P.O.V. Ludmila:
Lunes por la mañana. La alarma de mi celular sonó e, inmediatamente, una cabella castaña se adentró en mi habitación, corriendo a los gritos.
-¡Mamá! ¡Mamaaaaaa! ¡Hoy es el día! ¡Hoy es el día!- dijo subiéndose a mi cama y saltando en ella. Yo reí, era tan tierno.
-Si mi amor, hoy es el gran día. Así que andá a lavarte los dientes y a peinarte, que yo voy a estar preparando el desayuno abajo- él asintió con una sonrisa y corrió al baño.
Me levanté y me vestí, para luego bajar las escaleras hacia la cocina. Le preparé su desayuno favorito: panqueques con dulce de leche. Apenas terminó de arreglarse, bajó las escaleras y se sentó a mi lado, desayunando con una gran sonrisa en su rostro.
Me sentía tan feliz de verlo así de contento. Benjamín, mi hijo, es lo más importante que tengo en mi vida, y todo lo que hago lo hago para que él esté bien. Hoy era su primer día en un instituto de música, esa era la razón de su inmensa felicidad. Tiene una voz tan melodiosa, es un niño tan pasional, tan dulce, tan...
Ten idéntico a Federico.
De repente, ese gran vacío en mi interior se hace presente. Él es lo único que me falta para completar mi vida. Pensarán que soy una tonta por no poder haberme olvidado de él en todo este tiempo... Pero así es, no lo puedo sacar de mi cabeza. Y les juro que lo intenté, he salido con muchos hombres, pero ninguno logra hacerme sentir como el lo hacía con tan solo una sonrisa.
Y además, ¿cómo podría olvidarme de él, si tengo a un mini-Federico en mi vida que me hace recordar constantemente cuanto lo amaba?
Miro a Benja y no puedo evitar recordarlo a Federico. Es que son idénticos. Tienen esa misma mirada llena de picardía; el mismo cabello, igual de sedoso, y esa sonrisa traviesa que logra tranquilizarme cuando estoy nerviosa.
-Ma, ¿vamos?- dijo al acabar su desayuno.
Yo asentí, y el corrió a buscar su mochila. Estaba muy emocionado por su primer día, y eso me alegraba mucho. Una vez fuera del departamento, tomé su pequeña mano y caminamos en dirección al instituto de música. Charlábamos de cualquier tema, y yo me reía de las locuras que me decía. Tenía mucho imaginación para tener apenas cinco años.
El sonido de mi celular se hizo presente en el ambiente, interrumpiendo nuestra charla. Era mi abuela, quien me preguntaba si iríamos a comer con ella para el almuerzo.
Mi abuela se mudó conmigo pocos meses luego de que yo dejara Buenos Aires. Viví un año con ella y, cuando tuve a Benjamín, decidí que era el momento de buscar un departamento para nosotros dos solos. Por supuesto que mi abuela se negó, ella sabía cuánto me costaría pagar el alquiler del departamento sola, pero yo sabía que debía hacerlo, no me podía mantener mi abuela toda la vida.
Yo me mudé de Buenos Aires simplemente por cobardía, y porque era tan débil que sabía que tarde o temprano iba a perdonar a Federico. Y no quería, en ese momento no quería perdonarlo. Estaba tan cegada por el dolor y la rabia, que nunca quise escucharlo. Nunca dejé que me explicara todo lo sucedido. Y es por eso que dejé Buenos Aires, sin siquiera despedirme de él.
También sé que fue muy injusto no permitir que conociera a Benjamín. En ese momento, lo único que pensaba era que lo mejor era alejarlo de mi hijo. De nuestro hijo. Pero ahora sé que fue el peor error que pude cometer en mi vida ya que es su derecho conocer a su hijo, sin importar todo lo que haya sucedido entre nosotros. Además me duele el hecho de que Benjamín haya crecido sin un padre. Él siempre me pregunta por su papá, pero yo trato de evadir el tema. Aunque también sé que no podré ocultárselo por siempre.
-Mami ya llegamos- dijo Benjamín, tirando de mi mano para que dejara de caminar.
Ambos entramos al gran edificio y caminamos hacia la sala de profesores. Al entrar, mi mirada se dirige a la cabellera de una de las chicas que está usando las computadoras, quien no nos ve ya que está de espaldas.
-Mica- la llamó para captar su atención. Ella giró al escuchar su nombre, y se paró a saludarnos cuando notó que habíamos llegado.
-Ludmi, Benja, ¿cómo están?- dijo dándonos un abrazo a cada uno-Benja, ¡hoy es tu primer día! ¿Estás emocionado?- dijo agachándose para quedar a su altura. Él asintió con una gran sonrisa, lo que hizo sonreír a la castaña también.
Micaela es mi mejor amiga desde que me mudé a esta ciudad y, a su vez, es la directora del insituto de música. Es tan atenta, tan dulce y tan divertida, que no podría pedir a nadie mejor. Está enterada de las razones de mi huída de Buenos Aires, y fue muy importante para mi en la crianza de Benja. Es por eso que él la quiere tanto.
Unos profesores del insituto se llevarona Benja d emi lado, no sin antes que se despidiera de mi con un dulce beso en la mejilla. Al llevárselo, me quedé a solas con Mica.
-Lud, me gustaría que mañana en la noche fueras a mi casa a cenar, para que al fin conozcas a Lean- soltó con una gran sonrisa en su rostro.
Augh. No podía evitar sentir envidia al escucharla hablar de su perfecto novio, Leandro, o como ella le dice, Lean. Es que todo lo que me contaba acerca de él era malditamente perfecto.Es italiano, le gusta la música y, el cuando cumplieron el primer mes como novios, la llevó de viaje por Brasil en un crucero.
UN CRUCERO.
Trabajan juntos en el instituto de música. Llevan unos dos años de novios y, según lo que me ha dicho Mica, tienen planeado casarse en unos meses.
Tal vez me dan celos porque ella es existosa en todo lo que hace. Y yo, bueno, yo estoy acá más sola que un hongo, criando un hijo sin ayuda de nadie.
Pero bueno... Yo me lo busqué, ¿o no es así? Yo aparté a Benjamín de su padre. Yo decidí criarlo sola.
-Hey, Ludmila, ¿vas a querer o no?- dijo la castaña, mirándome expectante.
Por supuesto que no quería. Lo que menos tenía ganas en ese momento era ver a una parejita feliz, disfrutando de su amor. Pero no podía ser así de egoísta, ¿o si?
Saqué fuerzas de lo más profundo de mi corazón, y le sonreí falsamente.
-Por supuesto que si. Me encantaría.
*******____*******
HOLAAAAAAAAAAA! Como andan?
Bueno, he aqui el primer capitulo de la segunda temporada jajajaja Ya se que es terriblemente aburrido, pero bueeee, asi son los primeros capitulos de las novelas, hay que dejar en claro muchas cosas y coso
Graciaaaas por su enorme apoyo, y por sus hermosas palabras de siempre!! Jajajaja perdon por asustarlas con lo que era el final y eso, queria ver que me decian :) Las adoro, y espero que esta segunda temporada tambien les guste, al igual que la primera. Un beso grandisisisisimo!

ESTÁS LEYENDO
Una Dulce Apuesta (Fedemila)
Fanfiction—Gánate a la rubia— Sonrió mi amigo, desafiante. —¿Cómo?— dije sorprendido, esperando a que me cuente más. —Gánatela. Haz que Ludmila se enamore de ti, y luego rómpele el corazón en frente de todos, ¿que te parece? Extendió su mano hacia mi, mirá...