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chapter fifteen

— Derek está afuera esperando a Lydia

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— Derek está afuera esperando a Lydia.

Stiles, Allison, Scott y yo entramos a los vestidores de los jugadores de lacrosse. Esta situación debíamos resolverla con urgencia.

Lydia no era muy santo de mi devoción pero algo dentro de mí me decía que debía mantenerla con vida, fuera ella el kanima o no, pero no podía permitir que Derek se manchara las manos eliminándola del camino.

— ¿Para matarla?— preguntó Allison.

— Si es el kanima, sí— respondió Stiles y Allison soltó aire con molestia.

— Ella no es la de la alberca— espetó Stiles.

— Stiles, le hicieron la prueba y no pasó nada— dije un poco molesta por la actitud de Stiles.

— No puede ser ella— volvió a decir, tratando de convencernos.

— Eso no importa porque Derek cree que es ella— volví a decir—. Así que o lo convencemos de que está equivocado o descubrimos una manera de protegerla.

— No creo que vaya a hacer nada aquí, no en la escuela— dijo Scott.

— ¿Y después de clases?— cuestionó Allison y eso hizo que Scott se diera cuenta del peligro—. Podemos buscar una manera de demostrarle a Derek que no es ella.

— ¿Antes de las tres?— Stiles se mostró incrédulo.

— Podemos encontrar algo en el bestiario— dijo Allison, recordando el libro que su abuelo tenía guardado en una USB, un libro con toda clase de creaturas y sus características.

— ¿El libro de 900 páginas en latín? — Stiles sonaba exasperado—. ¡Suerte con eso!

— Sandra y yo podemos hablar con Derek, tratar de convencerlo de que ella no es el kanima pero si pasa algo déjenos resolverlo a nosotros— Scott me miró y fue como si con solo esa acción me haya dicho todo, él y yo nos enfrentaríamos en una lucha con Derek.

— ¿Qué significa eso?— le espetó Allison.

— No quiero que se involucren...

— Y salgan lastimados— completé y Scott asintió aprobando mis palabras.

Allison comenzó a buscar algo en su bolsa y sacó una pequeña ballesta. Esa chica estaba armada hasta en la escuela.

— Puedo cuidarme sola.

— Solo hagan lo que Scott dice, lo hacemos por su bien y su protección— Stiles se acercó a mí y besó la punta de mi nariz. Cerré los ojos.

— Estaremos bien—susurró Stiles y su aliento me cubrió el rostro.

Asentí y me acerqué a la puerta de salida, esperando a que Scott se despidiera de Allison. Dio la vuelta y me siguió pero un ruido de disparo nos hizo detenernos.

En la boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora