Narra Osano.
Me levanté de un salto al ver las noticias, mierda... No, no, no, es solo una mentira, ¿Cierto? Ella no esta desaparecida, hace poco la había visto, había hablado con ella.
Mi ánimo decayó, con mis manos restregué mi rostro con fuerza como si eso pudiera hacer algo. Mi tonta... Había estado muy aislado de ella luego de recibir ese mensaje, creí que si me alejaba ella estaría a salvo, me dejé engañar.
— Cariño —susurró mamá abrazándome, intentando tranquilizarme.— Ya comenzaron la búsqueda, en un dos por tres la tendrás en tus brazos. Y si tienes algo que ayude a saber más sobre su paradero, solo dime y te llevaré a la comisaría —plantó un beso en mi mejilla para luego irse con mi padre, dejándome solo con mi hermana menor.
— ¿Te gusta tanto? —se cruzó de brazos molesta.
— ¿Y-yo? —me señalé con nerviosismo.— ¿C-cómo crees, baka? Solo me preocupo por ella porque es mi amiga de la infancia.
Hizo un mohín.
— Claro, ¿Crees qué no he visto como la miras y la tratas? —bramó, ¿Qué le pico a esta? Totalmente rara.— Te pones tan nervioso ante su presencia, siempre estás ahí dispuesto para todo lo que necesite, sonríes cuando la nombre y hasta te sonrojas, ¿Eso no es amor, Baka?
— ¿Y a ti qué te importa? —ataqué ya con enojo, quería mucho a mi hermana pero odio cuando se mete en algo que no le incumbe. Toda su vida se dedicó a espantar a las chicas que se me acercaban.— ¿No deberías estar pendiente de lo que hace Taro o con quién anda? Porque a eso te dedicas, estar pendiente de vidas que no son tuyas, hermanita —me miró con sorpresa, jamás le había hablado así. Ella siempre ganaba las discusiones porque yo no era capaz de verla triste o enojada así que siempre me hacía el enojado y aceptaba mi "derrota".
— ¡Porque a ella le das todo lo que quiere y a mi no cuando soy tu hermana!
— ¿Qué no te doy nada, ah? Siempre lo hago, te defendiendo hasta de lo que no debería, cuando quieres algo lo consigo para ti, aunque sea difícil... Te ayudo en todo lo que necesitas y nunca lo reconoces, solo te dedicas a tratarme mal y recordar que eres muchísimo mejor que yo. ¿Quién realmente es el mal hermano aquí?
Quise golpear la mesa mas no quise asustarla, preferí tomar mi chaqueta y salir de ahí para ir a la casa de Kizano, allá me esperaban los demás chicos. Hace poco nos enteramos que nos llegó el mismo mensaje por medio de Mujo, que un descuido leyó el mensaje en voz alta mientras estábamos en llamada y soltamos todo. Íbamos a recolectar toda la información posible para que ella apareciera pronto. Sin Ayano me sentía algo vacío, como si hubiesen arrancado una parte de mi corazón.
Toqué la puerta con impaciencia, me congelaba de frío.
Me encontré con la maravillosa cara de mi amigo peli-morado, nótese el sarcasmo. Entre sin mas, los chicos se encontraban en la sala, algunos sentados en el sofá y otros en el piso comiendo papas fritas... Hacía falta alguien.
— ¿Y Amao?
— Nos llamó para decirnos que estaba muy enfermo y la verdad si se escuchaba realmente enfermo —respondió Aso restándole importancia. Asentí con desconfianza, miré al enfermero, luego de que se entero de la desaparición de Ayano regresó rápido.
— ¿Qué crees que tenga?
— Una gripa muy severa, quizás neumonía... Además se le escuchaba triste, lo que paso con Ayano le esta afectando mucho.
Suspiré jalando mi cabello de frustración.
En estos momentos ya no estaba el Osano tímido y enojón, debía concentrarme en una sola cosa y me personalidad tan mierda no iba a permitírmelo.
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¡ELLA ES MÍA! [Ayano x Harem]
Random- ¡Buenos días! - saludó con alegría. Su dulce voz me tranquilizó, sus hermosos ojos grises me llevaron a un mundo diferente y su encantadora sonrisa me enamoró. Solo la deseo para mí, ella es la chica de mis sueños, mi perdición, mi luz en la oscur...