Belleza Negra ☠️ kookmin

006.

Jimin despertó en una cama varias horas después con un pañuelo húmedo acomodado en su frente y con la boca seca. Pudo reconocer la habitación en la que se encontraba pues era en la que habitualmente había estado desde el primer día, así que supuso que era un camarote de huéspedes o algo parecido.

Sin esperarlo una figura que anteriormente no había visto apareció a su lado, logrando sobresaltarle y moverse de la cama.

—¡Oh, lo siento! —se disculpa rápidamente un tripulante que inmediatamente reconoció— No quería asustarle, Alteza. ¿Se encuentra bien?

Se trataba de Kim Seokjin, el cocinero al que había golpeado en la cabeza con una pieza de mármol. Inclusive aún podía notar la herida cerca de su cien.

Relajando un poco más su cuerpo Jimin asiente suavemente con la cabeza y traga saliva.

—¿Necesita algo? —pregunta amablemente el castaño.

—Tengo sed.

Enseguida Seokjin se acerca a una pequeña mesa donde sirvió en un vaso de cristal agua fresca y después se lo entregó al príncipe quien inmediatamente bebió como un desquiciado. Dejado el vaso a un lado y estando sentado en la orilla de la cama, intentó levantarse pero su cuerpo no correspondió por él.

—Ahora mismo se encuentra débil, su Alteza. Necesita comer —explica Seokjin mientras le extendía una bandeja con comida— Así que el capitán ordenó este plato de comida para usted.

Jimin asintió algo consternado, pero de todas formas comenzó a comer olvidándose de los modales o cualquiera de esas mierdas. Estaba literalmente hambriento.

—Gracias... ¿Seokjin? —adivina mientras toma un poco de agua.

—Exacto, y de nada, es un placer servirle.

Inconscientemente el rubio se sintió nuevamente en un palacio, donde los sirvientes se encargaban de atender todas sus necesidades y deseos. Fue extraño. Aunque tampoco se iba a ilusionar, aquel hombre que le daba comida no era más ni menos que un pirata más del barco, no un sirviente real.

—Yo... —comienza sin saber si era correcto decirlo pero su personalidad no le permitía tragarse una debida disculpa— Quiero pedirle una sincera disculpa por haberle golpeado aquel día, no fue mi intención, simplemente me tomó de sorpresa y-

—Descuide, Alteza —se apresura a decir el castaño— La disculpa es mía por haberle insultado, realmente me salí de mis casillas.

—No, no, es completamente entendible el enojo si alguien te golpea la cabeza... —ríe con nerviosismo.

Seokjin sonríe comenzando a acomodar algunas cosas de la habitación bajo la atenta mirada de Jimin.

—¿Le digo algo? —comienza el príncipe sin dejar de comer— Creo que usted es el hombre más amable que hay en este barco. Además es el único que me ha tratado con respeto y extraña obediencia.

—Bueno... —se encoge de hombros— Quizás sea porque serví durante muchos años a la familia real, así que ya estoy acostumbrado a tratar con personas como usted.

Jimin deja de comer y procede a verle con sorpresa.

—¿Qué? ¿Es en serio? No recuerdo haberle visto en ningún lado...

—Oh, es porque fue antes de su nacimiento.

—¿Y qué pasó? —interroga bastante confundido— ¿Cómo es que terminó aquí?

—Decidí tomar un camino diferente en mi vida después de que mi esposa e hija fallecieran en un incendio... —suspira decaído— Así que ahora no tengo nada que perder.