26

3.5K 230 5
                                    

chapter twenty-six

chapter twenty-six

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Stiles' POV

— Se sabe que cuando te ahogas no inhalas sino hasta el final al perder la conciencia. Se llama neavoluntaria— acomodaba cada uno de los hilos de mi palo de lacrosse mientras hablaba con la psicóloga escolar, y no estaba tan seguro de qué hacía con ella o al menos me lo negaba—. Sin importar que estés en crisis, el instinto de no permitir que entre agua es tan fuerte que no abres la boca sino hasta que sientes que tu cabeza va a explotar, pero cuando al fin lo haces es cuando deja de doler. Ya no te da miedo, es cuando alcanzas la paz.

— ¿Dices que crees que Matt encontró paz en sus últimos momentos?— la morena y pequeña psicóloga habló después de escuchar por tanto tiempo mi aburrido monologo.

Suspiré.

— No siento lástima por él.

— ¿Sientes lástima por el Matt de nueve años que se ahogó?

— Que un montón de imbéciles lo arrojaran a una piscina cuando no sabía nadar, no le doy el derecho de matarlos uno por uno— hice una pausa para ver su reacción—. Y por cierto mi papá dijo que encontraron fotografías de Allison en su computadora, y no solo de ella, se colocaba a sí mismo en las fotografías como si se dieran la mano o se besaran. Había construido toda esta relación de mentira— pensé en lo repulsivo y enfermo que sonaba todo esto y me enojé más con Matt y recordé las veces en que le decía Scott la poca confianza que Matt me daba—. Sí, puede ser que ahogarse a los nueves años pudo ocasionarle la locura pero él ya estaba demente mucho antes que eso.

— Al menos algo positivo salió de todo esto— afirmó la psicóloga y el recuerdo de mi papá con su placa de policía de nuevo en sus manos me invadió—. ¿No?

— Sí, pero siento que hay algo mal entre nosotros— un nudo se formó en mi garganta—. Esa tensión cuando hablamos y es lo mismo con Scott.

— ¿Han hablado desde esa noche?

— No aún no— regresé a mi palo de lacrosse—. Él ya tiene sus propios problemas— con la mamá de Scott huyendo de él porque ya sabe que es un hombre lobo era suficiente—. Y no creo que hable con Allison, al menos es decisión de ella, creo. La muerte de su mamá la afectó pero los unió a su papá y a ella— algo dentro de mí hizo que siguiera hablando de los demás y la psicóloga no me interrumpió—. Jackson ya no es el mismo y lo gracioso es que ahora Lydia parece ser la más normal.

— ¿Qué hay de ti Stiles? ¿Sientes nervios por el partido del campeonato de mañana en la noche?

— ¿Por qué me pregunta eso?— me di cuenta que estaba mordiendo con desesperación los hilos de mi palo de lacrosse y entendí su pregunta—. Ahhh, no, yo nunca juego, pero dado que uno de los jugadores está muerto y el otro extraviado, no lo sé.

— ¿Hablas de Isaac?— sonrió con paciencia—. ¿Uno de los tres que huyó? ¿No sabes nada de ellos?

— Oiga, ¿por qué no está tomando notas?— pregunté a modo de distracción.

— Las tomo al final de la sesión.

— Qué buena memoria ¿no?

— ¿Qué me dices de Sandra? ¿Qué ha pasado con ella?

La simple mención de su nombre hizo que miles de cosas se removieran en mi interior y al mismo tiempo mi garganta cerrara aún más el nudo.

— Nada— contesté como pude.

— ¿No has hablado con ella?— negué con la cabeza—. ¿Pasó algo entre ustedes?

— No como yo hubiera querido— tomé aire pues sentía un presión en el pecho que me hacía sentir que no podía respirar-. He estado enamorado de ella desde hace mucho tiempo pero ella ama a otro, son felices pero por más que trato no puedo con ello.

— ¿Se lo has dicho?

— Quedamos como amigos.

— Pero no ha sido suficiente ¿cierto?— volví a negar—. Sería bueno que hables de nuevo con ella, que le digas todo lo que sientes, absolutamente todo, y dejarle en claro que no la obligas con ello a nada pero si ella decide acercarte a ti, tú no se lo impedirás.

Asentí con lentitud sabiendo que ella me escucharía pero también con el saber de que jamás dejaría a Derek por alguien como yo.

— ¿Por qué no hablamos de ti?— preguntó de pronto y agaché la mirada—. Sé que lo que te pasa con Sandra es algo de ti pero quiero saber mucho más.

— Estoy bien— tragué saliva con dificultad—. Sí, aparte del insomnio, los nervios y el miedo avasallante porque seguramente algo terrible va a pasar.

— Se llama hipervigilancia, la sensación persistente de estar amenazado...

— No es solo una sensación, es como un ataque de pánico, no puedo ni respirar— todas esas sensaciones las comenzaba a sentir y unos escalofríos llenaban cada parte de mi cuerpo.

— ¿Cómo ahogarse?

— Sí.

— Si te estás ahogando e intentas mantener la boca cerrada hasta que llega el último momento, ¿qué pasa si decides no abrir la boca? ¿No dejar el agua entrar?

Lo pensé un instante.

— Lo haces aunque no quieras, es un reflejo.

— Pero si esperas hasta que el reflejo ocurra ¿tendrías más tiempo?

— No mucho tiempo...

— Pero más tiempo para llegar a la superficie.

— Eso creo.

— Para ser rescatado.

— Para agonizar más por el dolor— negué con la cabeza, sintiéndome alterado—. ¿Olvidó la parte en que sientes que la cabeza te va a explotar?

— Si se trata de sobrevivir, ¿vale la pena agonizar un poco?— me miró con su penetrante mirada oscura.

— Bueno, ¿si empeora?— imágenes rápidas desde Scott hasta mi padre y Sandra pasaban como diversos flash en mi cabeza—. ¿Si es agonía ahora y luego es un infierno?

— Piensa en algo que dijo Wiston Churchill— se detuvo un momento sin apartar su mirada de mi—. "Si cruzas el infierno, no te detengas".

Si ya consideraba mi vida un infierno ¿por qué no seguir adelante?

Si ya consideraba mi vida un infierno ¿por qué no seguir adelante?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora