P.O.V. Ludmila:
El show había terminado, lo cerramos con el tema grupal, y todo había sido más que perfecto. El sonido de los aplausos y gritos de la gente comenzó a llenar mis oídos, y yo no me podía sentir más feliz. Con los chicos saludamos al público y nos bajamos del escenario.
-Chicos los felicito, ¡el show fue increíble!- Dijo Pablo con una gran sonrisa en su cara, mientras nos chocaba las manos a todos-¿Ven como el trabajo duro, a la larga, se hace notar? La verdad es que me dejaron impresionado.
Los chicos y yo le agradecimos. La verdad es que le debíamos todo a Pablo, gracias a él ahora somos los artistas que somos, y se lo agradecemos un montón.
Fede se me acercó, con una gran sonrisa en el rostro, y me levantó en el aire. Yo reí en respuesta, y luego me bajó, quedando muy juntos los dos.
-¿Vamos con tu abuela?- susurró muy cerca de mis labios. Yo asentí y él me dio un beso rápido en el cuello. Entrelazó nuestras manos y caminamos hacia mi abuela, quien nos esperaba muy emocionada entre todo el público.
Al vernos, corrió hacia nosotros y nos apretujó en un fuerte abrazo. Casi que hasta se le salían las lágrimas de la emoción.
-Ay mis chiquititos, que hermosos que han salido.
Si, mi abuela le había tomado tanto cariño a Fede, que hasta lo trataba como si fuera su propio nieto.
-Gracias abuela- dije con una gran sonrisa en la cara.
Estuvimos un buen rato hablando con ella, quien no dejaba de felicitarnos por, según ella "el mejor show que había visto", hasta que llegó la hora de irnos a la fiesta de fin de año. Aquella fiesta se hacía cada año luego del show final, en el Studio. Asistían todos los que querían: alumnos, amigos, familiares. Era realmente divertida, por lo que no nos la podíamos perder. Nos despedimos de mi abuela, quien nos dijo que tuvieramos mucho cuidado, y salimos rumbo al Studio.
Llegamos y ya había mucha gente en el salón de baile. El sonido de la música, que estaba a todo volumen, comenzó a adentrarse en mis oídos. Vi a Fede caminar hacia los chicos, por lo que yo me dirigí con las chicas, quienes se encontraban comiendo en una de las mesas. Estuve un rato con ellas, charlando acerca del show, hasta que siento unas manos tomarme de la cintura a mis espaldas. Me giré y me encontré con un Federico sonriente, quien me dio un corto beso en los labios y me condujo hacia la piesta de baile.
Estuvimos bailando durante horas. La verdad es que me encantaba estar con él, haciendo lo que estuviéramos haciendo la pasábamos bien. La mayoría de las canciones eran rápidas, hasta que una canción lenta comenzó a sonar en el salón.
-¿Me concede esta pieza, bella dama?- Dijo y me tomó la mano, para luego depositar un dulce beso en ella.
-Por supuesto que si, mi caballero- ambos reímos.
Fede me tomó de la cintura, acercándome a él. Yo enredé mis manos detrás de su cuello, y apoyé mi cabeza en su hombro. Estuvimos así, bailando, durante varios minutos. Fede de vez en cuando depositaba suaves besos en mi mejilla, en mi cuello o en mi cabello, y yo no podía evitar sentirme como en el paraíso. Me sentía tan feliz a su lado. Estar con él era una de las pocas cosas buenas que me había pasado en estos últimos años. Fede había hecho que me vuelva a sentir amada y protegida por alguien (además de mi abuela, por supuesto). Había logrado que olvidara mis problemas al estar a su lado, y me había ayudado a enfrentar a mi madre. Es por eso y por muchas cosas mas, que lo amaba como nunca había amado a nadie en mi vida, y no se qué haría si se fuera de mi lado.

ESTÁS LEYENDO
Una Dulce Apuesta (Fedemila)
Fanfiction—Gánate a la rubia— Sonrió mi amigo, desafiante. —¿Cómo?— dije sorprendido, esperando a que me cuente más. —Gánatela. Haz que Ludmila se enamore de ti, y luego rómpele el corazón en frente de todos, ¿que te parece? Extendió su mano hacia mi, mirá...