La Memoria Perdida.

23

Hola chicas ya estoy aquí, perdón por el retraso!
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-Voy a tener un bebé. -Susurró Raquel.

-Vamos a tener un bebé. -Le corrigió él.

Ninguno de los dos lo asimilaba por completo. Justo cuando su relación había terminado, se enteran de que serán padres una vez más.

La alegría había vuelto al rostro de Raquel, su mirada estaba iluminada de nuevo, y esa era otra alegría para Sergio.

Raquel se levanto de la cama, y se sentó en las piernas de Sergio, que aun no era capaz de levantarse. Estaba perplejo, pero increíblemente feliz.

Ella paso las manos por el cuello de él, abrazándolo. Y coloco la cabeza en su hombro, Sergio la abrazo también, con fuerza.

-No sabes lo feliz que estoy en este momento. -Comenzó a decirle Sergio, con la voz entrecortada por las emociones que lo invadían. -A ti te debo cada alegría en mi vida, y la noticia de este nuevo bebe -Coloco una de sus manos en el vientre de Raquel -Llegó cuando menos lo esperábamos. Pero no por eso, la felicidad es menor. -Le acaricio suavemente la mejilla. -Te amo.

-Desearía que las circunstancias fuesen diferentes, me gustaría saber que este bebe crecerá con una familia unida -Una lágrima de una mezcla entre alegría y tristeza, corrió por su mejilla. -Pero no será así. A pesar de eso, tú estarás muy presente en su vida, siempre. -Coloco su mano sobre la que Sergio tenía en su vientre. -Este bebé, es una prueba de nuestro amor. Y aunque nuestra relación haya terminado, estoy profundamente feliz de saber que seré madre una vez más, y que el padre de mi hijo es el hombre que amo.

Se besaron, con ternura. Plasmando la felicidad del momento en ese beso.

Raquel sentía como los pedazos de su corazón comenzaban a unirse, la felicidad que estaba sintiendo era tan completa, no quería que ese momento acabara nunca.

Un beso podía hacerlos olvidar todas las cosas malas que los rodeaban, se creaba una barrera entre ellos y el resto del mundo.

¿Cómo se puede amar de tal forma?

El amor que sentía el uno por el otro era algo inexplicable, único, incontrolable. El sentimiento mutuo era desenfrenado, mágico... ¿Cómo era posible sentir todo aquello?

Ella lo veía y sentía que todo a su alrededor se detenía y perdía total importancia; todo en aquellos momentos giraba en torno a él, era su mundo, y se sentía inexplicablemente feliz, él era el dueño de su felicidad, por eso si Sergio no estaba, ella no era completamente feliz.

El la veía como a un ángel, un ángel que salvaba su mundo del abismo. Aunque ella hasta cierto punto era la culpable de la existencia de ese abismo. Raquel lo lanzaba y rescataba de él, Pero ¿Qué importancia cobraba eso, cuando ella estaba ahí... rescatándolo? Ninguna.

Su amor era tan grande... Pero cuando estaban juntos, todo se resumía en vivir el momento.

*

Salieron de la clínica con una gran sonrisa en sus rostros. Raquel quiso ir por su auto a la empresa, pero Sergio insistió en llevarla él mismo, no pensaba arriesgarse a que ella se mareara mientras conducía y tuviera un accidente.

Pasaron por Ana, los padres de Raquel se sorprendieron al verla junto a Sergio, y sobre todo, tan feliz.

Pero decidieron no hacer preguntas, y Raquel decidió no darles la noticia de su embarazo aun.

Ana estaba feliz de ver a sus papas juntos y tan felices juntos.

A Raquel le preocupaba en cierto modo la situación, pues no quería que su hija se hiciera ilusiones. Sergio no le daba importancia a eso, se había propuesto estar muy cerca de Raquel todo el tiempo, no quería perderse nada de su embarazo.