Huyendole Al Amor

Capítulo XLV

Sus manos no dejaban de temblar, las lágrimas salían una tras otra, parecían no tener final. El susurro de Erick se reproducía con una intensidad que parecía que estaba junto a ella, hablándole al oído. No supo ni cómo es que había llegado al aparcamiento de estación de Víctimas Especiales, respiraba violentamente para romper esa presión en su garganta y pecho que no la dejaban respirar. Se frotaba las muñecas con fuerza y se aferraba al volante; necesitaba gritar, pero no podía, la voz no le alcanzaba para ello, para lo único que daba era para despedir murmullos.

El tiempo pasó tan rápido, que su reloj olvidó anunciarlo, fue un mensaje de Summer quien la sacó del mar en el que se hundía.

Por novena vez secó sus lágrimas arrancó el coche y se fue hasta la escuela de Sunny. Diciéndose mentalmente que debía controlarse, que debía proteger a su sobrina de quien quiera que sea aquél hombre que acechaba a Summer y sus amigos.

Ambas prepararon un plan para acorralar al sujeto para que no pudiera escapar, Summer le dijo donde es que se paraba el sujeto cuando ella salía con Kath y Kevin, por lo que Olivia debería llegar por atrás para encararlo. Summer y Kathleen no debían mover ni un solo músculo al llegar a la puerta, solo se detendrían a esperar a que Olivia se acercara a ellas.

Una vez avistado el objetivo Summer le dió un breve mensaje: "la salchicha se cocina a las diez en un Mitsubishi plateado". ~Ella y sus metáforas de comida~ pensó, al ver el auto mencionado por su sobrina, del portaguantes sacó unas gafas oscuras; sus ojos estaban rojos y un poco hinchados y no estaba cien por ciento segura de que se mantendría firme. Salió del auto con cautela ya que si ese tipo acosaba a Summer sería muy obvio que la reconocería a ella. Mientras se acercaba se decía mentalmente:

-Concéntrate, no debes permitir que dañen a Sunny. Ella depende de tí.

Al llegar hasta el Mitsubishi plateado golpeó levemente el vidrio de la ventana dos veces, el hombre alzó la mirada y bajó la ventanilla.

-¿Olivia? ¿Olivia Benson?

***

Summer espectaba de lejos junto con Kathleen, no sabía que pasaría, vió la puerta del conductor de aquel Mitsubishi abrirse y a un hombre salir de él, que... ¿abrazó a Olivia?.

~¿Pero que mierda?~ pensó, miró a su amiga por un instante y luego volvió su visita a las diez.

No veía una plática entre detective y posible delincuente como ella pensó que sería, nooo, más bien parecía una plática con un amigo, ¿era posible que le hubiera mentido a la cara al decirle que no había contrato al sujeto para seguirla? ¿O el sujeto la seguía porque conocía a Olivia y quería tener alguna excusa para cruzarse con ella?, pero de ser así, ¿por qué nunca se acercó?. Vió a los adultos hablar por un momento que para su curiosidad fue un siglo, luego de ello aquel hombre ingresó nuevamente a su coche y emprendió rumbo hacia quien sabe donde, mientras Olivia volvió al auto y se detuvo cerca de donde estaban Summer y Kathleen; con un ademán las saludó e indicó que subieran, cosa que ambas jóvenes hicieron.

Las dos adolescentes se sentaron la parte trasera del auto, saludaron amablemente a Olivia notando que llevaba gafas oscuras y, tenía la nariz un poco roja, era casi imperceptible, Summer quien no podía quedarse con la duda preguntó si todo andaba bien, a lo que Olivia contestó que sí. Y como explicación a la (ahora) leve coloración de su nariz dijo que el polen había despertado su alergia. Kathleen lo creyó, no muy convencida al inicio pero lo creyó, después de todo no tenía porque mentir. Mientras que Summer asintió con la cabeza dando a entender que la respuesta de la alergia era creíble, pero claro que no la había creído, aún hacía frío y los índices de polen eran muy bajos, por no decir nulos, y para continuar Olivia no era alérgica al polen; estaba mintiendo, tal vez para no preocuparlas o para que Kathleen no se preocupara y lo hablara luego con su padre.