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Entonces las sospechas lo invadieron.

¿Qué hacia Marcos con Daniela?

¿Acaso tendría él algo que ver con todo lo que paso entre él y ella? Pues Sergio estaba seguro de que no había estado con Daniela por las buenas. Estaba casi seguro de que lo habían chantajeado.

Y en ese folder que tenía Daniela en su sueño, debía estar la prueba de ello.

*

Ana y él terminaron de comer su pizza, y Sergio no le quitaba la mirada de encima a la pareja, que sin duda parecían tenerse mucha confianza.

Sentía que le hervía la sangre, Marcos decía ser el mejor amigo de Raquel, y estaba junto a la mujer que le había causado un daño irreparable.

A pesar de que ella lo había perdonado, él sabía muy bien que a aún la perseguían los fantasmas del pasado.

Necesitaba saber la verdad. Y si no podía recordarla, iba a buscarla.

Tomó a su hija de la mano, y tomó la bolsa donde se encontraba un regalo para Raquel. Ana llevaba un peluche que le había gustado y Sergio como padre consentidor no dudo en comprarle.

Cuando llegaron a la entrada del lugar donde se encontraban Daniela y Marcos, la niña al verlo, se fue corriendo a saludarlo, y Sergio la siguió.

-Tío -- Ana abrazó a Marcos afectuosamente.

Marcos se asustó, ¿Con quién estaba la niña?

Al ver a Sergio, Marcos palideció.

Daniela lo miró de arriba a abajo, no pensó siquiera en disimular que se lo estaba comiendo con la mirada.

Y tampoco disimuló su decepción al ver que Sergio no le daba ni la menor importancia.

Ella de la manera más cínica, se levantó de su asiento, se acercó a Sergio y lo besó. Pero el besó recién comenzaba cuando ya había terminado.

Marcos miraba sonriente la escena, y al ver la expresión de Ana, aún más.

Sin duda ella le diría a Raquel lo ocurrido.

Sin embargo, ¿Como le explicaría a Raquel que estaba en un restaurante junto a Daniela?

Sin duda estaba divido. Por un lado se alegraba de la situación, y por otro estaba asustado por las explicaciones que tendría que darle a Raquel.

-¡Papi! --Ana tenía una expresión sumamente preocupada en su rostro.

Sergio no sabía si quedarse y enfrentar a Marcos, o salir de ahí en ese instante junto a su hija.

Al ver el rostro confundido de Ana decidió salir de ahí en ese instante.

-Tenemos mucho que hablar. --Le dijo desafiantemente a Marcos, y salió de la mano con Ana.

*

Sergio decidió regresar a casa. Ana no habló en todo el camino, tenía la mirada perdida.

Sergio no sabía que decirle, como explicarle... De cierto modo, estaba aprendiendo a ser padre.

-Nena -- Cuando se detuvo en un semáforo, dirigió la vista hacia el asiento trasero del auto. La niña lo miró con un toque triste en sus ojos, eso le rompió el corazón a Sergio.

-Papi, ¿Te volverás a ir con ella? -- Una lágrima corrió por la mejilla de Ana, y Sergio casi pudo oír el sonido de su corazón al romperse.

Por desgracia, el semáforo cambió a verde y tuvo que regresar su vista al camino.

La Memoria Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora