14 - Tu cara parece un limón, quítala.

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Al despertar me encontré en plena oscuridad, el pelirosa ya no se encontraba a mi lado, sentí un vacío al no tenerlo cerca. Suspiré y salí de la enfermería. Ya nadie se encontraban en los salones, seguro andaban en los clubes y yo obviamente decidí dirigirme al mío. 

Cuando llegué encontré a todos listos en sus posiciones para comenzar a cocinar, tenía un hambre mortal... Me acerqué y saludé con una gran sonrisa.

— Yan-chan nos da gusto gusto volver —dijo Ajia con sinceridad y me abrazo. Le sonreí, era muy buena amiga, me estuvo visitando varias veces en el hospital.

En la clase de hoy estaríamos aprendiendo tres nuevos platillos: Lasaña, mini hamburguesas vegetarianas y de postre un helado de macadamia, todo sonaba tan delicioso pero estaba preocupada por las hamburguesas, no sé si me gustarían.  

Amao me ponía demasiada atención, no se apartaba ni un segundo, podría sentirme por su cercanía  incomoda sin embargo su aura era tan relajante, la forma de explicar era con mucha paciencia de que yo no perdiera ningún detalle y entendiera todo, sin duda Amao-senpai era el mejor.

— Cariño... ¡EHHH! Digo Yan-chan  —se corrigió nervioso y siguió. Sonreí, él nació para ser una ternura.— Es mejor que cortes los vegetales en porciones de igual tamaño para que su presentación sea linda, disculpa si parezco perfeccionista pero soy muy apasionado por la cocina —dijo, sus ojos brillaban mientras lo contaba.

— ¿Desde hace cuánto cocinas, senpai? —pregunté curiosa, no sabía muchas cosas de Amao ni de los demás chicos con los que comenzaba a forjar una linda amistad. Creo que ya sé que haré mañana...

— Cocino desde que tenía cuatro años  —lo miré sorprendida.— todo esto comenzó luego de que mi padre comenzará a tener mucho éxito con su comida, cocinaba para gente muy importante. Admiré y sigo admirando su capacidad de hacer felices a la gente con tan solo ver sus platillos, quiero seguir sus pasos y convertirme en un gran chef —contaba todo esto con tanto anhelo y pasión, era sorprendente. Su semblante cambió a uno más triste.— Solo que mi padre perdió su trabajo por culpa de Musume Ronshaku, dijo que la comida de mi padre era horrible y que jamás la volvería a comer. Su padre quiso complacerla y lo despidió, no ha podido encontrar trabajo, muchas celebridades ya tienen chef personal y los restaurantes están llenos...

Suspiró.

Me sentí mal por él y un gran odio hacia la rubia creció.

— Sabes Amao...  Mis padres están buscando cocineros expertos para su nuevo restaurante —alzó la mirada emocionado.— Si quieres cuando se acaben las actividades del club vamos a mi casa y llamas a tu padre para contarle.

Asintió feliz y me abrazo.

— ¿Po-podría ir yo también trabajar allá? ¡Quiero ganar experiencia y ser mejor chef! —Amao era capaz de transmitir tantas emociones, su felicidad era contagiosa. Asentí y comenzó a repartir besos por toda mi cara.

Reí mientras lo hacía, si él estaba feliz yo igual lo estaba.

***

Mamá nos recibió con una gran sonrisa e incluso invito a comer a los Odayaka. Estaba encantada con la visita de esos dos, definitivamente mi progenitora me confundía muchas veces, no lograba descifrarla.

Corrí cuando escuché la puerta ser abierta, era papá. Lo saludé con mucha felicidad y pasamos al comedor donde ya se encontraban los demás, incluso mi hermano. No tenía idea de que hoy venía a cenar, él solo venía a la casa por mí, para ver si me encontraba bien, ¿Cómo no iba a estarlo? Vivía con mis padres.

¡ELLA ES MÍA! [Ayano x Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora