Capítulo 20 : Cuida a tu madre por mí
Dos días después.
Ginny:
Te escribo esta carta por motivos de fuerza mayor. La CIA nos encomendó resolver un caso bajo secreto de sumario, y con Nicholas debemos partir urgente al exterior. No tenemos tiempo de despedirnos, y por razones de seguridad no puedo revelar hacia dónde nos dirigimos. De hecho, cambiaremos nuestras identidades, pero nos mantendremos en contacto por carta. Por favor, entrégale mis cartas a Kyara, le escribiré una vez por semana.
Lamento todo lo que te he hecho sufrir, y lamento haber omitido que Kyara estaba en peligro. Pensé que era lo mejor, no fue adrede, te lo juro. Creo que esta distancia me hará bien para reflexionar acerca de mi actitud, siento que no puedo darte lo que tú te mereces. De cualquier modo, siempre estaré para ti y para Kyara... Dile que la amo...
Harry.
Ginny dejó la carta a un costado. Eran las siete de la mañana, y como cada día, releía la primera y única carta que Harry le había escrito antes de irse. El resto eran para Kyara, pero reprimió el impulso de leerlas, pese a que la niña insistía en mostrárselas. Le dolía demasiado ver su caligrafía...era una prueba explícita de su indiferencia.
Los fines de semana, en los cuales veía a Tobías y cantaba en el bar, eran más fáciles. Lograba distraerse, pero cuando volvía a su casa el vacío la invadía, y no podía evitar torturarse haciéndose preguntas insalubres.
Algo no cuadraba... Harry se había ido abruptamente y aún así tuvo tiempo de preparar un documento firmado por un escribano en el cual la nombraba "heredera temporal" de una de sus mansiones y tres cuentas bancarias del Banco Clydesdale, disponibles ilimitadamente para gastos personales. "Como si el dinero solucionara todo", pensó ella con rabia. Y sin embargo, trató de tapar el dolor de Kyara con cosas materiales. Es que ya no sabía como consolarla por la ausencia de su padre.
La mansión, ubicada en el distrito londinense de Kensington & Chelsea, era enorme. La puerta principal daba a una escalera, que se bifurcaba a los costados: eran dos casas idénticas, como un espejo. Al principio, la amplia cocina con una isla en medio de mármol donde también estaban incrustadas las hornallas; un lavadero con grandes máquinas para meter kilos y kilos de ropa. El living comedor estaba unido a ella, y en los pasillos había cuatro suites de camas grandes, con balcón al jardín.
Ginny le pidió a Luna que las acompañe, no tenía sentido que malgaste dinero en un alquiler contando con dos casas unidas. Cinco meses atrás, quiso rechazar aquel privilegio pero por órdenes de seguridad de "la maldita CÍA", se vio obligada a mudarse, y debían proteger su identidad... "Mundo machista, ¡él puede decidir dónde vivimos! ¡Ni que Kyara fuese su propiedad!"
No le hacía gracia aceptar algo del padre de su hija. Le mintió y se borró del mapa sin decirle nada, sin despedirse, ni siquiera fue a ver a Kyara cuando estaba internada, se fue sin decir adiós dejando una miserable carta. Lo último que recordaba de él, era que la había desmayado con cloroformo para evitar que viera a Kyara... y el momento en que despertó.
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"Volver a verte" - Finalizada ✔
De TodoHarry Payne es un exitoso miembro de la Policía Científica. Logró el puesto deseado, convive con la mujer que ama, y disfruta de los amigos de siempre. Hasta que Virginia Wade regresa a su vida con una noticia inesperada que puede arruinar su matri...