TREINTA Y CINCO.

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Me desperté por un insoportable dolor de cabeza. La resaca. Abrí lentamente los ojos intentando procesar donde estaba. Una vez que lo logre intente levantarme de la cama. Pero algo me lo impidió. Tal vez alguien.

Rápidamente cheque lo que llevaba puesto. Solté un pequeño suspiro de alivio al ver que tenía todas mis prendas. No recuerdo cómo llegué aquí. Lo último que sé es que Seoho me defendió de alguien. Ya luego nada más. Puedo asumir que el me trajo hasta mi casa. Que me ayudo a subir las escaleras y que me trajo hasta mi cuarto. Pero. ¿Por que estamos durmiendo juntos?.

Estoy en una situación que me nubla. Sinceramente. No se que hacer. Por un lado quiero levantarme y hacer lo que sea. Y por otro quiero quedarme. La situación también es algo incomoda.

Creo que la vida quería que me levante. Por que de la nada el estómago se me revolvió y me dieron náuseas. Rápidamente me levante y casi corriendo me metí al baño. Levante la tapa del inodoro y comencé a vomitar. Me arrepiento de haber bebido tanto anoche.

Sh: ¿Hyujin estás bien? -preguntó él quien recién se estaba levantando de la cama.

- si -dije con dificultad.

Sh: ¿Donde están las pastillas? Te daré algo para que te sientas mejor -se apoyo en el remarcó de la puerta.

- en el segundo cajón de la mesita de luz...-lo miré.

Solo alcancé a ver cómo Seoho se daba media vuelta. Las nauseas no paraban. Mi cabeza daba vueltas. Mi estómago me dolía mucho. Y me sentía muy débil. La resaca me pega demasiado mal.

<< 🌸 >>

- ya estoy bien...no te preocupes, solo son efectos del alcohol, no me voy a morir seoho!! -reí.

Sh: sigues con dolores, ¿Y si necesitas ir al hospital? ¿Quien te va a llevar? Es mejor que me quede aquí contigo por si las moscas -me sonrió.

- no sirve de nada seguir insistiendo, eres terco como tú solo!! iré a hacer el almuerzo -suspire.

Sh: te ayudar-lo interrumpí.

- tu te quedas aquí y esperas a que esté la comida, busca algo para ver por qué tardaré, y si te apareces por la cocina ya sea para buscar un vaso de agua o algo, te golpearé con el sartén -lo amenace.

Sh: ¿Acaso eres rapunzel? ¿Que golpea al hombre con el que se va a casar con un sartén? -sonrió de lado mientras elevaba una ceja.

- tal vez -reí.

Sh: entonces ¿Que esperas? Golpéame con el sartén y luego nos casamos -se levanto del sofá.

- siéntate por que en vez del sartén te golpearé con la silla -lo senté agarrándolo de los hombros.

Sh: no he visto a ninguna princesa que golpee a el amor de su vida con una silla...tal vez seas la primera -dijó pensante.

- ya no perdere más el tiempo contigo por que me muero de hambre, así que iré a cocinar, y tú ya estás advertido -sonreí.

Sh: ya lo entendí -rió.

Reí por última vez y luego fui a la cocina. Estaba pensando que cocinar. Pero no sé en qué momento termine pensando en Seoho.

¿El amor de mi vida?. Ja. Tonterías. El amor no es algo de un día para otro. Lleva tiempo. No te enamoras de una persona por su físico. Te enamoras de verdad cuando la conoces. Cuando sabes quien es. Y si bien prácticamente Seoho ocupa la mayoría de mi tiempo libre. No lo conozco lo suficiente como para estar enamorada. Tal vez dije que estoy empezando mi primera historia de amor. Pero estar realmente enamorada tiene un significado más profundo para mi.

Mejor pienso que cocinar. Él hambre me puede más. Lo siento Seoho pero sin comida me muero.

𝐒𝐔 𝐂𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐒𝐎𝐍𝐑𝐈𝐒𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora