La Memoria Perdida.

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-Papa...- Susurró, con una voz casi inaudible. Sonrió, inconscientemente.

Acababa de recordar la voz de su hija, no tenía dudas. Quería recordarla, quería verla. A pesar de no acordarse de cómo era... la amaba.

Pero su esposa era caso aparte. No lograba recordar absolutamente nada de ella. ¿Seria que no la amaba? Enseguida se reprendió por pensar así simplemente no la recordaba aun. Ella seguramente se sentía muy mal por todo lo que pasaba y el pensando esas tonterías.

Se volvió a recostar para intentar dormir, a ver si en sus sueños lograba recordar lo que despierto simplemente no podía... Con esa esperanza cayo en un sueño placido y profundo.

*

A la mañana siguiente Raquel despertó y fue a ver si Sergio aun dormía, y así era. Entonces bajo a preparar un desayuno ligero, luego saldría a dar un paseo con él.

La pequeña casa donde estaban, quedaba algo alejada de la ciudad mas cercana.

*

Sergio despertó se dio una ducha y fue a la cocina, donde encontró a Raquel, quien lo recibió con una gran sonrisa la cual el correspondió -¡Buenos días, señor Marquina!

-¡Buenos días, Raquel! -- Dijo mas animado, noto Raquel. El día anterior había estado algo arisco, ¿Que habría cambiado? -- Anoche recordé la voz de mi hija, me decía -¡Papa!- Pero no logre traer a mi mente una imagen suya.

-¡Eso es maravilloso! Al menos está comenzando a recordar cosas -- Le dijo alegremente, para luego preguntar... -- ¿Y de su esposa, no recuerda nada?

-No. -- Dijo serio

-¿Sucede algo? -- Pregunto Raquel, con mucha cautela

-Estoy dudando que amase a mi esposa. Por algo no logro recordar nada de ella, ¿Cierto? -- Entonces vio como Raquel se ponía muy seria, y clavaba los ojos en el muy acusadoramente... Pero había algo más, que él no lograba descifrar --¿Por qué me miras así?

-Me parece que esta fuera de lugar lo que acabas de decir

-Sí, tienes razón... ¿Desayunemos?

-Aja

¿Por qué se habría puesto así Raquel? -Seguro es amiga de mi esposa- Pensó Sergio.

Comenzaron a desayunar y el no pudo callarse todas las preguntas que tenia para hacerle a Raquel, ¡Ella tenía que hartarse y contarle todo!

Estaba a punto de preguntarle algo hasta que la detallo bien... Tenía la mirada perdida, mientras movía su desayuno con el tenedor sin probar bocado.

-¿Te sucede algo? -- Ella negó con la cabeza -- Entonces te preguntare algo, ¿Tú conoces bien a mi esposa?

-Si

-Solo te preguntare una cosa. ¿Ella me ama?

-Si

-Entonces... ¿Por qué no quiere verme?

-Quiere que la recuerdes, quiere que recuerdes todo --Raquel se levanto y tomo su plato, para irse a desayunar en su cuarto

Desayunaron, cada quien por su lado y salieron a dar un paseo. Como era una cabaña en un lugar alejado... Era como una pequeña hacienda. Raquel decidió que sería bueno para el montar a caballo, tenía que hacer todo lo posible para que Sergio recuperara la memoria

Caminaron hasta el pequeño establo donde había cinco caballos.

-¿Montaremos a caballo? -- Ella asintió

-Usted ama esto, así que seguro le hará bien

Montaron sus respectivos caballos y salieron del establo, recorrieron la hacienda con mucha lentitud. Sergio no quería dejar de ver nada, creía que cualquier detalle podría traerle algún recuerdo

Pero seguían recorriendo cada lugar y el no lograba recordar nada, absolutamente nada. Debía tener paciencia, pero no podía ... Si tenía una familia, quería verla y no intentar traer a su mente vagos recuerdos que simplemente no llegaban.