P.O.V. Ludmila:
Me desperté temprano al otro día. Había pasado toda la tarde anterior intentando salir de mi habitación de alguna manera, pero no pude. Me cambié rápido y rogué para que mi mamá haya sacado la llave de la puerta y así poder salir. Fui a abrir la puerta y por suerte estaba abierta. Suspiré relajada y bajé para irme rápido de mi casa y así poder hablar con Federico.
Llegué al Studio y me di cuenta que él todavía no llegaba. Lo esperé un rato en la puerta hasta que lo vi llegar. Al verme, su sonrisa se borró y cambió rápido de dirección, para que no nos cruzáramos. Corrí hacia él y lo tomé del brazo para que no se vaya y me escuchara.
—Federico por favor necesito hablar con vos— le supliqué.
—No quiero hablar con vos Ludmila— dijo sin siquiera mirarme.
—Por favor Fede...— empecé a hablar pero no pude terminar ya que me interrumpió.
—No hacía falta, Ludmila. Podrías haberme avisado o algo. ¡Te llamé diez vaces! Y vos no contestaste a ninguna de mis llamadas. ¿Sabes? Si no querías salir conmigo me hubieras dicho no desde un principio y listo, no era tan difícil.
—No es así, Fede. Yo si quería ir.
—¿Y entonces qué pasó? ¿Por qué no me avisaste que no podías ir?
No le respondí. No le iba a contar lo de mi mamá porque a lo mejor no me creía y, por sobre todo, no quería meterlo en este asunto.
Bufó enojado y se fue de ahí. No iba a seguirlo, después hablaría con él.
**
Sonó la campana y todos lo alumnos salían del Studio. Por fin era viernes y la mayoría de ellos tenían planes para esta noche. La mayoría menos yo, ya que mi mamá no me dejaba salir a ninguna fiesta o bar por el estilo. Y después se pregunta por qué no tengo amigos...
Borré aquellos pensamientos de mi mente y me concentré en buscar a Federico. Cuando lo vi, lo empecé a llamar pero él no se dio vuelta, en cambio, comenzó a caminar rápido para que no lo alcanzara. Tuve que correr y tomarlo de la mano como la otra vez para que me escuchara.
—Federico, ¿no nos vamos a quedar a ensayar?
—No tengo ganas de practicar con vos.
—Fede ya te pedí perdón, ¡ya te dije que yo si quería ir!
—Y yo ya te dije que no quiero hablar con vos.
En eso llegó Natalia, quien se metió entre medio de los dos, deteniendo la pequeña discusión.
—Chicos, perdón por interrumpir, pero los vengo a invitar a mi fiesta esta noche en mi casa— dijo Naty con una sonrisa en su cara. Los dos le agradecimos— Bueno, los espero— dijo feliz y se fue de allí.
—Fede, yo...
—Ya está Ludmia, después hablamos— se acercó para darme un beso en la mejilla, pero despés retrocedió y solo me saludó con la mano. Bueno, algo avanzamos por lo menos.
Caminé hasta mi casa pensando en la fiesta de Natalia. Tenía que ir, no iba a dejar que Priscila me lo vuleva a arruinar como hizo con la salida con Federico.
Llegué a casa y noté que Priscila no estaba. Me puse feliz interiormente ya que a lo mejor había salido a un bar con algún tipo, como ha hecho estos últimos años desde que mi padre no está.
Subí rápido a mi habitación y comencé a buscar algo para ponerme. Di vuelta el armario entero hasta que encontré el atuendo perfecto: un vestido azul apretado que llegaba un poco más arriba de la rodilla. Me coloqué un cinto dorado y zapatos de tacón. Luego me maquillé, me coloqué algo de perfume y bajé apurada para poder salir antes de que mi mamá llegara. Por suerte ella no estaba aquí por lo que le dejé una nota donde decía que me quedaría a dormir en casa de mi abuela. Tomé un bolso que había preparado con algo de ropa, ya que no volvería después de la fiesta y salí de casa.
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Una Dulce Apuesta (Fedemila)
Fanfiction—Gánate a la rubia— Sonrió mi amigo, desafiante. —¿Cómo?— dije sorprendido, esperando a que me cuente más. —Gánatela. Haz que Ludmila se enamore de ti, y luego rómpele el corazón en frente de todos, ¿que te parece? Extendió su mano hacia mi, mirá...