☾22☽ Pedacito de vida

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En mi habitación sonaba la primera, pero una de las eternas, canciones de Pink Floyd en un volumen bajo mientras leía uno de mis libros acostada en el diván con los pies cruzados al tiempo que Julen caminaba hablando por su celular con su secretario.

—No, dile que no firme el contrato hasta que yo lo haya revisado —indico moviendo una mano en el aire viendo nada en especifico—. Si, si, estaré de vuelta en Seattle pasado mañana —respondió a la pregunta callando para oír las palabras del otro lado de la línea—. Perfecto, adiós.

Con un suspiro él se volteo cortando la llamada con una mano en su cintura y yo gire la cabeza para verlo con una suave sonrisa.

—Hace una semana que estas aquí, ya era hora que volvieras a hacerte cargo de la empresa —comente mirándolo alejarse de uno de los grandes vidrios que daba al bosque para acercarse y sentarse en un borde del diván masajeando su nuca.

—Vendrás conmigo —determino sacando la vista del piso para verme bajando la mano de su cuello.

—Julen... —empece a decir con un suspiro cerrando el libro.

—Lo dije, no te dejare —hablo poniéndose mas firme entrando en esa actitud de niño testarudo.

—¡No podre salir del departamento durante todo el día! —me queje recordándole mi "pequeño" problema con el sol.

—Saldremos en la noche —dijo como si fuera la solución a todo—. Además yo estaría trabajando en la mañana.

—¿Y? ¿No puedo salir sola si quiero? —enarque una ceja y él hizo una mueca con la boca negando mientras cerraba los ojos pensando sus palabras.

—¡Si, claro que si! Pero, bueno, um... Ahora no puedes —dijo viéndome de arriba a abajo.

—¡Exacto! —reí al él caer en mi trampa.

—Vamos, Karo, no sera tan complicado —se quejo moviendo un poco el cuerpo con impaciencia—. Estemos juntos —pidió suave agarrando mi mano a sabiendas de que quería persuadirme.

—Esta es mi familia —determine viéndolo intenso a los ojos.

—Nunca dije los contrario, pero, ¿no nos iremos a vivir juntos luego de que nos casemos? Quiero intimidad contigo —soltó sin mas, dejándome totalmente muda por lo que acababa de decir.

—¿Que... nos... casemos? —inquirí viéndolo con ojos mas grandes.

—Obvio, planeo casarme contigo y pronto, quiero estar a tu lado de todas las maneras posibles ahora que podemos cuando antes no tuvimos la oportunidad —bajo la vista a mi mano acariciándola con el pulgar de la suya—. ¿Te desagrada? —enarco una ceja levantando su verde vista a mi.

—No, claro que no —negué con una leve sonrisa—. Me agrada — dije y apreté su mano.

Con esa señal, Julen se inclino soltándose y apoyándose en un brazo en el otro borde del diván poniéndose sobre mi y tomando posesión de mis labios para darnos un beso corto.

—¿Entonces vendrás? —pregunto a centímetros de mi cara.

Cerré los ojos e inspire pensando que era inútil pelear con él.

—¿Por cuantos días? —pregunte viéndolo una ceja enarcada mientras Julen sonreía victorioso.

—Dos semanas, volveremos para el cumpleaños de Jacob —aclaro como si fuera un tema importante para mi.

—Ah, es verdad —dije recordándolo aquel evento—. De acuerdo, iré —asentí rodando los ojos empujándolo por el pecho volviendo a mi actividad de lectura.

𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora