Estando al mando del auto con Julen al lado como copiloto, de la carretera marcada por el pavimento, doble para introducir el auto al bosque en un lugar donde nadie iba y que yo usaba como mi escape personal en esos momentos donde Edward se encontraba en la casa y era capaz de oír lo que pensaba.
No es como si no me hubiera acostumbrado, pero había ciertas cosas que me gustaba recordar o considerar en la privacidad de mi mente.
Estacione el vehículo y gire la llave apagando el motor viendo los movimientos de mi mano al hacerlo, para después poner ambas sobre mis muslos y mirar al frente el bello paisaje con una inspiración. Me incline apenas hacia delante para ver el cielo a través del parabrisas, notando que había algunas nubes hasta donde el tupido bosque me permitía con sus ramas y hojas.
Julen estaba inesperadamente callado, aunque siempre había sido una persona que se expresaba mejor con las acciones y no las palabras, así que de cierta forma se podría llegar a decir que él estaba en una actitud normal.
—¿Vas a responder? —pregunto de repente volteando tranquilo el rostro a mi.
También lo mire a sus hermosos ojos verdes antes de bajar la vista y volver mi visión al bosque.
—Una vez a la noche, cuando iba a tu casa, me cruce con Ian Jacks y... podría decirse que peleamos —quise decir lo mejor posible para no soltar lo que realmente había pasado de una sola vez—. La cuestión es que lo deje muy herido en un callejón, pero obviamente vivió y le contó a su padre lo sucedido, lo que hizo que Sebastian tomara rencor conmigo y decidiera vengarse matando a las personas que mas quería para después del sufrimiento mataría a mi —hice una breve pausa oyendo el ritmo del corazón de Julen cambiar ligeramente de ritmo a uno mas acelerado—. Pensé que si desaparecía iría a buscarme olvidando matar a las personas que yo quería, lo cual si hizo logrando así protegerte a ti. En esos dos meses en los que desaparecí, Sebastian no te hizo nada, ¿o si? —pregunte a modo de prueba con una leve sonrisa volviendo a verlo, pero lo que obtuve fue que él se inclinara y me abrazara con fuerza.
—Perdóname yo... pensé que ya te habías cansado de mi, que ya no me querías y perdí el control de mi mismo —hablo contra el costado de mi cabeza, su voz muy cerca de su oído sensibilizado, lo cual creo un escalofrío
Correspondí el abrazo con cuidado no quebrar ningún hueso a pesar de que quería estrujarlo.
—Esta bien —asegure restando importancia—. Ya no importa, lo hice para ponerte seguro sabiendo que estarías molesto y que, si me encontrabas, algo como dispararme pasaría. Después de todo, cuando decidí estar contigo era consciente en lo que me metía —lo separe de mi y sonreí mientras él me agarraba de los costados de los hombros—. Ahora que lo pienso... Nunca me dijiste en que tipo de "negocio" peligroso estas que has tenido que... asesinar —lo mire expectante a los ojos.
En su tiempo yo había sido tomada y entrenada para hacer lo mismo bajo un sueldo, pero Julen era de los que contrataban, si es que no lo hacía por su propia mano, trabajo que en cierta forma me había hecho conocerlo cuando era humana.
Ante mi declaración, él sonrió y cerro los ojos inclinándose a besar mi frente de una forma delicada.
—Es suficiente con el hecho de que te haya dejado saber que he matado y que... soy peligroso, pero nunca te quise involucrar en eso porque te amo y no quería supieras mucho de lo que hago, y eso es algo que voy a continuar manteniendo. Así que no te preocupes por eso, no le des mas vuelta —negó ligeramente con la cabeza viendo como yo inclinaba apenas la cabeza a un lado con un puchero—. Solo diré que no es nada con drogas y contrabando de personas, tampoco las soy dueño de chicas y las vendo, ese negocio no me va —soltó al fin y yo continué viéndolo de la misma forma haciendo ojitos—. No hagas eso que me tienta morderlo —hablo mirando mi labio inferior.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍
FanfictionPor culpa de otros tuvo que dejar a la persona que amaba, las cosas no se entendieron y terminaron mal. Ellos la encontraron y la hicieron su familia. Esta es la historia de Karo, que sin esperarlo, se hizo una Cullen más.