rato más si eso es lo que quieres -

Sh: ven, caminemos un poco para que tu cuerpo entre en calor -me agarro de la mano.

Seoho me llevo hasta lo orilla. Y agarrados de la mano comenzamos a caminar. Yo lo miraba a él y él miraba hacia adelante. Me sentía como dentro de una película romántica.

Sh: a mi madre le encantaba este lugar...-soltó de la nada.

- ¿Enserio? A la mía también, cosa que supongo que heredé de ella, siento que es la definición de padecía, desde pequeña siempre he creído que es realmente una maravilla -sonreí.

Sh: mi madre pensaba lo mismo...me hubiera gustado que te viera, o al menos que supiera que al fin me enamoré...quizás ella me hubiera ayudado y en estos momentos me diría cosas como que está orgullosa de mí y que está feliz por que estoy experimentando el amor...-suspiró.

- ¿La extrañas? -

Sh: si...solo tenía dos años cuando falleció...no recuerdo mucho de ella...pero la he visto por foto y era muy hermosa...de hecho tú me haces acordar un poco a ella...no sabría explicarlo...tú cabello es igual al suyo, solo que un poco más largo...además tú carácter es casi idéntico, tú eres igual de juiciosa que ella -rió.

- ¿Y cómo sabes eso si no recuerdas nada de ella? -

Sh: por que mis tías me cuentan, siempre que les pido que me hablen de ella lo hacen -

- qué bonito -desvíe la mirada.

Sh: ¿Tú madre cómo era? -

- no lo sé...mi padre nunca quiere hablar de ella y no tengo a nadie más que lo pueda hacer...aveces me imagino cómo era y llego a tener muchas versiones de ella...algunas buenas y otras malas...pero creo que era una mujer muy guerrera ¿Sabes? Yo creo que ella no le temía a nada y siempre se enfrentaba a la vida de frente, y sobre todo...que tenia valores y un gran corazón -lo miré.

Sh: es tierno que pienses eso de ella...-paso su brazo por mis hombros.

- si...aunque debo admitir que tengo miedo, me aferro a esa idea pero cuando no tienes manera de saber nada...pensar mucho aveces no te ayuda -hice una mueca.

Sh: cuando tu mente divague...solo piensa las cosas en las que no te pareces a tu padre -

- es difícil, soy casi una copia de él solo que en mujer, pero lo intentare -sonreí.

Sh: acabas de encontrar la primera, eres mujer -rió.

- creí que era un momento serio! -

Sh: lo siento, lo siento, no puedo ver como estas triste, necesito hacerte reír -sonrió.

- esta bien, en ese caso, gracias -sonreí.

𝐒𝐔 𝐂𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐒𝐎𝐍𝐑𝐈𝐒𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora