chapter ten
Derek POV's
En estos momentos si yo, Derek Hale, estuviera en el lugar de Sandra probablemente ya hubiera salido corriendo de mí.
"Nos amamos"
¿Cómo se me ocurre decirle semejante cosa? No es que no lo sienta o no sea verdad pero la estoy acorralando con algo que quizá ella ya no siente por mí o que tal vez ella no quiera sentir por miedo.
Me estoy arriesgando a que mis sentimientos se los dé a alguien de mi propia sangre y que por lo tanto no sean correspondidos como yo deseo pero ¿cómo puedo negarme a esto que jamás había sentido y me gusta?
Sí, me gusta. Siempre se lo admitiré a ella pero a nadie más.
Ella es distinta a todas las mujeres que existen o que al menos he conocido. Es dulce pero no llegando a lo infantil; es amable y cariñosa pero siempre sabe hasta qué punto puede serlo sin fastidiar a nadie; es fuerte y guerrera y eso lo admiro mucho porque gracias a ello defiende lo que cree, lo que quiere y a los que quiere y jamás se ha dejado caer rendida; es suspicaz e inteligente que en ocasiones me asusta; es tímida y al mismo tiempo aventada, y puede ser tan terca y caprichosa que siempre logra lo que se propone.
Y ha logrado atraparme por completo. Y yo la amo con cada una de sus virtudes y sobre todo con cada uno de sus defectos, y sé que aunque ella ya no me lo dice, ella hace lo mismo conmigo y eso me hace el hombre más afortunado del mundo.
— ¿Y a dónde iremos? — me dice Sandra trayéndome a la realidad, a una realidad en donde ella está a mi lado, conmigo.
— Bueno, es una sorpresa— le digo con un poco de misterio y sonrió sin miedo. Con ella no tengo miedo de mostrarme como me gusta ser, el yo que era antes.
— Odio las sorpresas Derek— dice como pequeña y cruza los brazos con fuerza contra su pecho. La escucho decir mi nombre y noto como su corazón se acelera al pronunciarlo y eso me roba el aliento.
— Me imagino pero esta te va a gustar mucho— le dije acelerando el camaro para llegar pronto al centro de Beacon Hills.
La llevare a un restaurant italiano. Sí, lo sé, muy común en "las citas" pero sé que su sueño es ir a Italia, que ama a Italia y esta es una manera de decirle que la conozco muy bien y que además la quiero hacer feliz de todas las maneras posibles.
Me detengo frente al lugar y ella voltea hacia afuera para ver a donde llegamos. Regresa su rostro hacia mí y veo una sonrisa en sus labios, ¡cómo amo esa sonrisa y cómo deseo esos labios bailando con los míos!
— Te dije que te gustaría— le digo con una sonrisa a punto de salir de mis labios y me bajo del auto para abrirle a ella la puerta pero ella me ha ganado—. ¿Puedes permitirme ser un caballero? Mis padres me enseñaron a ser así, ¿a ti no te enseñaron a dejarte consentir por un caballero?
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En la boca del Lobo
Teen FictionSandra ha encontrado su esencia, su lobo interior, pero ha perdido al amor de su vida. Algo aún se remueve en su interior cada vez que piensa en él y sobre todo cuando se pone a reflexionar sobre su pasado, incluyendo a su padre que ahora está muert...