༺❁ 10 ❁༻

306 46 13
                                    

Noviembre de 1806 Bristol,
Inglaterra

John Jervis, Horatio Nelson... eran nombres propios que sonarían en la guerra de la Tercera Coalición como grandes héroes. Y Adrien Agreste Shame siempre estaría orgulloso de haber luchado junto a ellos y haber conseguido con su esfuerzo, su sudor, sangre y lágrimas, que los franceses jamás ganaran en Trafalgar. Napoleón venció al ejército prusiano en la batalla del Rin, pero su flota perdió estrepitosamente contra Inglaterra.

Adrien fue considerado un héroe de guerra y regresó a Bristol con todas las condecoraciones. No obstante, su trofeo más preciado hasta la fecha era saber que Bonaparte y su maldito hermano mayor, al que había nombrado rey de Nápoles, estaban tan ofuscados con la resistencia de los británicos que habían decidido implantar un sistema continental para que los puertos de toda Europa quedaran cerrados al comercio inglés.

Pero su jugada no iba a poder aplicarse ya que Inglaterra, gracias en parte a su colaboración y a la construcción de barcos de vapor en la que estaba inmerso, sería un puerto de referencia a nivel internacional. Y no solo eso, la superioridad naval con la que contaba Inglaterra haría fracasar la política económica europea de Napoleón.

Cualquier afrenta contra el emperador francés era un éxito personal para él. Porque los franceses habían acabado con sus sueños más románticos y los odiaba a todos. Bueno, tal vez no a todos, pero sí a los Bonaparte.

Al menos seguía teniendo a sus amigos Vincent y Theo, que además se habían convertido en sus socios hacía un par de años. Y cuando lo veían demasiado sumido en sus recuerdos, lo sacaban a visitar los clubes y a irse de putas para desahogar la ira y parte de la frustración que todavía albergaba.

Pero el sexo no borraba las pesadillas. Y en todas aparecía ella: Marinette.

La joven huía a caballo de los bandidos y lloraba pidiéndole que la ayudara... Adrien la encontraba en el bosque y la abrazaba porque seguía viva. ¿Por qué la abrazaba si la odiaba tanto? Pero, entonces, aparecía siempre José Bonaparte y le pegaba un tiro. Marinette se echaba a reír y volvía a los brazos del francés, y Adrien quedaba herido de muerte de un disparo en el corazón.

La verdad era que no podía comprender por qué razón se levantaba con las mejillas húmedas de sus amargas lágrimas. ¿Tanto daño le había hecho Marinette? ¿Tan lisiado emocionalmente le había dejado su traición?

Traición o no, dolorido o no, nadie podía quitarle la idea de la cabeza de que en todo el caso de su ex prometida había algo que no acababa de cuadrar.

El hecho de que no descubrieran su cuerpo le colmaba de ansiedad. Eso y lo que descubrió el inspector Couffaine, por supuesto. Las armas con las que dispararon los bandidos franceses eran de manufacturación inglesa, de avancarga, con llave de cañón. ¿Cómo podía ese grupo de franceses enviado por José utilizar armas inglesas? Se empleaban en la armada naval británica, y por el tipo de balas encontradas en los cuerpos de Nathaniel y Chiến Kim, se trataba de modelos muy antiguos, de 1745. Si eran franceses, ¿por qué tenían armas antiguas inglesas? ¿Acaso su emperador no les había provisto de pistolas más modernas? Es más, la mismísima armada francesa ni siquiera usó ese tipo de armas en la famosa batalla de Trafalgar.

Adrien sabía que ahí se le escapaba algo. ¿Quién mató a Marinette? ¿Por qué había cuatro caballos de los bandidos y solo tres muertos, sin contar al cochero real y al guardia? Había un cuarto que se había escapado. ¿Dónde estaba?

Preguntas que sabía que no le llevaban a ninguna parte, y aun así, su subconsciente se las hacía una y otra vez.

Tres semanas después de la muerte de Marinette, las excéntricas hermanas Austen visitaron Gloucester House. Argumentaban que no entendían nada de lo que se decía en los periódicos. Que la noche en la que supuestamente habían visto a Marinette en El Diente de León, ella se había quedado a dormir en su casa de Bath.

Panthers (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora