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epilogue

Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Sandra mantenía sus ojos fijos en las velas del pastel. La flama iluminaba sus claros ojos haciendo que varios de los presentes no pudieran quitar la vista de ella, unos tratando de adivinar que era lo que la chica lobo pensaba y otros deseando que ella los viera y los tomara en cuenta en muchas cosas.

Dos deseos Sandra usó para dos personas especiales y uno más para que todo, de aquí en adelante, saliera bien.

Sopló levemente sobre las velas y estás se apagaron con facilidad. Los aplausos y porras llenaron el lugar y Sandra pareció salir de un trance en el que se había metido y concentrado para pensar bien en sus deseos.

Un chico se acercó a ella y le besó la frente. Ese simple tacto hizo que la chica Hale-Argent sintiera una electricidad correr por todo su cuerpo y sin pensar en los demás besó a Derek como si no hubiera un mañana haciendo que el alfa sonriera entre el beso, con las mejillas muy sonrojadas.

Mientras tanto, Isaac se alejaba del grupo y Stiles cerraba la puerta después de salirse de ese lugar que ya lo estaba empezando a asfixiar. Él ya estaba creyendo que el haberse ilusionado con ese beso había sido una gran estupidez: ella jamás dejaría a alguien como Derek por él. Verla con él lo hacía sentirse poca cosa y muy en el fondo sabía que debía encontrar la manera de que eso cambiara. Si debía cambiar por ella, lo haría.

Pero los cambios que se encuentran no siempre son los mejores.

Los invitados se fueron de a poco hasta quedar solo unos cuantos. Sandra le sugirió a Isaac quedarse a vivir con ellos pues él no tenía donde ir. Isaac aceptó a regañadientes pensando en la posible tortura de estar ahí mientras veía a un extraño Derek sonriente que le demostraba a cada momento su afecto a la chica que amaba. Serían unos largos días.

Peter se iría a vivir a un pequeño departamento en el centro, por lo que antes de irse, se despidió pidiéndole a Derek respeto por su hija. Derek solo le gruñó y Peter se burló saliendo de ahí.

El día siguiente fue momento de una pequeña reunión de la manada Hale. Peter, Isaac, Sandra y Derek se reunieron en el bosque dispuestos a resolver algunos asuntos entre los que se encontraba la desaparición de los otros miembros de la manada: Boyd y Erica. En este momento Derek entendía que la fiesta solo había sido un atraso en la búsqueda y ahora quería recompensar el tiempo perdido.

El alfa llevó al resto de su manada a la antigua casa Hale para empezar desde ese punto la búsqueda, pues ahí había sido el último lugar donde los vio.

Pero algo los detuvo casi para llegar al umbral de la puerta. Un símbolo. Un símbolo que solo Peter y Derek conocían y que sin poder evitarlo les erizó la piel.

— No le has contado todo a tu manada ¿verdad?— preguntó Peter con un poco de burla en la voz.

— ¿De qué hablas?— preguntó Isaac que se mantenía al lado de Sandra, viendo juntos a los Hale. Derek no pronunció palabra pero se podía ver en su rostro el odio hacia su tío por lo que sea que fuera a decir.

En la boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora