Harry Payne es un exitoso miembro de la Policía Científica. Logró el puesto deseado, convive con la mujer que ama, y disfruta de los amigos de siempre. Hasta que Virginia Wade regresa a su vida con una noticia inesperada que puede arruinar su matri...
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Volver a verte - Capítulo 8: Un nuevo desliz
Su teléfono sonaba en la salita de la guardia del Hospital Saint Thomas. Los otros médicos dormían, y sonaba una alarma cuando había una emergencia. Leyla se despertó súbitamente y atendió, adormilada.
-Susan, ¿por qué llamas a esta hora? -se sentó en la cama, sin lograr entender qué le decía- ¿Estás borracha?
-Algo así, me quedé en casa deprimida, tomando vino... ¡creo que necesito un amigo!
-Ja, no me digas.. yo también lo creo.
-¿Por qué estabas durmiendo? ¡Me imagino que el reencuentro con tu esposo fue puro fuego!
-Sí, pasado por agua -sonó su cuello, con los ojos cerrados.
-¿Qué quieres decir?
-Estoy en el hospital...-contestó, frotándose la nuca, dolorida - Decidí aceptar la guardia cuando Payne me clavó para irse con su adorada Kyara.
-¡No te la puedo creer!- se indignó la joven, alargando las sílabas- ¡Parece que la chirusa es muy hábil!
-El caradura de mi marido me dijo muy campante que estaba preocupado por su retoño.. ¡y había ido a verla esta mañana! - rezongó, harta.
-Tienes que conocerla cuanto antes, y ganarte un lugar en su vida- apremió Susan.- Es esencial que te adore, ¿me oíste?
-Muy fácil, Harry se niega a decirme por qué es tan especial... y no está ansioso con que yo encaje en la ecuación de su nueva vida con Kyara -dijo Leyla con desánimo.
-Haz lo que sea, pero apura el trámite...y debes hacer otra cosa que también es importante.
-¿Qué?
-Folla mucho con él...como sino hubiera un mañana.- dijo Susan, explícita.
-Ahora es especialmente importante que lo dejes exhausto de tanto acabar...debes ser una perra en la cama.
-Te tomo la palabra. - Kelly, la muchacha de recepción del Hospital, entró en la habitación haciéndole una seña- Tengo que colgar amiga, me necesitan por aquí - cortó y la miró -¿Qué sucede, Kelly?
-En el área de quemaduras graves, un paciente necesita ayuda, deben cambiarle el suero... no lo soporto más.
-¡Eso lo hacen los clínicos o enfermeros!- protestó Leyla de mal humor.- Yo soy cardióloga, por si lo olvidaste.
-Tus colegas salieron a fumar -explicó Kelly, desganada- Está llorando del dolor, sufrió quemaduras por todas partes.
Leyla llegó a la habitación cuatrocientos cuatro, y entró leyendo la historia clínica del paciente, distraídamente. Lo escrutó con sus ojos claros detenidamente: era rubio, de ojos celestes, y bastante flacucho. Farfullaba insultos, estaba muy dolorido. Según su ficha lo habían salvado de milagro por incendio intencional en su hogar. Al ver su rostro más atentamente, lo reconoció de inmediato. Era su ex compañero de curso, en el Internado de Westminster.
