5

4.7K 292 40
                                    

chapter five

Estuvimos echándole un vistazo a la casa de Isaac usando nuestros sentidos en busca de respuestas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estuvimos echándole un vistazo a la casa de Isaac usando nuestros sentidos en busca de respuestas.

Derek me ayudó mucho enseñándome cómo usar cada una de mis habilidades como mujer loba y eso me hizo sentir bien. Además me sorprendía que aunque fuera noche de luna llena, no me sentía tan descontrolada y en el fondo sabía que estar al lado de Derek, mi ancla, me ayudaba demasiado.

Con todo lo que hayamos llegué a la conclusión de que Isaac era maltratado por su padre, tal y como se lo había dicho a Stiles hace unos días. Me hizo sentir mal por él aunque ya todo esto había acabado.

Sabía que teníamos que actuar de inmediato por lo que llamé a Stiles para hacer un plan y su ayuda era indispensable como hijo del comandante de policía. En este momento Derek y yo lo esperábamos escondidos en las sombras.

— Qué bien te queda esa playera, un poco grande pero fajada no se nota— murmuró Derek a mi lado, sacandome de mis pensamientos.

Realmente no sabía cómo me había mantenido tan serena teniéndolo tan cerca.

— Supongo que gracias— volteé para poder mirarlo de frente—. La encontré hoy por la mañana entre mi ropa aunque no recuerdo haberla comprado y menos de este tamaño.

— Y nunca lo recordarás— dijo con una ligera risa.

— ¿Cómo?

— Sí porque esa playera es mía— sonó divertido—. La escondí entre tu ropa para ver si algún día la encontrabas aunque fuera con tu olfato y veo que no tardaste tanto cómo yo esperaba.

— ¿Que tú qué?— pregunté con incredulidad.

Derek reprimió una sonrisa apretando los labios e inclinó la cabeza un poco. Ti-er-no.

— Quería que tuvieras algo mío contigo pero no sabía cómo reaccionarías si llegaba a tu casa y te lo diera, quizá me hubieras arrancado la cabeza con los dientes.

Me reí ligeramente y me ruboricé mucho, ¿qué podía decir?

— ¿De verdad quieres ayudar a Isaac?— preguntó Derek, cambiando de tema.

— Absolutamente— le respondí con seguridad aunque con sus anteriores palabras revoloteando en mi mente.

— ¿Por qué?

— Digamos que es como yo, metido en esta situación sobrenatural, con un padre que ha muerto y, no sé, siempre he sentido algo extraño por él— murmuré observando las reacciones de Derek hacia mis palabras.

— ¿Extraño cómo que?

— No sé, es un chico tímido pero solo porque tiene miedo y así fui yo por mucho tiempo hasta que...— me callé sintiéndome avergonzada.

En la boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora