☾21☽ Camino por delante

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El bosque estaba tranquilo en comparación con lo que podía pasar, siempre en paz mientras el resto se revolucionaba.

En estos exactos momentos tenía a Julen frente a mi viéndome paciente, esperando a que empezara de alguna forma o soltara directamente que era lo que perturbaba mi mente sin que él presionara para que lo hiciera.

—Bueno... —empece mirando el suelo—. ¿Aún quieres estar conmigo? —levante la vista algo dudosa.

Julen parecía confundido por esa pregunta.

—Si, por supuesto, sino ya me hubiera ido. Además, como te dije siempre, te amo —dijo como si fuera algo ya sabido—. ¿Tu no? —me miro expectante

—Es una pregunta estúpida, te lo dije aún cuando sostenías un arma contra mi nuca, así que es mas que obvio que te amo, pero...

—¿Pero? —apuro el asunto entrecerrando los ojos y empezando a tensar los labios.

—Desde que te conozco dijiste que querías formar una familia y ver a tus nietos crecer, pero, Julen... —moví mi cabeza de forma negativa y suspire—. Estoy prácticamente muerta, me congele en el tiempo, y no puedo darte nada de eso. Entiende que si eliges estar conmigo te voy a sacar muchas cosas de las que deberías disfrutar al tener una pareja humana, muchas cosas, y no quiero que al estar conmigo con el tiempo te arrepientas de haberme elegido, de haber desperdiciado tu vida con alguien como yo y luego me tengas rencor.

Él frunció el ceño mirándome fijo, se veía molesto por lo que le acababa de decir, como si dijera aquello para que renunciara a mi sin que yo tuviera que dejarlo, pero al mismo tiempo también se veía dolido, pensativo. Mas que nada, enojado con la verdad.

Sabiendo lo que tenía que hacer, retrocedí unos pasos.

—¿Karo? —pregunto al ver que me iba.

—Por favor, pensalo mucho, necesito que lo hagas —indique viendo su alarmado rostro.

—¿A donde vas? ¿¡Vas a huir de nuevo!? —gruño alto frunciendo el ceño con sus verdes ojos brillando con fuerza.

—No, solo quiero dejarte solo por un par de horas para que pienses en esto, lo que implica estar conmigo —me explique—. Si unas horas no son suficiente, te daré todo el tiempo del mundo, pero definitivamente volveré —asegure asintiendo y con voz clama, modulando cada palabra como si le estuviera hablando a un niño pequeño.

Con eso, me di la vuelta y la velocidad vampiro volví a casa, donde Alice me esperaba fuera de su auto amarillo en marcha.

—¿Vamos de compras? —pregunto con una sonrisa y un guiño de ojo.

Inmediatamente recordé lo que me había dicho esta mañana y sonreí con desgano mientras negaba con la cabeza.

—No te preocupes —dijo poniendo una mano en cada brazo mio para acariciarlos y apretarlos—. Julen sabe el camino de vuelta a esta casa, y el tiempo de caminata le servirá para hacerse la idea, así que vamos y déjalo pensar —dijo, a lo que inspire profundo y solté el aire en tres tiempos para terminar aceptando—. ¡Compras! —festejo abriendo la puerta de conductor, subiéndose mas rápido que nunca al vehículo.

Puse los ojos el blanco pensando en que debía estar realmente mal para aceptar ir con Alice a comprar a Seattle, como era normal, pero sabía que me serviría para distraerme y no estar alrededor de Julen para darle su tiempo.

—Sé que ir de compras no es lo que te gustaría hacer ahora, así que voy a dejar que elijas que hacer en la ciudad —sonrió volteando a verme mientra se adentraba a su zona favorita de Seattle.

𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora