Marcos había llegado a su casa y se dejo caer tras la puerta. Se sentía solo, triste… Vacio. Desde que Sergio había traicionado a Raquel, ella y el habían vivido juntos… No juntos como pareja, solo como amigos, el estaba para ayudar y apoyar a Raquel.
Su amistad era lo más importante para él, conocía a Raquel desde su niñez, puesto que sus madres eran muy amigas. Todos decían que ellos terminarían juntos, por la forma en que se trataban, ambos se reían ante los comentarios, pero muy en el fondo a veces Marcos deseaba que eso si pasara. Aunque todo cambio el día que vio a Raquel junto a Sergio.Ella por supuesto había salido con otros antes de conocer a Sergio, pero Marcos nunca la había visto como aquel día, ese momento nunca lo olvidaría.
Había dejado a Raquel sola un momento mientras bailaba un poco, fueron algunos minutos que permaneció sin verla, y cuando volvió a su vista hacia ella, la vio conversando animadamente con un hombre que nunca había visto otras veces junto a ella.
Salió de la pista de baile y a medida que se acercaba a ellos veía como Raquel sonreía y se sonrojaba ante los comentarios de aquel extraño. Marcos recordaba que había sentido algo extraño en su estomago, una sensación que desearía nunca haber experimentado. Solo cuando vio que aquel hombre se acercaba a Raquel cada vez mas logro descifrar que esa sensación, no eran más que celos.
Intervino en la conversación, sentándose junto a Raquel y pasándole el brazo por los hombros, ella claro estaba, no se molestaba por ello, puesto que estaba acostumbrada a las muestras de cariño de su mejor amigo.
-Marcos, él es Sergio – Que confianza, había pensado Marcos. – Sergio, el es mi mejor amigo, Marcos.
Luego de un momento algo incomodo Raquel le había dicho a Marcos que se fuera a bailar, pero el no había accedido, no dejaría sola a Raquel con el tal Sergio.
Pero Sergio no había perdido tiempo y se había llevado a Raquel hacia la pista de baile. Y ahí estaba esa sensación de nuevo, retorciéndole las entrañas a Marcos.
-No debo sentir celos, después de hoy, no volverán a verse- Se había repetido una y otra vez Marcos, sin saber en ese momento lo erróneos que estaban sus pensamientos.
No fue sino, hasta un mes después, que Raquel lo invito a cenar, y el llegar se encontró con Sergio en casa de Raquel.
Se había llevado una gran sorpresa, y esa sensación extraña volvía, con una intensidad exagerada. Sin embargo, Marcos decidió calmarse, seguro solo eran amigos, amigos, amigos... Sus esperanzas de ellos se desmoronaron durante la cena, Raquel miraba a Sergio de una forma que Marcos no podía describir, o no quería hacerlo.
Cuando los dejo por un momento, y regreso, los encontró besándose, entonces su faceta de mejor amigo sobreprotector entro en escena.
-¡Raquel! –Le había gritado, lo recordaba perfecto. --¿Qué crees que haces? ¡Recién lo conoces!
Luego él y Raquel habían tenido una fuerte discusión, por culpa de Sergio. Desde aquel momento en adelante, peleaban por ese tema con regularidad.
Para Marcos, todo lo que a Sergio respectaba, significaba problemas. Nunca le había caído bien, y nunca lo haría. Lo quería lejos de Raquel, muy lejos.
Por eso había hecho lo que hizo, solo por el bien de Raquel a largo plazo, solo por eso…
Sacudió su cabeza para alejar los recuerdos. Esos que solo quería borrar de su mente.
Al parecer todos querían quedar sin memoria, mientras Sergio solo quería recuperarla.
Mientras Marcos luchaba contra los recuerdos, Sergio y Raquel estaban sumergidos en ellos…
*
-¿Cómo fue nuestra boda? –Le pregunto Sergio luego de besarle la nariz. Raquel estaba sumamente feliz, ahí estaba, junto a su esposo, y siendo besada tan dulcemente por él.-Fue magnífica. Y exageradamente grande. – Rio levemente y Sergio no pudo evitar sonreír, ver a Raquel feliz era su razón para recuperar la memoria, quería hacerla feliz recordando sus momentos juntos.
-Debiste verte magnifica – Pensó un poco lo que dijo – Aunque en realidad, siempre te ves magnifica.
Raquel se sentó en la cama y se despeino con las manos, hizo una mueca muy extraña y miro a Sergio divertida. -¿Estás seguro de lo que dijiste?
Sergio se puso de rodillas en la cama y la atrajo hasta el. -Muy seguro. Hagas lo que hagas, siempre te veras hermosa para mí.
-El amor te vuelve ciego – Y rio una vez más.
-El amor me hace ver lo magnifica que eres.
Y Raquel no dijo nada mas, simplemente no tenía nada para decir. Una vez más Sergio la había dejado sin palabras, pero no sin acciones…
Se acerco a él y lo beso. Pero Sergio no correspondió. Raquel no pido evitar sentir que se le estrujaba el estomago.
-Dime que me amas –Le dijo Sergio muy cerca de sus labios.
-Te amo, te amo más de lo que seguramente es posible amar. – Lo dijo tan dulcemente, y con un destello tan amoroso en sus ojos, que Sergio sintió como su corazón se le agrandaba, solo para llenarse de mas amor por ella.
Y entonces volvió a besarlo, y Sergio correspondió con toda la intensidad que su cuerpo era capaz de entregar.
Se besaban una y otra vez, aunque quisieran no podían detenerse, pero en realidad ninguno de los dos quería separarse del otro. Ambos se acoplaban a la perfección.
Verlos y dudar el amor que había entre ellos, debía ser un delito.
Hasta un ciego podría darse cuenta que estaba ante una pareja de enamorados, solo por la felicidad que emanaban.
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La Memoria Perdida.
Romance... Un pasado, una historia, Un... ¿Futuro? ____ 🔸️Historia inspirada 🔸️