Raquel observaba la oscuridad a través de la ventana del auto, Ana dormía plácidamente en el asiento trasero y Marcos tenia la vista fija en el camino.
El silencio era abrumador. Excepto en la cabeza de Raquel, que parecía explotar de tantos pensamientos, Sergio estaba en cada uno de ellos.
Comenzó a recordar lo que había estado haciendo con el toda la tarde, y sonrió a la vez que una lagrima se deslizaba por su mejilla, acompañada de muchas otras. Sin darse cuenta como termino llorando desconsoladamente.
Marcos detuvo el auto y salió de él, fue hasta la puerta del pasajero e hizo salir a Raquel, la abrazo, la abrazo con todas sus fuerzas.
Quiso decir algo pero no encontraba las palabras. Ver a su mejor amiga así, sin duda no podía soportarlo.
¿Cuántas veces no había visto a Raquel así, por culpa de Sergio?
¿Cuántas veces había tenido que llevarse a Ana para que la niña no la viese llorar?
¿Cuántas veces había terminado llorando con ella?
Muchas, o demasiadas veces.
-Quisiera poder eliminar tus lagrimas – La abrazó con más fuerza, pero ella no paraba de llorar, sollozaba y emitía gritos ahogados.
Esas lágrimas debían haber estado guardadas por mucho tiempo, así que Marcos decidió dejarla, dejar que sacara todo eso que llevaba dentro.
Comenzó a calmarse lentamente, y siguieron su camino. Marcos comenzó a detallarla y sus ojos se detuvieron en su cuello un momento. Tenia una marca que parecía ser muy reciente, la detallo mas y detuvo el auto.
-¡Te acostaste con él! – Le gritó.
Ana se removió en su asiento pero no despertó. Raquel miro a Marcos desconcertada, el salió del auto y se veía la frustración en su rostro.
Ella también salió del auto pero decidió no acercársele demasiado. El enojo era palpable en cada fracción de su rostro.
-¡Te acostaste con él! – Le grito una vez más.
Raquel enarco una ceja. ¿No podía decirlo de otra manera?
No entendía como él lo supo, ni porque estaba de aquel modo.
Marcos podía ser tan impredecible, o tan predecible depende del punto de vista.
-Hice el amor con él. –Le corrigió.
Esa fue la gota que derramo el vaso.
Marcos la miró como si de un ser extraño se tratase. Y Raquel pudo casi ver como todo dentro de él explotaba, pero no era necesario adivinar en que estaba pensando, él pensaba decirlo.
-¿¡Hiciste el amor con él!? – Le gritó, Raquel sintió casi miedo al verlo tan molesto. Entendía que se hubiese molestado pero no era para tanto ¿O sí?, quiso decir algo pero él no la dejo – Cuando me pediste que saliera con Ana, pensé que hablarías con él, le pedirías el divorcio... ¡No para esa estupidez!, ¿En qué pensabas Raquel? – Se acerco mas a ella -- ¿Olvidaste que te fue infiel con la primera que se le cruzo en el camino?
Marcos no pudo seguir hablando pues la mano de Raquel impacto contra su rostro. Se había pasado de la raya con sus palabras, y mucho.
-¿Sabes cuantas veces he deseado poder olvidar eso? – Le gritó -- ¡Tu sabes cuánto amo a Sergio a pesar de todo!, y estar con él una última vez, ¿Qué daño haría?
-¿Qué daño haría? – Se acerco hasta quedar casi pegado a ella, y le hablo casi en susurros -- ¿Acaso no llorabas hace un rato, por recordar eso?
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La Memoria Perdida.
Romance... Un pasado, una historia, Un... ¿Futuro? ____ 🔸️Historia inspirada 🔸️