chapter eleven
Derek's POV
Tenía muchas cosas en la cabeza, muchas cosas a las que debía encontrarle respuestas de pies a cabeza pero no me sentía con la capacidad de hacerlo en estos momentos, aunque debía hacerlo a toda costa.
¿Cómo podía concentrarme después de lo que pasó hace unos instantes?
Sé que en estos momentos Sandra y yo somos considerados primos pero realmente el maldito corazón no entiende de lazos familiares o no, yo la sigo amando como hombre y yo la siento como mujer no como mi prima.
Llegué de nuevo a nuestro escondite. Ahí estaba Boyd, sentado en uno de los asientos dentro del andén abandonado.
— ¿Qué te pasa Derek? — me preguntó en cuanto me senté en el asiento de al lado.
Negué con la cabeza, haciéndome el que no sabía.
— Te fuiste con Sandra y hasta ahora regresas con cara de preocupación— volteé a verlo—. Noté la manera en cómo la miras, se siente el deseo, ¿qué acaso no es tú prima?
— Sí— fue lo único que pude decir.
— Ella también lo hace— puse más atención a sus palabras—. La manera en cómo llegó a quitarte a Erica de encima ¿no es una buena prueba? ¿Qué pasa entre ustedes dos?
— Nada.
— Bueno, entonces ¿qué pasó entre ustedes? — dijo con insistencia.
Creo que Boyd podía servir para desahogarme de esto, a nadie le había dicho nada sobre esto y hoy podía ser el momento.
— Hace unos meses que la conocí, cuando me dispararon de muerte y ella me ayudó, y desde que la vi ella me atrapó, caí en las redes de sus ojos, de su voz y desde ahí no pude escapar a pesar de que luché contra corriente y al final me dejé llevar y me perdí en ella. Sandra también se enamoró y juntos supimos lo que significaba el amor— hice una pausa, dándome cuenta de que una lágrima escapó de mis ojos porque en verdad que extrañaba esos momentos—. Después ella encontró a su padre que había dado por muerto y resulto ser mi tío y por lo tanto nuestra relación se dio por terminada.
— Bueno y si aún hay sentimientos así de fuertes ¿por qué no ponen tierra de por medio?
— ¡Porque no creo nada de lo que dijo mi tío! — grité desesperado.
— Entonces ¿por qué no se hacen un estudio de ADN y salen de dudas?
¿Por qué nunca había pensado en eso?
— Boyd, es una buena idea pero eso tardara mucho y no podemos arriesgarnos a que alguien del laboratorio nos reconozca— él se levantó y lo vi sonreír.
— No te preocupes por eso, tú consigue la prueba de ella y yo las puedo llevar mañana temprano al laboratorio.
— ¿De verdad?— le dije sin poder creerlo.
— Claro que sí.
— Gracias, iré a conseguirla ahora— tomé una chamarra y salí de ahí, a la casa de Sandra.
* * * * * *
La casa estaba silenciosa.
Con pasos sigilosos caminé hasta el cuarto de Sandra, pero una escena me hizo detener en seco: Sandra dormida, protegida en los brazos de Stiles.
Me apoyé en el marco de la puerta, tratando de tomar aliento, sintiendo una rabia en mi interior.
¡Yo debía estar en el lugar en él! ¡Ella debía estar entre mis brazos, sintiendo mi calor y el amor que le tenía!
Entré a su habitación, calmando mis impulsos y sin querer rasgué el sillón que estaba dentro pero lo ignoré y me acerqué a la cama, en el lado de ella. Con cuidado tomé uno de sus cabellos y rápidamente lo arranqué de raíz.
Sandra se removió un poco y para mi mala suerte se abrazó más a Stiles, buscando refugio en sus brazos.
Debía salir de ahí cuanto antes porque no podría aguantar más. Pero su voz me detuvo en el umbral, su suave voz pronunciando mi nombre. Volteé a la cama pero ella seguía dormida, diciendo mi nombre entre sueños.
Regresé y le besé la frente con mucha dulzura, dejando mis labios sobre esta por un buen rato.
Me fui de ahí, sin mi corazón porque se lo entregué a ella.
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En la boca del Lobo
Teen FictionSandra ha encontrado su esencia, su lobo interior, pero ha perdido al amor de su vida. Algo aún se remueve en su interior cada vez que piensa en él y sobre todo cuando se pone a reflexionar sobre su pasado, incluyendo a su padre que ahora está muert...