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El quiso reír al ver la forma en que Raquel lo miraba. Se veía muy sexy.

Aunque para él, Raquel siempre se veía de ese modo. Su bella, y sexy esposa.

Se acerco lentamente a la cama y se recostó a un lado de Raquel, pero ella se volteó y se subió encima de él.

-¿Por qué eres tan irresistible, Sergio Marquina? - Raquel le mordió suavemente el cuello, y se deshizo de lo único que acompañaba a Sergio, su toalla.

El totalmente desnudo. Y ella totalmente vestida. Sergio no estaba muy contento, sin embargo le encantaba la pasión de Raquel.

Ella estaba encantada, sabía que él se sentía de alguna manera frustrado por su situación.

Ella se levanto y arrastró a Sergio con ella hasta la ducha. Ahí, Sergio decidió manejar las cosas.

La beso, con fuerza. Dejando un poco de lado la delicadeza, a veces simplemente hay que dejarse llevar...

Le quito una a una sus prendas, besando cada milímetro de piel que iba dejando al descubierto. Raquel se estremecía de placer ante el contacto de los labios de Sergio.

Cuando ya ambos estaban en igualdad de condiciones, Sergio abrió la ducha y empujó a Raquel dentro. La beso de nuevo en los labios, mientras ella enredaba sus manos en el cabello de Sergio. El agua corría por sus cuerpos, era excitante.

Sergio no podía apartar sus labios de Raquel, desde su boca hasta su cuello, de su cuello a sus pechos, y hasta su estomago. Ella se sentía desbordada por tanto placer, y tantas sensaciones.

¡Oh Perfecto, perfecto Sergio!

¡Oh, sexy, sexy Sergio!

¡Oh...!

Solo ¡Oh!

Sus cuerpos se unieron en uno solo. Desbordando toda la pasión del momento, dejándose llevar, entregándose a la pasión.

La escena se repetía una y otra vez, ambos parecían estar insaciables el uno por el otro. Besos, mordidas, rasguños, gemidos... Todo mientras el agua seguía corriendo por sus insaciables cuerpos.

Cuando por fin sus cuerpos se sentían pesados, cansados, se dieron una ducha de verdad, muy rápida. Se vistieron y Sergio apenas se recostó en la cama, se durmió.

Raquel lo miro por un momento.

Parecía un angelito, aunque unos minutos antes había sido todo menos eso.

Sergio comenzó a soñar... ¿O era una pesadilla?

Pero más que producto de su imaginación, era un recuerdo.

Algo real, muy real...

-¡Harás lo que te digo! -Daniela estaba gritándole, con un folder amarillo en sus manos. - O ¿Acaso quieres que le muestre esto a tu esposita? - Había puesto ante sus ojos el folder.

-¡De cualquier forma perderé a Raquel!

-¿De verdad quieres que vea estas fotos? -Estaba a punto de sacarlas, pero él no se lo permitió.

-Ni yo mismo quiero verlas de nuevo. -Bajo la mirada, ya la desesperación parecía consumirlo. --¡Tu ganas!

-Muy bien Sergio, ahora ven. -Ella había intentado besarlo, pero el se había negado.

-Seré siempre de Raquel, mi Raquel.

Las imágenes cesaron. Y Sergio, que se había estado removiendo en la cama durante toda la escena, siguió durmiendo tranquilo. Aunque seguramente en la mañana no lo estaría tanto.

La Memoria Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora