Capítulo LVI

288 30 27
                                    

Apenas había acabado su clase y corrió al baño, se encerró en el último cubículo. Se sentó en el suelo y sacó su teléfono de la mochila, anotó el número del papel para luego devolverlo al bolsillo más pequeño de su mochila. Era el único número registrado en ese teléfono y así planeaba mantenerlo. No sabía si llamar o ignorar por completo ese impulso que sentía. ¿Y si él era su padre? si lo ignoraba jamás lo sabría, marcó, pero su otro celular comenzó a timbrar por lo que aprisa colgó la llamada y contestó a la llamada que estaja recibiendo.

-¿Hola?
-Sunny soy yo
-Ho-hola Brian- contestó con nerviosismo
-Hola, oye hoy le darán el alta a Liv, estaremos en casa a eso de las tres
-Esta bien... yo voy... voy a estar en casa a las cuatro
-¿Qué harás?
-Debo sacar unos libros de la biblioteca, estaré en casa temprano
-Bien, Sunny ¿todo bien?, te noto algo... nerviosa
-No, no. Esta todo bien, solo que recién salía de una clase y tuve que buscar un lugar en silencio, pero todo está bien. Nos vemos en la tarde, adiós.

Colgó. Dió un largo suspiro preguntándose ¿a qué estaba jugando? comprando otro teléfono y escondiéndose en el baño para hacer una llamada clandestina. ¿Qué diría su madre si la viera en todas esas?, nunca lo sabría porque ella ya no estaba para largar su testamento de porque lo que hacia estaba mal. Por un segundo pensó que tal vez le hubiera dicho lo mismo que le había dicho a Liv en la última discusión que tuvieron. Déjalo ir, ¿cómo podía dejarlo ir, si ello venía hacia ella? ¿cómo podía dejar ir a su padre, si su padre era quien venía hacia ella?. Cubrió su rostro con ambas manos, se sentía absurdas allí, sentada en el suelo de los baños. Tomó su mochila y guardó ambos celulares apagando el que solo tenía el número de su "padre", se levantó y al abrir la puerta oyó a algunas chicas entrando y de inmediato volvió al cubículo y ocultó sus pies.

-¿En serio las invitaras?

Reconoció la voz, era una de las amigas de Kevin, Rachelle Colins, oyó otras dos voces así que se quedó en silencio.

-Claro que sí. Por culpa de esa idiota me quedé sin novio- reconocía esa voz fastidiosa y pretenciosa, era la "abeja reina" Christine
-¿Tu papá ya se enteró?- preguntó Nataly
-Aún no, pero se está dando cuenta
-¿Y qué pasará si se entera?- cuestionó la melliza de Dilan
-Nada bueno, mi papá cortará los negocios con su papá y todo se irá cuesta abajo. Para ellos- rio con cierto desdén
-¿Pero por qué quieres hacer una pijamada especial?
-Porque estoy aburrida y esa idiota me la debe. Además, será divertido. Para mi.

Hubo silencio, despacio salió del cubículo. Ya no había nadie así que aprovechó y salió corriendo. La campana sonó y debía entrar a clase, por suerte esa clase la pasaría con Kathleen, obviamente le comentaría lo que acababa de escuchar. Pero apenas llegó al aula la encontró hablando con las tres chicas que acababa de oír. Las cuatro se veían muy amigables y animadas con la charla, caminó hasta su asiento, al final y se sentó a la espera de que terminaran, cosa que no acabó nada pronto, ya que las tres chicas escoltaron a Kathleen hasta su asiento y sin que las demás lo notaran Christine le dió una mirada de desafío a Summer, esa mirada tenía un leve tinte de recelo. Summer se limitó a ignorarla y mirar a otro lado, sentía ganas de responder pero algo en su interior le dijo que lo ignorara, que así sería mejor y eso hizo. Las cuatro chicas siguieron hablando hasta que el maestro entró y dió inicio a su clase. Una clase muy larga y aburrida, el reloj mismo parecía estar aburrido, por la lentitud en la que movía sus manecillas, dos clases más tarde y los tres amigos estaban almorzando, o al menos dos de ellos comían y hablaban, Summer parecía estar en las nubes.

-Summer ¿qué pasa?- se quejó Kevin- haz estado muy callada
-No pasa nada- se detuvo un momento, miraba su sándwich y no tenía ganas de comerlo, era muy obvio para sus amigos que le pasaba algo y notaban que mentía- de hecho... escuché a Christine hablando con Nataly y Rachelle hablando de una diversión que Christine quería hacer
-Pues me dijeron que harían una pijamada el viernes y nos invitaron- comentó Kathleen- seguro escuchaste eso- mordió su sándwich
-¿Nos?- preguntó, claro, era eso. Christine planeaba divertirse con ellas, planeaba molestarlas
-Si, tú y yo estamos invitadas. La pijamada será en su casa, dijo que habría pizza, golosinas, refrescos
-Tu información está incompleta Kath. Ellas planean una hacernos algo
-¿Cómo crees?. Summer estás algo paranoica
-Te juro que no. Las oí hablando de que le debo una
-¿Qué? ¿Qué les debes?- intervino Kevin dejando de lado su bandeja
-No...no lo sé, eso escuché y se me hizo raro- se limitó, no le diría que ellas la culpaban por la ruptura entre Kevin y Christine, sería provocar un incendio donde ya se había extinguido el fuego anteriormente- yo no iré
-Summer ya rechazamos muchas invitaciones, tal vez se referían a que les debes una disculpa por lo que pasó el otro día
-¿Qué pasó?- volvió a intervenir Kevin, debido a problemas de salud había faltado algunas veces a clases y se había perdido el altercado entre Summer, Christine y Nataly
-Nada, fue un accidente
-Sin querer Summer embarró a Christine y a Nataly con el pudín de chocolate y su ensalada de atún
-¿Y eso cómo pasó?
-Con mi torpeza. Así pasó. Tropecé con el cordón de mi zapato y mi bandeja se fue hacia adelante y pues... adelante... estaban...
-Nataly y Christine- concluyó la frase de su amiga
-Sip. Intenté disculparme pero se puso altanera y le embarré más el pudín y la ensalada
-¿O sea que a ambas les tocó pudín y atún?
-No, a Nataly le tocó el chocolate y a Christine el atún- aclaró la rubia
-¿Y cómo es que Christine terminó con... Ok no me respondan. Bueno puede que Kathleen tenga razón y les debas una disculpa
-No me disculparé por eso- dijo con seriedad. Ella sabía que esa no era la "deuda" que tenía
-Piénsalo Sunny, puede ser divertido
-Claro, para ellas

Un celular sonó desde el interior de la mochila de Summer, y no era el tono de su celular oficial.

-Te suena el teléfono Sunny- miró la rubia hacia la mochila de su amiga
-Summer ¿tienes otro teléfono?- inquirió Kevin.

***

-Muy bien, el doctor ya viene con el alta no te impacientes
-Ya quiero irme de aquí, quiero estar en casa- dijo con fastidio, moviendo la pierna con impaciencia
-Liv esperarte casi una semana. Calma. Ya casi nos vamos.

Por fin la puerta se abría dejando entrar a un hombre con bata blanca y la mirada fija en papeles.

-Muy bien, aquí está el alta- extendió la hojita pero antes que Olivia la tomara retrocedió la hoja- debes reposar cinco semanas más
-Deberá usar algún tipo de inmovilizador o algo así para...
-No, no será necesario- interrumpió el doctor- solo debe evitar hacer movimientos bruscos, cargar peso... por lo general las fracturas de costilla sanan solas. Te recetaré algunos calmantes, el dolor aún estará presente... al menos durante tres semanas más o menos
-¿Ya me puedo ir?- preguntó la castaña, claro que haría lo que fuera por no tener que volver al hospital
-Si, ya se pueden ir- extendió el papel y dejó que Brian lo tomara
-Muchas gracias doctor
-No hay porque- sonrió brevemente- mucho cuidado, la costilla demorará en soldarse. Hay que darle tiempo y puedes aplicar hielo cuando el dolor sea tolerable
-Eso haré- respondió Olivia levantándose de la cama- ¿y eso?- miro la silla de ruedas tras el doctor y su rostro ya no era de felicidad
-Normas del hospital.

El viaje desde su habitación hasta las puertas del hospital fue pésimo estando en la silla de ruedas, cada tanto balbuceaba molesta que no estaba invalida, que solo era una costilla y que era capaz de caminar hasta la salida por su cuenta, pero todo eso terminó cuando por fin salieron del hospital y ella pudo levantarse y caminar por su cuenta. El trayecto desde el hospital hasta su casa fue otra historia, parecía perdida en otro plano, su mirada atravesaba la ventana pero no se enfocaba en las calles que ésta dejaba ver, sino que se enfocaba en sus pensamientos, en lo más profundo de su mente.

-Liv

Llamó Brian por tercera vez.

-Liv ¿qué pasa? desde que salimos del hospital no has dicho nada
-Estuve pensando... que...
-¿Qué cosa?- la ayudó a sentarse en el sofá y se sentó junto a ella
-Que tengo hablar con... con Erick
-¿Para qué?
-Brian si... Si Elizabeth... si mi hija está viva...
-Liv por favor basta. No quiero te ilusiones y termines destrozada. Es horrible pero ¿si él solo lo dijo para mortificarte? ¿Para dejarte más problemas?
-¿Y que tal que no? ¿Y si mi hija si está viva?
-¿Crées que si?- la miro preocupado
-No lo sé- sus ojos se cristalizaron- no lo sé, me encantaría que todo hubiera sido una... una confusión, que en el hospital hayan confundido expedientes...
-Olivia no hubo confusión. Odio decirlo Liv, pero tu hija...
-¿A que hora vuelve Summer?- lo cortó, no quería escuchar la oración completa porque dolía
-Dijo que saldría de la escuela y vendría para acá, descansa un poco mientras yo me encargo del almuerzo
-Tú no sabes cocinar
-No cocinaré, pediré a domicilio.

Al menos logró sacarle una sonrisa, y en vista que no quería estar recostada en su cama se quedaron en el sofá, abrazados, esperando la comida China que Brian había ordenado.

***

14:30p.m., se estaba arrepintiendo, tal vez si había sido una mala idea tal y como Kathleen dijo, pero ¿si no?. Miraba su reloj de pulsera, movía el dije de su gargantilla, la pequeña Pantera Rosa de oro que su tía le había regalado cuando cumplió dos años. Moría de nervios, estaba al filo de quedarse a esperar o salir corriendo de esa cafetería.

-Ya llegué

La voz y la figura de un hombre se hicieron presente frente a ella, trataba de verse lo más calmada posible por fuera, pero por dentro tenía una tormenta de nervios que azotaban su ser.

-Si... pu...puede sentarse- señaló la silla vacía frente a ella
-Gracias- tomó asiento y dudando por un segundo, dijo- creí que no me llamarías, han pasado varios días
-Ssi... tuve algunos problemas, pero lo hice- respiraba profundo y despacio, internamente se decía a si misma que mantuviera la calma, esa era una misión muy importante y no podía estropearla- quiero saber... saber si en verdad eres mi papá...

Huyendole Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora