Observe todo en cámara lenta. Su enorme cabeza de lobo mostrándome los puntiagudos y grandes dientes a centímetros de mi rostro mientras sentía el vidrio romperse por la presión que Jacob y yo ejercíamos a mis espaldas, luego la extraña sensación de mi cuerpo caer mientras miraba el gran agujero del ventanal roto del segundo piso, donde Jacob me miraba con sus patas delanteras en casi en el borde. Estaba muy sorprendida, a pesar de que nuestra especie procesaba todo a gran velocidad, nunca un hombre lobo me había atacado, así que mientras trataba de reaccionar no llegue a ponerme en buena posición para aterrizar y caí sobre la baranda del porche. Lo primero que capte fue el ruido de... ¿porcelana rompiéndose? Si no era eso, al menos sonaba así. Una vez que todo se detuvo me senté en el suelo mirando de forma rápida la baranda, pero gemí sintiendo dolor en mi costado izquierdo. De forma inconsciente toque el lado afectado, pero sentí frío bajar por mi cuerpo al notar que tenia una agujero, que un gran pedazo faltaba. Al mirar a mi alrededor vi que los pedazos de mi cuerpo estaban desparramados en la tierra con los pequeños pedazos de vidrio del ventanal y, de repente, sentí miedo. ¡Me faltaba una parte del cuerpo! ¿Que haría ahora?, ¿me quedaría así para la eternidad?
Aunque no quisiera me empece a desesperar y al ver a Jacob aun en su forma de lobo gruñendo la ira apareció acaparando todo mi cuerpo, así que me levante rápido ignorando el dolor y salte al segundo piso al tiempo que Carlisle y Edward se habían acercado a mi para atender mis heridas ahí abajo. Jacob retrocedió, pero yo lo agarre del cuello y lo tire hasta que choco con una pared, enseguida Emmett me agarró pero yo logre zafarme de su amarre, aunque en el tironeo me quito la remera dejando ver el gran hueco que tenia desde mi cintura hasta la mitad de las costillas. Note la cara de horror de todos mientras Jacob se ponía de pie mostrándome sus peligrosos dientes listo para la pelea, así que con mi mente levante todos los vidrios rotos y los deje suspendidos con sus afiladas puntas en dirección a él. Jacob me miró a mi y a los vidrios algo asustado, definitivamente no se esperaba que encima de pelear con un vampiro debiera hacerlo con un don que podía dejarlo fuera de batalla. Ignorando el hecho de que podía matarlo, ya estaba a milésimas de segundos de dar la orden de mover los vidrios, pero alguien se puso en medio.
—¡Renesmee! —escuche gritar horrorizada a Bella.
En lo que tarda un pestañeo, Carlisle y Edward, aparecieron quedando atrás de Jacob, mientras él y yo nos mirábamos enfurecidos y desafiantes, pero al bajar la vista detuvimos cualquier posible movimiento, especialmente él viendo de quien se trataba.
—No se lastimen... —dijo con voz triste.
De inmediato me sentí terriblemente culpable y con un suspiro todos los vidrios cayeron al mismo tiempo al suelo mientras me dejaba caer de rodillas al tiempo que Jacob bajaba las orejas y empezaba a llorar acercándose lentamente a Renesmee. Alice se puso a mi lado mirando el lado destrozado intentando pensar que hacer.
—E-eh... ¡Carlisle! —llamó y él vino de inmediato.
—Llévenla al consultorio mientras Edward y yo vamos a recuperar el resto —indico mientras hacía una mueca, eso se había escuchado peor de lo que creía, es decir, ¡iban a buscar los pedazos de mi cuerpo!
Hasta ese momento creo que no había tomado la verdadera dimensión de lo que me había pasado, pero esas palabras me abrieron los ojos.
—Alice... ¿Q-que va a p-pasar? Tengo miedo —le dije asustada mirándola a los ojos sintiendo como ella sacaba su lado protector.
—Tranquila, tranquila, Carlisle lo va a solucionar —aseguro y me agarró en brazos para llevarme al lugar previamente indicado, el cual parecía un hospital en una sola habitación.
Con delicadeza me dejo en una camilla y me recosté del lado sano de mi cuerpo. En el tiempo en que Carlisle tardó en llegar logre calmarme, debía de haber una solución, porque sino todos los vampiros tendrían hoyos en el cuerpo por la eternidad, así que debía de haber un secreto para curar esto. La puerta se abrió y Carlisle entró con un plato metálico. Lo dejo en la mesita que estaba junto a la camilla y caminó alrededor de esta para situarse frente a mi.
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𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍
FanfictionPor culpa de otros tuvo que dejar a la persona que amaba, las cosas no se entendieron y terminaron mal. Ellos la encontraron y la hicieron su familia. Esta es la historia de Karo, que sin esperarlo, se hizo una Cullen más.