Huyendole Al Amor

Capítulo XI

Las cajas estaban por doquier en su habitación, era como vivir en su propio laberinto, aunque sería solo por unos días hasta que ella pudiera disculparse con Harper. Craneaba cada posible situación, cada posible "plática", cada momento y posible resultado lo maquinaba en su mente, no estaba segura de hacerlo pero le había dado su palabra a su tía y lo cumpliría y hasta quien sabe, podría saber la razón por la cual ese muchacho la había molestado por años.

Aprovechó el receso para sentarse a leer bajo el árbol de simpre, tenía una gran sombra que le permitía recibir luz del sol pero no la suficiente como para hacerle doler la cabeza o quemar lentamente su piel, además de que podía ver a los más pequeños jugar en un parque a pocos metros de allí. Dejó descansar su libro y fijó su mirada a un costado de su paisaje y allí estaba Harper sentado en unos bancos de cemento, estaba solo con los auriculares puestos por lo que tal vez era bueno acercarse.

Se levantó y con el libro en la mano izquierda se sentó junto a él, quien parecía no prestar atención, sus lentes oscuros no dejaban ver si tenía la mirada perdida o si solo la ignoraba. Se aclaró la garganta y lo llamó por su nombre pero este no hizo caso, volvió a llamarlo y nada, lo hizo una tercera vez pero llamándolo por su apellido sin obtener respuesta; fastidiada le dió un golpe en el brazo con su libro, está vez si hubo respuesta por parte de él.

-¡¿Que Diablos te pasa?!- se sobaba el brazo con la mano derecha mientras la miraba con sorpresa y enojo a la vez
-Llevo llamándote hace una hora y ni volteas a mirar
-Ya lo hice, ¿ahora que quieres? ¿Vas a golpearme otra vez?
-Podrías cerrar la boca por un segundo y escuchar... ¡demonios!
-Si no hablas rápido continuare hablando
-Sabes que al diablo no sé ni porqué estoy intentando disculparme si te ganaste ese golpe por idiota- se levantó molesta dispuesta a irse
-Espera, espera, espera- la tomó de la mano haciendo que se detuviera y girara- ¿vienes a disculparte?- la miró confundido aún sujetando su mano
-Si... Podrías soltarme- murmuró, era la primera vez que un chico le tomaba la mano y se sentía extraña por alguna razón que no conocía y prefería ignorar
-Pero... ¿Tú quieres disculparte?... ¿aunque todo lo hubiera comenzado yo?

Él se hizo más a un lado para que ella se sentara, cosa que hizo sin responde a aquella pregunta, ¿realmente quería disculparse? ¿Por qué debía disculparse ella? En todo caso a quien le correspondía era a él... ¿Cierto?

-Vamos, ¿de verdad quieres disculparte o lo haces por tu tía?
-Un poco de ambas... Me excedí en el golpe y....
-No lo hiciste- bajó la mirada y luego volteo hacia otro lado
-¿De qué hablas?- ahora ella no entendía nada
-He recibido golpes mucho peores y creo que quien se excedió fuí yo al meterme con tu madre muerta... No debí hacerlo y por eso me disculpo, sé lo difícil que es vivir con el recordatorio constante de tener una padre muerto
-Tu no tienes ningún padre muerto. Tus papás están vivos y reclaman mi cabeza- bromeó tratando de aligerar el ambiente
-De hecho... mi padre si está muerto, murió tiempo después de que yo naciera- enfocó su mirada en el horizonte y extendió los brazos a lo largo del espaldar
-Pero... Tu papá... el otro día... En la dirección... ¿él no es tu papá?-  ~es imposible, Kevin tiene su apellido~ pensó
-Nop, él sólo se casó con mi mamá cuando yo cumplí cuatro, que tengamos el mismo apellido es una gran casualidad. Él me ha criado bien pero...
-No como lo haría un padre- dijeron al unísono, aunque Summer lo susurró no pudieron evitar mirarse, ~Incómodo~ pasó por la mente de Summer

La campana sonó, anunciando la entrada a la siguiente clase, era hora de volver pero ninguno se levantaba; estaban cómodos allí sentados, ninguno quería salir de la burbuja.

-Será... será mejor que vayamos no quiero que me aumenten más horas de detención
-¿Detención?- ambos se levantaron tomando sus mochilas con una mano
-Si, mi tía decidió que era mejor la detención a la suspensión y tiene razón- se colgó la mochila sobre el hombro derecho y dándole una sonrisa y un nos vemos luego corrió hacia las puertas que estaban por cerrar, pero Kevin se quedó un largo rato allí sentado

La hora se había hecho eterna y desgraciadamente debía permanecer tres horas de castigo en un aula en completo silencio sin la opción de levantar el celular, podía leer pero no quitaba el hecho de que las horas pasarían demasiado lentas. No podía concentrarse, el aburrimiento y el silencio era tal que la desconcentraba terriblemente, veía las manecillas del reloj moverse, a la maestra dormir sentada tras el gran escritorio, además de ella habían otros cuatro chicos dispersados por toda el aula, ella sentada hasta atrás como de costumbre y lo peor de todo era que apenas y habían pasado tres minutos.

~Me volveré loca aquí. Y el maldito reloj que no avanza, es que acaso eso es lo que esperan que me vuelva loca, porque a este paso lo van a conseguir~

Quería levantarse, quería escuchar música, quería dibujar, pintar, correr, saltar, quería dibujarle un bigote a la maestra mientras roncaba, quería hacer todo lo que le daría más tiempo de castigo. Cinco minutos.

~Carajo, en mala hora se me ocurrió golpear a Harper~

La puerta se abrió despertando a la maestra quien se incorporó de inmediato fingiendo leer ~que astuta~ pensó, pero la persona que vió entrar la dejó total y completamente sorprendida.

-Aquí le dejo a este graciosito- la voz del maestro de aritmética era de enojo total, tenía a Kevin sujeto del brazo por lo que al hacerlo entrar lo hizo con un pequeño empujón
-No se preocupe maestro Herald, pasará tres horas en completo silencio y sin celular- extendió la mano y Kevin le entregó el aparato con una sonrisa en el rostro, en silencio caminó hasta atrás y tomó asiento junto a Summer, el maestro cerró la puerta para desaparecer.

-¿Qué haces...
-Silencio- la voz de la maestra se oyó más como un rugido, para luego caer rendida al sueño oyéndose nada más que sus ronquidos

Summer no dejaba de mirarlo, intentó hacerle señas pero Kevin no entendió nada, por lo que sacó un cuaderno de su mochila y un bolígrafo, escribió algo en una hoja en blanco y se lo pasó a Summer.

Ahora si dime que pasa?

Qué rayos haces aquí???

Acompañarte en el castigo
Y no me digas que quieres que me vaya porque ya es muy tarde para ello

Lo leyó y sintió sus mejillas arder y una sonrisa se formó automáticamente, no entendía el porqué pero se sentía bien. Tal vez había juzgado a Kevin demasiado pronto y quizá hasta se había equivocado con él, la plática escrita continuó por un largo rato, cada vez que veían a la maestra medio despertar cubrían el cuaderno y miraban hacia abajo, una vez volvía a su estado de hibernación se pasaban el cuaderno para seguir.

~Por lo menos este día no está tan mal~

***

-Benson...- contestó molesta por haber sido sacada de interrogatorio solo para atender la llamada, sabía que no era Summer porque tenía registrado el número del colegio- es necesario verme ahora... lo sé, lo sé... voy para allá- colgó

Estaba molesta por la interrupción pero sabía que era importante, habló con Cragen al respecto, tomó su chaqueta y emprendió el viaje a la comisaría de Crímenes Mayores preguntándose ¿qué sería tan importante como para sacarla de un interrogatorio?

Al llegar se limitó al saludo con un leve movimiento de cabeza y preguntó lo importante ¿qué habían hallado en el caso de Amelia?

-Encontramos algunos juegos de huellas, los de Summer, los de Amelia y hay huellas de dos desconocidos
-¿Cómo?... o sea que...
-Suponemos que dos personas mataron a Amelia

Chan, Chan, Channnn

Demoré bastante y espero que les guste y la siguiente semana actualizaré de las demás historias 🤗 (eso si no me quedo sin inspiración a la mitad del capítulo 💔💔) voten y diganme que tal les pareció y que les parece Kevin para Summer, amigos, novios, amigovios (aunque no existe la palabra :v) gracias a todas por leer mis fic y por votar 😽😽 esto es para ustedes y por ustedes 🖤🖤 que tengan un lindo... resto de semana 🤔🤔🤔 porque es miércoles 🤔 eh... Que tengan un lindo día de aquí hasta el fin de semana 😅😽😽