Una nueva sesión de entrenamiento se estaba por dar y solo faltaban cinco días para la boda, pero considerando mi gran fracaso del primer intento de tener la sangre de Julen cerca de mi, y el ataque inconsciente que había realizado a Carlisle, desde este momento se había decidido hacer algo mas intenso para poder lograrlo a la fecha indicada, por que sino mas que el casamiento y la celebración no sucedería nada mas, para la desdicha de Julen y, tenía que admitir, mía también.
Por lo que, una vez mas, me encontraba de pie en el garaje con todos mas que atentos a mi, teniendo ahora a Emmett detrás mio, en lo que yo agudizaba mis sentidos en el deseo de saber todo lo que sucedía, no tener ninguna sorpresa, pero moví mi cabeza hacia la puerta al empezar a sentir el olor familiar de la sangre de mi pareja, pensando que de verdad la habían escondido bien para que no la sintiera en el día a día. Amague a moverme hacia la entrada del garaje, pero Emmett me sostuvo de la mano. Cuando Carlisle entro se detuvo en el marco de la puerta al verme totalmente giraba a él y mas cerca de lo que esperaba, pero él ingreso de todas formas observando mis ojos seguirlo en el mas mínimo movimiento hasta que retrocedió cuando dí un largo paso y estire mi brazo. Inmediatamente Jasper me agarró y me empujo hacia atrás, a lo que le gruñí levemente deteniéndome de luchar al ver todas las marcas que él tenía en su cuerpo, una gran advertencia que él podría deshacerme si todo esos vampiros no lo habían hecho antes. Pasados unos segundos, el rubio calmo mis emociones y salió de en frente mio volviendo a su posición, permitiendo que lo volviera a intentar.
—¿Que hace ella aquí? —pregunte algo arisca al ver a Renesmee entrar a la habitación, teniendo a su madre al lado como la protectora y vampiro mas peligroso de la habitación.
Nadie se metía con su hija.
—Esta aquí para ayudar —respondió Edward poniéndose al otro lado de la chica.
La híbrida me sonrió analizándome con la mirada, seguramente notando la diferencia en mi postura y actitud y como de vez en cuando observaba de reojo la bolsa con sangre como si Carlisle estuviera cuidando a mi presa en el medio de que yo lidiaba con las distracciones.
—Solo te tocare —indico mostrando una de sus manos.
Observe su palma velozmente antes de verla a sus orbes castaña.
—De acuerdo —dije seca sin entender a que venía todo esto, parecía demasiado fuera de lugar.
La suave piel de Renesmee toco mi mejilla con un aura de paz totalmente discorde con lo que yo era internamente, pero de repente colores empezaron a pasar frente a mis ojos hasta que formaron la imagen mía riendo abrazada a Julen en la cama de la habitación de invitados que usábamos cuando él estaba. Las habitaciones de la casaran se proyectaron y todo el lugar se encontraba vacío a excepción de esa pieza donde estábamos, ahora acostados y besándonos con nuestras manos paseando mas allá de lo usual con nuestros cuerpos juntos de una forma que generaba que el corazón del hombre se acelerara por la situación que se estaba dando. El latir contra mi pecho, su respiración contra mi cuello mientras lamia y besaba la sensible zona con su palpitante sangre andando con cierta mas velocidad de la normal... Sin esperarlo, una extraña ansiedad se puso en mi.
Mi garganta se cerro, mis dedos se tensaron y se curvaron clavando las uñas en su espalda, generando que Julen gimiera de una forma mas dolorosa que placentera y tratara de apartarse, pero mis manos le impidieron cualquier tipo de movimiento y simplemente subí una de ellas a sus cabellos negros, los cuales tome con fuerza, sintiendo algunos mechones salirse, y movía para dejar su cabeza tirada a un lado mientras giraba mi cabeza. Un gruñido de emoción salio de mi al ver una de las venas principales recibir mas sangre por la aceleración de la situación que estaba creando, así que sin mas abrí mi boca y mordí oyendo una fuerte queja de Julen, aunque mi cerebro la anulo por completo.
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𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍
FanficPor culpa de otros tuvo que dejar a la persona que amaba, las cosas no se entendieron y terminaron mal. Ellos la encontraron y la hicieron su familia. Esta es la historia de Karo, que sin esperarlo, se hizo una Cullen más.