Caminando por la habitación fui recogiendo mis prendas que descansaban en alguna silla o escritorio para volver a colocarlas en la maleta que ahora debía cerrar para regresar a mi hogar en Forks, donde en ese mismo día me esperaba el cumpleaños del hombre lobo que en un momento estuvo dispuesto a sacarme la cabeza: Jacob Black.
—Si sigues tardando tanto no llegaremos a la celebración —se quejo Julen apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
—¿Acaso importa?, ni lo conoces —dije doblando mi buzo negro.
—Claro que si, no quiero dar una mala impresión —respondió como si fuera obvio.
—Um, si, claro —murmure rodando los ojos, sabiendo que tenía la mirada verde siguiendo mis movimientos.
—¿Tan pocas ganas tienes de ir que no usas tu velocidad de vampiro o telekinesis para hacer todo esto mas rápido?
—Jacob no es justamente mi persona favorita... —conteste haciendo una mueca y negando apenas—. De todos modos, ya estoy lista —dije girándome a él con el no muy grande bolso colgando de un hombro.
—Genial, vamos que el auto nos espera —movió la cabeza amagando a dar la vuelta y abriendo un brazo, así que ocupe mi lugar a su lado dejando que me abrazara por los hombros.
Salimos del departamento, cerramos la puerta con llave y activamos la alarma para pasar a ir directo al estacionamiento y subirnos al vehículo partiendo directamente a Forks
Al llegar a la ciudad, luego de las típicas horas de ir a velocidad media, lo primero que hicimos fue ir a casa a dejar los bolsos y a descansar por lo menos unos minutos, mas que nada Julen, agradeciendo que la casa estaba vacía, porque los demás ya estaban en la reserva.
—Te ves preocupada —dijo él antes de abandonar la estructura para ingresar de vuelta al auto.
—Es que los Cullen tenemos un contrato con los Quileute, y es que no podemos morder a nadie en Forks, pero como eres humano, y mi pareja, de seguro sabrán que te voy a convertir, así que me preocupa que se pueda armar algún problema.
—Vamos, no estaremos solos si algo sucede —trato de calmarme sosteniendo mi mano, a lo que sonreía tratando de aparentar que estaba bien, pero los nervios continuaban.
El chófer nos llevo a la reserva y después se fue a descansar a un pequeño hotel de Port Ángeles para el día siguiente volver a Seattle, dejando a su empleador conmigo. Ya en el lugar, los dos nos bajamos en las zonas de casas y empezamos a andar entre los caminos hasta dar con la que parecía ser la mas grande e iluminada del lugar.
—¡Llegaron! —sonrió Alice saliendo sola a nuestro encuentro.
—Hola —sonreí abrazándola para luego dejar que ella saludara a Julen.
—Vengan, pasen, están todos adentro —indico moviendo una mano.
—El olor a perro es impresionante —suspire negando e inspirando.
—Solo no respires —recomendó mi hermana volteando la cabeza y guiñando un ojo.
—Hum, eso no será difícil —respondí considerando que ya estaba "muerta".
El interior era amplio, había una mesa de madera en medio con diferentes tipos de comida y bebidas que toda la manada y familiares ingerían, pero no me enfoque en eso, sino que inspire apretando un poco la mano de mi pareja, y camine hacia el chico de la celebración.
—Feliz cumpleaños, Jacob —dije captando su atención inmediata, sus ojos negros viéndome casi de arriba a abajo para detenerse en la bolsa que le tendía.
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𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍
FanfictionPor culpa de otros tuvo que dejar a la persona que amaba, las cosas no se entendieron y terminaron mal. Ellos la encontraron y la hicieron su familia. Esta es la historia de Karo, que sin esperarlo, se hizo una Cullen más.