Huyendole Al Amor

Capítulo LV

El dolor era insoportable, la morfina estaba demorando en hacer efecto, o tal vez ya no lo hacía, tal vez la dosis que le suministraban ya no estaba haciendo efecto.

-¿Duele mucho?- preguntó Summer al ver como su tía se cubría la región afectada
-Es... una horrible mezcla entre dolor e incomodidad. Pero ya pasará. Ahora quiero saber ¿quién te dijo que yo estaba embarazada?- odiaba estar recostada de espaldas, no le era cómodo y el dolor en la costilla no le facilitaba nada
-Lo descubrí mientras sacaba la basura- mintió- encontré los palitos con las dos rayas y las cajas también y...
-Y creíste que estaba embarazada

La joven asintió con timidez agachando la cabeza, pero volvió a subirla para mirar a Olivia.

-¿Por qué dices que creí?- dijo confundida
-No lo estoy- sus ojos se humedecieron, pero no dejó caer una sola gota. No lloraría, no frente a su sobrina
-Pero... las pruebas eran positivas
-Fueron falsos positivos linda. Sabía que no podía quedar embarazada. No después de- calló. Casi cometía un imprudencia
-¿Después de qué? ¿Tía?
-Cariño... no es mi tema preferido... por favor- suplicó, sin importar cuanto tratara de reprimirlo, estaba siendo inútil, las lágrimas cayeron de todas maneras- no sigamos con el tema
-Siempre huyes de cualquier tema tía. Así no llegaremos a nada nunca- dijo con calma
-Lo sé. Pero este tema es muy delicado Summer
-Cada tema que intento tocar lo es para tí
-Porque se entrelazan- respondió limpiando sus lágrimas
-Tía me estoy cansando de preguntar y obtener evasivas. No me hes nada grato quedar con dudas más grandes de lo que eran
-Te daré todas las respuestas... a todas las preguntas que tengas. Lo juro. Pero no ahora cariño. No ahora- trató de acomodar su espalda y lo que hizo fue empeorar su dolor, lanzando una mueca y ahogando un grito al morderse los labios se quedó en la posición en la que estaba y al mirar a Summer, ésta tenía una expresión de decepción. Y no podía juzgarla dado a las constantes evasiones.

Durante un par de horas se quedaron en silencio, hasta que una enfermera ingresó para suministrar otra ronda de calmantes y gracias al cielo le suministro otra ronda de morfina, claro que en menor cantidad, además de un relajante para que pudiera dormir. No supo cuanto tiempo había dormido, cuando despertó Summer ya no estaba con ella, sino Elliot. Lo miro extrañada e intentó moverse pero de nuevo la fractura crujía bajo su piel, y dolía. A callo su dolor con un gemido que atrajo la atención del detective.

-No deberías moverte
-No puedo quedarme quieta tampoco. Es horrible estar recostada
-Lo sé

Ella sabía, con solo verle el rostro, que él se estaba sintiendo culpable de nuevo.

-Tal vez puedas ayudarme- sonrió ella
-¿Cómo?
-Ayudame a sentarme. Un momento solamente- dijo al ver la cara de él
-No deberías
-Estoy harta de estar en esta cama recostada, solo será por un par de minutos, por favor
-Esta bien- dijo de mala gana, sabía que si se negaba ella se las ingeniería para levantarse sola, y si eso pasaba corría el riesgo de lastimarse, así que mejor asegurarse de que no se lastime.

Se levantó y se acercó a ella, la tomó en sus brazos cuidando de no lastimarla y de a poco fue ayudando a que sentara. La tenía sujeta de la cintura y la espalda, con el rostro muy cerca de su cuello, sentía el aroma de su perfume y pudo notar que la piel de ella se erizo.

-¿Te pongo nerviosa?- preguntó
-Para nada- dijo firme- es la costilla. Me molesta

Pero claro que no era solo la costilla, era la cercanía de ese hombre, podía tolerar que estuviera en el escritorio frente al suyo, pero estaba tan cerca de él que se arrepentía de pedirle ayuda.

-¿Ya no me odias?
-Nunca lo hice ¿por qué creías que te odiaba?
-No lo sé, a veces eres amable y otras veces me tratas diferente
-Descubrir cosas que me ocultas hace que te trate diferente, por eso estaba molesta
-Pero salvaste mi vida, aún estando molesta
-La única persona que te disparará, seré yo
-Me agrada la idea- se acercó más al rostro de ella