Todo el día siguiente me lo pase boca abajo en la cama tratando de ahogarme, lo que para mi mala suerte no iba a pasar al menos que me despedazaran y me quemaran
En estos momentos extrañaba a Jacob.
Lo único para lo que me moví fue para prender la televisión y escuchar todo los noticieros que hablaban sobre el "brutal" asesinato de Sebastian Jacks en su departamento. Los policías hablaban y decían que no había ningún rastro del asesino, las cámaras no habían mostrado a nadie más entrando a la casa, mas que a Sebastian luego de la cena que tuvo, y ninguna de las cerraduras estaban forzadas. Ademas sobre el fallecido o la habitación no había ni una sola pista, cabello o huella dactilar para tratar de identificar el asesino.
Basándome en lo que los noticieros decían, al parecer había hecho todo bien y no había sospechas de mi, aunque no debía de haberlas, solo era otra chica normal de vacaciones en Seattle. Los médicos determinaron que a pesar de todas las heridas internas y huesos rotos, lo que lo mato fue el fuerte golpe en la cabeza, pero aunque no lo hubiera recibido hubiera muerto a los minutos por todos los golpes a los órganos.
Luego de ver las noticias y escuchar todo eso apague la tele y volví a mi estado anterior, boca abajo en la cama. Rápidamente la tarde le dio paso a la noche y la noche al día. Lentamente, mas lento que un humano, prepare mi maleta y pase el resto del día viendo cualquier programa que tuviera algo de interesante y no mostrara las afueras del edificio de Sebastian.
Tuve que desviar mi vista cuando mi celular empezó a vibrar
—Hola, Edward —salude poniéndolo en alta voz.
—Estoy en la recepción del hotel, ya hice el papeleo, vamos a casa —indico y, a pesar de saber el cuestionario que me esperaba en el hogar, nunca estuve mas emocionada por volver.
Agarre mi maleta y baje hasta la planta baja. Allí vi a Edward y me le acerque de inmediato, a lo que él rápidamente paso una mano por mi hombros sabiendo lo que necesitaba. Quería abrazarme, pero era difícil con las valijas, así que cuando salimos y las guarde en el baúl de su Volvo, él fue capaz de hacerlo por un prolongado tiempo. Le devolví el gesto sintiéndome contenida y luego suspire palmeando su hombro.
—Estoy bien —asegure separándome un poco para ver sus ojos dorados—. ¿Como lo tomaron los demás?
—Tienen preguntas que hacer, pero entienden el por que de lo que hiciste —explico y asentí algo aliviada, al menos no me iban a juzgar—. Vamos, tenemos que volver —movió la cabeza y me moví ocupando mi lugar.
Como era normal, los viajes no duraban demasiado, así que una vez que llegamos Edward agarró mi maleta mientras indicaba con la cabeza que subiera, que los demás me esperaban. Abrí la puerta del garaje y empece a hacer lo indicado, pero cada escalón que subía era un paso dudoso, no sabía si estaba lista para un posible interrogatorio, por lo que cuando estuve frente a la puerta de la planta baja me detuve a pesar de que no tenía nada a que temer. Inspire profundo y abrí la puerta entrando con confianza viendo a todos allí esperándome, Carlisle y Esme se levantaron del sillón y me miraron con una pequeña mueca de costado que simulaba ser una sonrisa, mientras que los demás solo me miraban.
—Em... Hola —salude mirándolos incomoda.
Esme me sonrió y estiro un brazo moviendo un poco sus dedos indicando que me acercara, algo que hice notando como mantenía su miembro elevado esperando que la tomara, así que agarre su mano y deje que me atrajera a ella para un abrazo materno y reconfortante.
—Bienvenida —me dijo cuando nos separamos un poco, viéndome encariñada a los ojos.
Pase de sus ojos dorados a ver los mismos del hombre rubio que era su esposo, el cual subió una mano a mi hombro para apretarlo con una mueca similar a la de Esme.
—Ven, siéntate —animo Carlisle y lo hice ocupando la punta de un sillón mirando que ellos hacían lo mismo—. Realmente nos alegra que estés aquí y que pudieras solucionar tus asuntos, nadie discute eso, pero... Solo queremos saber por que no nos dijiste, tal vez podríamos haberte ayudad o apoyado de alguna manera.
Aunque yo pensé que la respuesta era obvia a eso, al parecer para ellos no.
—Aprecio eso, pero, ¿que querían que dijera?, "vuelvo en una semana, voy a matar a Sebastian y su hijo por tratar de violarme y querer matar a la persona que amo. ¡Nos vemos!" —arquee una ceja, ¿quién rayos diría eso?
—¿Como?, ¿quien trato de abusar de ti? —inquirió Rosalie frunciendo el ceño.
Al parecer, Edward no les había dicho toda la historia respecto a mi venganza.
—Verán, Sebastian y su hijo de cierta forma siempre fueron como una organización en competencia con la de mi pareja, y en un momento dado ellos se dieron cuenta o se enteraron de alguna forma que yo estaba con el que era su "contrincante" y, una noche, me cruce con Ian y comenzamos a pelear verbalmente, pero luego las cosas subieron de nivel y él... trato... —deje el relato inconcluso a sabiendas de que entenderían—. Pelee, obviamente yo sabía como hacerlo porque era lo que me había mantenido viva durante toda mi vida hasta que Julen, mi novio en ese entonces, me "adopto" de alguna forma y empezó a cuidar de mi, pero eso no evito que dejara a Ian realmente herido y que Sebastian decidiera simplemente borrarme del plano junto a las personas que apreciaba —reí algo desganada bajando la mirada al recordar—. Ahí fue cuando escape para que mi huida desviara la atención de Julen a mi, esperando que no lo mataran, y el resto simplemente sucedió —me encogí de hombros viéndolo algo intimidad por el extracto de mi pasado que acababa de contar.
—Nos podría haber comentado desde antes lo que había pasado con Ian y Sebastian —comento Rosalie impactada por todo aquello—. ¿Que hacías cuando huma...? —empezó a preguntar, pero Edward apareció interrumpiendo esa pregunta, de cierta formal, crucial para comprender por que parecía estar metida en cosas turbias.
—No es hora de discutir sobre como pudo o no puedo haberlo dicho, y si lo hizo o no. Ya esta, la cuestión ya esta realizada —intervino.
—Pero... —empezó Alice con cierto tono de berrinche.
—Edward tiene razón —dijeron Jasper y Esme al mismo tiempo.
—Y, y... —Alice parecía no saber que preguntar para no dejar el tema atrás como así nomás—. ¡Dinos algo!
—Me encontré con Julen en la fiesta —respondió como al pasar esperando que eso calmara las ansias de su hermana.
—¿Y que pasó? —pregunto Emmett interesado.
—¿Te reconoció? —intervino Carlisle despertando aún mas su atención.
—Si, por una reacción que tuve... Parecía no creer que fuera yo, pero eso me delato —puso los ojos en blanco, detestaba que supiera que hacer o que recordara esos detalles de ella.
—¿Hablaron? —hablo Bella y yo la mire.
—No mucho, él me pregunto si de verdad era yo, lo cual confirmo, y luego por que estaba viva, ademas del tema de la piel fría. Le dije que no podía contarle nada, que tenia que terminar algo y que cuanto lo terminara iría a buscarlo para hablar.
—Lo cual no hiciste —dijo Edward.
—Era lo mejor —lo mire usando un tono para convencerlo de ello.
—¿Para quien de los dos? Él sabe que estas viva y que estas en alguna parte del mundo escondida de su persona, en estos momentos se debe estar preguntando por que escapaste de nuevo o como es posible que estés viva —hizo una breve pausa—. Luego estas tu, acá pensando la razón de la venganza porque al final no puedes estar con él, lo cual en realidad si puedes hacer, solo que tu no te animas a dar el paso —resumió, dejándome totalmente callada por la razón que tenía—. Lo sé —dijo ligeramente arrogante oyendo mis pensamientos.
—¡Es que él ya tiene pareja! Hizo una nueva vida con alguien que puede darle hijos, ¡una familia! No necesita de mi, no cuando no puedo darle nada, ¡no vale la pena!
Ante los pensamientos dolorosos que expuse, todo quedo en silencio con varios pares de ojos dorados puestos en mi sin saber que decir, así que me levante y fui a mi habitación azotando la puerta con mi mente porque si lo hacia yo misma esta se rompería o saldría volando por el enojo de la tristeza que sentía.
La frustración de la verdad de mis palabras.
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𝐒𝐈𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐋𝐎, 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍
FanfictionPor culpa de otros tuvo que dejar a la persona que amaba, las cosas no se entendieron y terminaron mal. Ellos la encontraron y la hicieron su familia. Esta es la historia de Karo, que sin esperarlo, se hizo una Cullen más.