La Memoria Perdida.

3

Pero seguían recorriendo cada lugar y el no lograba recordar nada, absolutamente nada. Debía tener paciencia, pero no podía... Si tenía una familia, quería verla y no intentar traer a su mente vagos recuerdos que simplemente no llegaban

-¿No recuerdas nada? Algún momento aquí... ¿Algo? -- Le pregunto cuando llegaron a lo que parecía ser un pequeño parque infantil -- Tu hija ama este lugar, su esposa, usted y ella han pasado lindos momentos aquí

-No, no recuerdo nada -- Sergio bajo del caballo al ver algo que colgaba de un columpio. Lo tomo y era una pequeña cadenita, se la mostró a Raquel y pregunto -- ¿Es de mi hija?

-Sí, es de tu hija. Debe haberla perdido la última vez que ustedes vinieron

-¿Eso fue hace cuanto?

-No lo sé --Y se encogió de hombros

Raquel vio su reloj y le dijo a Sergio que ya debían irse, pues esperaba una llamada. Se fueron a toda prisa, al llegar entro a toda prisa en su cuarto donde el teléfono sonaba incesantemente

-¡Mi amor! Si yo también te extraño, ¿Qué te parece si vienes la próxima semana? Aja si pregúntale. ¿Dijo que si? ¡Qué bien! Entonces nos vemos la próxima semana, te quiero. Cuídate mucho. ¿Sí? ¿En serio? Me alegro, lo se lo sé ¿Perdóname si? ¡Está bien! Si... Lo prometo. Nos vemos en unos días, te quiero mucho. -- Fue lo que escucho Sergio, pues había entrado con Raquel en su habitación y ella no le había dicho que se fuera.

-¿Mi amor? -- Pregunto Sergio mientras miraba alegremente a Raquel quien comenzó a reír sin parar por la forma tan divertida en que la miraba Sergio

-Sí, mi amor. Ya verás cuando llegue la próxima semana... Se llevaran bien -- Y continuo riendo

-No comprendo tu risa -- Y comenzó a reír junto a ella, tenía una risa contagiosa

-Ya lo veras, ahora sal de aquí -- Y lo empujo a modo de juego

-¡Espera! -- Se sentó en la cama de nuevo, y la obligo también a sentarse -- Tu sabes todo de mi, pero yo no sé nada de ti.

-¿Que quieres saber?

-¿Eres casada, cierto?

-Sí, lo soy

-Oh. ¿A tu esposo no le molesta que estés fuera de casa en este tiempo?

-No, el entiende -- Bueno, algo así. Pensó

-Si yo fuese tu esposo, odiaría tenerte lejos de casa

Ella se sonrojo ante las palabras de Sergio. El se dio cuenta y sonrió pero luego algo desvaneció su sonrisa y salió del cuarto de Raquel, ella se sorprendió y fue tras él.

-¡Sergio! ¡Sergio, que sucede! -- El salió de la casa y luego seguía persiguiéndolo, hasta que él se detuvo y paso sus manos por su cabello.

-¿Que sucede Sergio?

-Nada, déjame solo

-¡Dime!

-¡Nada! -- Se acerco a ella y acaricio suavemente su mejilla -- Nada --Dijo suavemente, para luego entrar de nuevo en la casa. Dejando a Raquel visiblemente confundida.

¿Qué le sucede? Pensaba Raquel. Tenía que lograr que el confiara en ella... ¿Pero, que estaba pensando? Ella solo estaba ahí para ayudarlo a recuperar la memoria. Sin embargo entro a la casa y fue hasta la habitación de Sergio, se sentó a su lado y lo hizo mirarla a los ojos.

-Sergio, por favor dime ¿Que sucedió?

-Ya te lo dije, no sucede nada -Ella se acerco un poco más a él y le acaricio la mejilla - Confía en mi, dímelo

-Me confundes

-¿Co... Cómo?

-Por eso no quería decírtelo... No sé qué pensaras. Es solo que tienes un efecto extraño en mi, se supone que soy casado, pero ¿Y si no amo a mi esposa...?

-No digas nada mas, tú amas a tu esposa y punto

-Entonces ¿Por qué me confundes tanto? --Bajo el tono de voz, hasta hacerlo casi inaudible --¿Por qué siento tantas ganas de besarte? --Susurró.

Pero Raquel alcanzo a escucharlo, esas palabras se filtraron por sus oídos brindándole una sensación indescriptible... Estaba confundida, y no debía estarlo.

Inconscientemente, sonrió. Y Sergio al verla se sintió aun mas confundido que antes. Pero de pronto una realidad choco contra él, ¡Raquel estaba casada!, Al igual que yo, pensó.

-Olvida lo que dije, no sé en que estaba pensando

-¿Te arrepientes de lo que dijiste?

-Ciertamente

-Oh.

-Tu estas casada, al igual que yo. Cuando recupere la memoria volveré a estar con mi familia y tu solo serás un recuerdo

-¿Perdón? -- Raquel salió de la habitación de Sergio, y se encerró en la suya.

Sergio comenzó a pensar en cada una de las cosas que había dicho y se sintió el peor de los hombres, ¿Como pudo tratar así a Raquel?, seguramente la había herido mucho. Ella solo pretendía ayudarlo y el la había dicho que sería -Solo un recuerdo-.

¿Por qué Raquel lo confundía de ese modo? Ella lograba alivianar sus frustraciones por no tener memoria, lograba entregarle cierta paz. Pero el tenia una esposa y una hija, a las que no lograba recordar y para eso estaba Raquel con él, para nada más.