9 - Qué atrevido.

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Maratón 1/3

Luego de esa noche, dormí asustada con el pensamiento de que estaba demasiado expuesta, mi espacio personal estaba siendo vulnerado por dos idiotas con problemas mentales.

Desperté sin ganas de levantarme, había dormido muy poco por culpa de estar pensando en cada uno de los mensajes. Se suponía que este año iba a ser grandioso y tranquilo, jamás  espere que pasara esto, apenas había comenzado el año y ya estaba sufriendo. Era tan fácil de romper...

¿Por qué mierda era tan frágil?

Era imposible que unos malditos mensajes me tuvieran así, sentía que habían golpeado fuertemente mi orgullo, odiaba todo esto. Quizás sería bueno que me quedara hoy en casa y descansara para poder recuperarme mentalmente. 

Apagué mi celular para que no llegara ni una sola notificación y cerré los ojos esperando a que el sueño me consumiera por un tiempo.

Narra Budo.

Entré al club y saludé a todos con una gran sonrisa, me había levantado de un muy buen humor. Hoy no les daría clase como tal, quería hacer un picnic y felicitarlos por su gran trabajo. Era todo una sorpresa, estaba ansioso de que llegara la hora.

Hicimos un pequeño calentamiento mientras charlábamos un rato, éramos muy unidos, casi nunca teníamos desacuerdos y nos encantaba pasar tiempo juntos. No cambiaría una amistad como esa por nada, a pesar de no conocernos desde años... Todo era real y duradero.

Sonó el timbre dando inicio a la clases, me despedí con una gran sonrisa y fui a mi aula. En el camino me encontré con un joven con sonrisa seductora que se robaba los suspiros de cada chica. Lo miré un tanto confundido y seguí mi camino, sin embargo, me detuvo.

— Buenos días, disculpa pero sabes ¿Dónde queda la clase 2-2? —preguntó junto con una voz ronca y varonil. 

— Eh si... —contesté y le indiqué.— ¿Por cierto usted es...? —dije curioso. No creo que fuera un nuevo estudiante, era más bien un joven adulto.

— Oh, claro —rio un poco y me ofreció la mano para estrecharla.— Soy Mido Rana, el profesor suplente de la clase 2-2 y es mejor que llegues a tu clase rápido, no creo que quieras llegar tarde— palmeó mi hombro, le di las indicaciones y se fue directo a su clase. Hice caso a lo que me dijo y me fui rápidamente. 

Aún seguía en mi mente ese hombre, era algo joven para ser profesor.

***

Al acabar las clases fui al salón de Ayano, tenía ganas de almorzar con ella. Me paré en la puerta y la busqué con la mirada, ninguna señal de la linda chica de ojos grises. Decepcionado di media vuelta listo para irme, solo que una mano se poso en mi hombro impidiéndome seguir mi camino.

—  Ah, Mido-sensei—dije un poco sorprendido y saludé junto a una pequeña sonrisa.— ¿Sucede algo? — pregunté con cierto interés. 

— ¿Buscabas a alguien eh...?—¡Cierto! Se me había olvidado decirle mi nombre, que tonto soy. Le dije rápidamente y sonrió mirando a unas chicas que se lo estaban comiendo con la mirada y no planeaban disimularlo.

— Sí, claro. Buscaba a mi amiga—respondí con total tranquilidad.

— Dime el nombre de la linda chica, quizás sepa algo —volvió a sonreír pero esta vez, como el gato de Alicia en el país de las maravillas. No se si fue mi imaginación o era verdad que se había emocionado un poco cuando dije que buscaba a Ayano.

— Se llama Ayano Aishi.

Se quedo pensando un momento.

— No, no la he visto. Disculpa —su voz sonó un tanto decepcionada.

Suspiro.

— ¡Budo-kun, hola! —dijo Aso enérgico, se saludaron con una gran sonrisa. Eran amigos de la infancia, casi mejores amigos.— ¿Qué haces por acá?

— Venía a buscar a una amiga pero me confundí de clase—reí nervioso al recordar que esta no era.

Preguntó quién era la chica.

— Ayano Aishi —contesté, bajo la duda.

— ¡Oh, Aya-chan! —dijo con entusiasmo su nombre.— hace poco pase por el club de cocina buscándola pero no estaba, Amao dijo que posiblemente este con su hermano —dijo y se despidió para irse a el gimnasio con los demás miembros.

— ¿Podrías mostrarme una foto de esa chica? —preguntó interesado. Lo miré un poco confundido, apresurado intentó arreglar lo que dijo.— Eh... Es por si la llego a ver, para avisarle que la buscas.

Asentí pero aún así me parecía extraño. Entré a la plataforma de fans que un grupo de chicos le habían hecho a Ayano, era muy popular.

Le mostré una foto.

Le mostré una foto

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— Vaya... Tiene un grupo fans, debe ser muy popular —dijo con una sonrisa de lado. Este profesor me da muy mala espina.— si la veo, le digo que la buscas—dio unas palmadas a mi hombro y se fue hacia la cafetería. Me quedé viéndolo unos segundos y pude ver como su mano bajaba hasta la cintura de una amiga de Musume y le daba un leve apretón. 

Qué atrevido.

Continuará.

¡ELLA ES MÍA! [Ayano x Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora