Huyendole Al Amor

Capítulo XXXVIII

-No puedo creer que haya vivido eso- dijo Amelia entre lágrimas
-Lo lamento mucho- la miró, también con lágrimas en los ojos
-¿Cómo puedes disculparte de algo que no hiciste?- se levantó de la banca y miró a su alrededor, era de noche y sin duda eran las únicas en ese lugar- no tienes nada por qué disculparte Liv
-Y pensar que planeabamos una vida juntos- sonrió de la ironía- soy una imbécil
-No, no lo eres
-De haberlo visto antes... nada te habría pasado
-¿Ver qué? ¿Que era un violador? No puedes ver a las personas y saber inmediatamente que son malas, así como tampoco puedes atribuirte las malas acciones que cometen
-Por mi culpa te pasó esto
-No, no es culpa tuya, ni mía- se sentó junto a ella y la rodeó por los hombros con su brazo- ni siquiera de este bebé- puso su mano libre sobre su vientre ligeramente abultadito- lo odio. Lo odio por lo que me hizo- presionó su mandíbula, con solo recordar lo sucedido sentía ganas de vomitar- pero este bebé es mío y lo moldearé para que no sea como su padre. Y espero que estés conmigo
-Siempre estaré ahí para ustedes- sonrió apenas, le dolía pensar que su amiga había pasado por el infierno y llevado consigo un recordatorio constante
-Estaremos bien Liv, todo estará bien y el tiempo curará la... herida que nos dejó

*Fin del FlashBack*

Que estúpida se sentía, le había brindado su amistad incondicional, Amelia se llevaba el crédito de todo lo que salía de su cerebro y ahora estaba pagando una culpa que no era suya. ¿Quién lo diría?. Trataba de atribuir la culpa a alguien más, pero no había ningún otro culpable; Amelia había asumido la responsabilidad de las finanzas de "Empire" y si había fraude ella debía saberlo. Odiaba tener que pensar que ella le había tendido tal trampa, ¿y si Amelia siguiera con vida? ¿la habría dejado cargar con esa culpa?.

***

Camino al apartamento de Olivia Elliot miraba a Summer llorar en silencio con la vista en la ventanilla, desde que habían salido de la estación de Crímenes Mayores no había dejado de llorar, ahora él se cuestionaba si había hecho bien en llevar a Summer a ver a Olivia. Ambas estaban devastadas, pero Summer se veía muy, pero muy mal.

-Llegamos- dijo quitándose el cinturón
-Gracias por traerme- respondió apenas luego de un par de segundos de silencio
-Vamos te ayudaré- bajaron y caminaron hasta la estancia saludando al conserje para llegar al ascensor
-Quiero quedarme aquí, estaré bien- hizo el intento de embozar una sonrisa pero sus fuerzas se habían ido a pique
-No quiero que estés sola
-Necesito estarlo, no quiero que los gemelos me vean así, no quiero que nadie me vea así
-Cariño no te dejaré
-Por favor, estaré bien y te llamaré de ser necesario

Sabía que la joven sufría y que no tenía la intención de transmitirle eso a Kathleen o a los gemelos, necesitaba desahogarse.

-No me suicidaré si es lo que piensas- limpió sus lágrimas en un intento de detenerlas pero la llave seguía abierta
-Te llamaré llegando a casa y vendré por tí para que vayas a la escuela, ¿okay?- la abrazó- no estas sola linda, cuentas conmigo y con mis hijos, no te dejaremos sola
-Lo sé- susurró tratando de que el nudo en su garganta no la deje sin habla- vete a casa, estaré mejor mañana

Entró y cerró la puerta, dejó caer su mochila ahí mismo y fue hasta la habitación de Olivia, se recostó y se abrazó a la almohada que ella usaba. Ya no podría verla más, la promesa que le había hecho jurando jamás dejarla sola se acababa de romper, lloró hasta quedarse dormida olvidando por completo el llamado de Elliot.

***

La noche en esa celda fue la más fría de toda su vida, casi no había dormido nada no paraba de pensar en como su carrera se había ido al infierno, ahora estaba fichada como criminal.