chapter thirty-four
— ¿Estás lista?— me preguntó Derek cuando detuvo el Camaro frente a un edificio. Habíamos viajado un buen rato en su auto para llevarme directo a mi segunda sorpresa aunque en el fondo sabía que no superaría en nada a la anterior.
— Supongo que sí— le sonreí un poco nerviosa—. ¿Qué es este lugar?
Miré por la ventanilla para ver de nueva cuenta el edificio. Lucía un poco abandonado pero sabía que había algo más allá porque el estar cerca de Derek me había enseñado a que "el león no es como lo pintan" y lo que podría ser para unos un inhabitado lugar, para Derek podría ser un dulce hogar.
— Bien, digamos que tu padre venderá la casa donde vives...
— ¿¡Qué!?— inquirí exaltada, ¿cómo papá quería deshacerse del lugar donde prácticamente he vivido toda mi vida? pero sobre todo ¡en donde sigo viviendo!
— Tranquila, tranquila, déjame terminar— asentí no muy convencida—. Lo va a hacer porque yo se lo pedí— levantó su mano cuando intenté protestar—. Lo hice para comprar este lugar, en donde de ahora en adelante viviremos tú y yo juntos.
La boca casi me llega al suelo cuando la abrí de la pura impresión, ¿está hablando en serio?
¡Iba a vivir con Derek!
— ¿No dirás nada?— preguntó al ver que no reaccionaba.
— ¡Eso es fabuloso!— grité desabrochando mi cinturón para lanzarme a abrazarlo—. ¡Gracias, gracias, gracias!— dije repartiendo besos en todo su rostro, escuchando como reía—. ¡Es la segunda mejor sorpresa de cumpleaños!
— Esa es solo la mitad— dejó un beso en mi nariz—. La otra mitad está allá dentro— señaló con su cabeza nuestro nuevo hogar.
— ¿Y qué estamos esperando?— me quité de encima de él y salí por el lado de mi puerta—. ¡Vamos Derek!— le apresuré.
Escuché su risa cuando estuvo a mi lado. Tomó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos, y caminamos hasta el edificio.
Cuando entramos estaba muy oscuro pero eso no me preocupaba en absoluto pues mis ojos de lobo me permitían ver con claridad.
Subimos por una escalera hasta llegar a una enorme puerta. Había un silencio extraño, se sentía algo más pero no sabía exactamente que era.
— Ábrela— me indicó Derek.
Obedecí y deslicé la puerta para encontrarme con un interior igual de oscuro. Caminé un par de pasos para después quedar cegada por la potente luz que se encendió en el lugar.
— ¡SORPRESA!— dijeron al mismo tiempo una pequeña multitud que salía de sus escondites dando un brinco.
Llevé mis manos a la boca cuando vi la enorme habitación adornada con globos y serpentinas. Había mesas con comida, regalos y un pastel.
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En la boca del Lobo
Novela JuvenilSandra ha encontrado su esencia, su lobo interior, pero ha perdido al amor de su vida. Algo aún se remueve en su interior cada vez que piensa en él y sobre todo cuando se pone a reflexionar sobre su pasado, incluyendo a su padre que ahora está muert...