P.O.V. Ludmila
Me quedé inmóvil. Sus palabras se repetían y repetían en mi mente, sin dejarme reaccionar.
"Yo nunca pude olvidarte, yo nunca pude olvidarte"
Federico, al ver que no reaccionaba, comenzó a acercarse a mí. Yo me aparté rápidamente.
-Ludmila...- comenzó a hablar.
-No, Federico. No de nuevo por favor- dije sin dejarlo hablar, muy nerviosa.
-Ludmila por favor, necesito que me escuches- dijo intentando tomar mi brazo, pero yo lo aparté bruscamente.
-No, yo no tengo que escuchar nada más, es mi turno de hablar.
-Ludmila...- intentó decir algo, pero yo volví a interrumpirlo.
-¡Vos nunca me quisiste Federico!- grité, explotando por dentro- ¡Nunca me quisiste! Y eso me quedó muy claro. Así que basta, no empeces de nuevo, yo solo...- suspiré, tranquilizandome- Dejalo así- lo miré suplicante.
Pasaron unos segundos incómodos en los que ninguno de los dos decía nada, pero tampoco éramos capaces de mirarnos a los ojos.
Tenía miedo, por supuesto que tenía miedo. Tenía miedo de mirarlo y caer en sus dulces ojos, escucharlo y caer en su bello acento, tocarlo y caer en su suave tacto...
-Yo creo que tengo que irme- dije despejando a Federico de mi mente, sin éxito por supuesto.
-No, espera- dijo rápido, tomando mi brazo para detenerme.
Bien, ya en serio tenía que dejar de hacer eso. Aparté mi brazo pero esta vez suavemente, no quería parecer muy brusca.
-Ludmila, yo te entiendo, te juro que te entiendo, y por favor te pido que me dejes hablar.- Dijo al notar que lo iba a interrumpir.- En este momento no hay nadie en el mundo a quien odie más que a mi mismo, por lastimar y dejar ir a una princesa como vos.
Levantó su mano y la dirigió despacio hacia mi cara, acariciándome suavemente. Por tan solo un segundo, me dejé llevar por lo que me estaba diciendo, olvidando todo y a todos a nuestro alrededor.
-Ludmila- siguió después de unos segundo- yo estoy dispuesto a dej...
Y fue ahí cuando caí en lo que estaba haciendo y en lo que él estaba a punto de decir. Lo interrumpí antes de que siguiera, sintiendo como el enojo crecía en mi interior.
-No te atrevas a decirlo- dije mirándolo enfurecida. No podía permitir que dijera eso, no podía.- No podes ser así, Federico- solté mirándolo decepcionada- Por una maldita vez en tu vida pensá en alguien más que en vos mismo, solo por una vez, a ver si empezas a darte cuenta de que todos tenemos nuestros propios sentimientos, no solo vos- agregué apuntandolo con mi dedo acusadoramente.
-Ludmila...
-¡Deja de decir Ludmila y entendé lo que te estoy diciendo!- Lo miré durante unos segundos, hasta que volví a hablar- Pensá antes de hablar o hacer algo Federico, porque podes herir a mucha gente. Nosotros no estaríamos así si tan solo hubieras pensado antes de actuar- dije con una sonrisa amarga.
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Una Dulce Apuesta (Fedemila)
Fanfiction—Gánate a la rubia— Sonrió mi amigo, desafiante. —¿Cómo?— dije sorprendido, esperando a que me cuente más. —Gánatela. Haz que Ludmila se enamore de ti, y luego rómpele el corazón en frente de todos, ¿que te parece? Extendió su mano hacia mi, mirá...