Capítulo II

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Luego de cenar pasta y ver "La Muerte Le Sienta Bien" Película favorita de Summer, para ser muy joven gustaba más de las películas antiguas, clásicos del terror y acción al igual que Olivia.

Ambas miraban atentas la película y de vez en cuando cruzaban palabra comunicando que tan tedioso había sido su día, abrazadas comiendo palomitas de maíz, Olivia le comentó que el día sábado podrían enterrar el cuerpo de Amelia. La noticia había viajado rápido a la prensa, los noticieros no tenían otro tema que la muerte de la diseñadora Amelia Bailey, con mucha suerte no habían logrado ver a Summer.

Por otro lado la investigación estaba estancada, Elliot creía que la presencia de Brian era innecesaria por más que lo comentaba con el capitán siempre obtenía una negativa, le gustara o no no tenía opción.

El día del entierro había llegado, tuvieron mucho sigilo para transportar el féretro al cementerio, Summer no quitaba la mirada del cajón que llevaba consigo el cuerpo inerte de su madre, la herida sangraba con tal intensidad que creía que moriría desangrada en ese instante.

La ceremonia fue dada por un sacerdote que conocía a Amelia desde que era una niña, el dolor estaba presente, aunque sólo fueran cinco personas las presentes sólo dos se sentían arder en las llamas del dolor. Al estar el ataúd cubierto por completo de tierra Summer se arrodilló sobre el pasto verde que era dividido por la tierra recién colocada, acarició la lápida de su madre mientras las lágrimas descendían una tras otra sin fin.

Kathleen que había asistido para acompañar a su nueva amiga se acercó a ella y la abrazó con fuerza mientras Summer sólo lloraba.

Olivia por otro lado dejaba caer sus lágrimas en silencio, había aprendido a hacerlo desde hacía ya mucho tiempo que se había vuelto algo normal para ella, Brian la estaba apoyando. La rodeó con el brazo y la atrajo hacia su cuerpo para abrazarla pero ella se sentía fría, no correspondía, sólo puso su cabeza en el hombro de su compañero mientras veía como le había fallado a las únicas personas que figuraban como familia para ella, esa herida no sanaría de un día a otro, no lo haría pronto y estaba segura que con el tiempo... la herida se haría más grande.

Al volver a casa Summer se dejó caer sobre la cama y abrazó con fuerza el perro de peluche que estaba sobre su almohada. Era el que su madre le había regalado en su quinto cumpleaños, oleadas de recuerdos de ese día la atacaron invitando a las lágrimas y al dolor continuar con su estadía en ella. Olivia tomó una ducha se vistió, se despidió de Summer y fue a su unidad a limpiar su escritorio, luego de despedirse de su teniente y compañeros de trabajo se dirigió a su nueva unidad. Sentía las mismas ansias que la primera vez que había pisado ese lugar hacia años atrás, Elliot al verla con una caja en sus manos se sorprendió, el capitán salió y la recibió anunciando que la detective Benson trabajaría en UVE, le indicó cual sería su escritorio y pidió que Elliot y ella entraran a su oficina, no habían palabras entre ellos sólo esperaban en silencio que el capitán hablara.

-Como ya se conocen serán compañeros
-Creí que Fin sería mi compañero- Olivia lo miró arqueando la ceja derecha, mientras Elliot fruncía el ceño en modo de sorpresa
-Hay algún problema con el detective Stabler
-No capitán, es...
-Entonces trabajarán juntos y pueden empezar yendo al Merci, atacaron a una mujer de entre 17 a 25 años, está muy golpeada y no ha querido hablar con nadie

Ambos asistieron y fijaron rumbo al hospital Merci. No se dirigían la palabra pero Elliot en su mente pensaba en la carga y tedio que daría entrenar a la novata, porque eso era para él, sería la primera vez que trata con víctimas vivas y él tendría que ayudarle en cada paso.

Al llegar una doctora los llevó a la habitación de Beverly Inkling mientras resumía lo que había observado en esa pobre joven. Cuando entraron y Elliot se identificó la joven se asustó y se abrazó así misma.

Huyendole Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora